"CREEN QUE SOMOS EL ENEMIGO. NO PODEMOS HACER NADA"
¿De qué va?
Un grupo de activistas viaja a Perú para evitar que unas excavaciones acaben con parte del Amazonas. Tras su regreso, el avión falla y quedan a merced de una tribu caníbal que está dispuesto a todo con tal de alimentarse.
Reparto
Lorenza Izzo es Justine
Ariel Levy es Alejandro
Nicolás Martinez es Daniel
Aaron Burns es Jonah
Richard Burgi es Charles
Dirección
Eli Roth (Hostel)
Impresiones
El director Eli Roth regresa a su género favorito con una incursión caníbal. The Green Inferno, ideada por él mismo y co-escrita junto a Guillermo Amoedo, compartiendo parte del equipo de Aftershock. Rodada entre Estados Unidos, Chile y Perú, disfrutaremos de parajes verdes y un alto colorido rojo en la piel de los indígenas que como curiosidad, eran auténticos hombres de tribu. Por supuesto no eran caníbales, pero han vivido apartados de la sociedad desde siempre, por lo que poco o nada sabían de una grabación como tal, así que para meterlos por vereda, no se le ocurrió otra cosa a Roth que llevarlos a una sesión privada de lo que es todo un clásico del gore y máxima influencia de ésta película, Holocausto Caníbal. La reacción fue totalmente irónica ya que los indígenas se reían con todo lo que allí ocurría, pero fue suficiente para hacerlos actuar tal y como el director quería.

Cabe destacar que el título de The Green Inferno no es casualidad. En Holocausto Caníbal, era el título original del documental que se grababa "supuestamente", y a su vez, fue el de la falsa segunda parte que aquí se llamó Holocausto Caníbal 2. Por lo tanto, no supone un remake pero sí un tremendo homenaje a la obra de Deodato aunque se acerque más a la trama de la de Antonio Climati. Y más cerca a ésta por esa excusa de luchar a favor de las tribus y en contra de las constructoras y sus excavaciones que afectan al Amazonas. Sin embargo, Roth tuvo que volcarse en ésta idea para su guion porque tenía encima varias ONG que luchan por los derechos de las tribus que quieren continuar apartadas de la sociedad. Y ese es uno de los problemas de la cinta de Roth, ese argumento-excusa para adentrarse en la selva es tan soporífero que tarda cerca de cuarenta minutos en entrar en faena. Nada de lo que ocurre nos interesa y a una película de éstas características no le hace falta semejante relleno.
No es lo único que le pesa. Aunque en éste caso las actuaciones no son del todo importantes -salvo la de la legítima protagonista, la guapísima Lorenza Izzo, esposa del director- hay que declarar que absolutamente todas son patéticas, por lo que le resta credibilidad. Y ese es el tercer problema de la película. Holocausto Caníbal, una cinta del año 1980, funcionaba porque resultaba creíble, su maquillaje, sus mutilaciones, sus situaciones, parecían tan verídicas que impresionaban. En la cinta de Roth tan solo los momentos gore llegan a causar levemente esa sensación -gracias a las maestras manos de Greg Nicotero-, pero poco más. Hay una mezcla de digital -esas hormigas- muy cutre, o incluso jaguares superpuestos -esas cámaras en movimiento para que no se note- que desentonan por completo. Esa magia que pretende, pierde todo su equilibrio y es una verdadera pena, porque hay pocas cintas del género que realmente consigan sobresalir.

Pero no todo en ella es profundamente negativo.
A su favor encontramos esos momentos de gore, donde los más sensibles apartarán la mirada y los fanáticos abrirán los ojos sin pestañear y el toque Roth con ciertas escenas de humor inesperado que son sello personal -sobre todo dos momentos en la jaula que no revelaremos pero que están repletos de absurdez-.
Lorena Izzo es la que mejor cumple -por algo es la protagonista- y repetiría a las órdenes de su marido luciendo palmito en la entretenida
Knock Knock (Toc Toc). En resumidas,
The Green Inferno gustará a los más fanáticos, sin embargo, tan solo echar una mirada atrás le resta todo lo que puede ofrecer, dejándola en una mera anécdota dentro del género, aunque no por ello deje de ser un entretenimiento, al menos en su segunda mitad. Y para terminar, me ha resultado curioso el detalle de ofrecer al espectador la dirección de twitter de los actores en los créditos finales. Sí,
Roth es especialito.
★★★★★1/2
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.