"DE LOS TRES TIRADORES, ERES EL ÚNICO QUE QUEDA"
¿De qué va?
Una brigada especial en el Congo realizó con éxito una misión para eliminar a un ministro. Ocho años después, Jim Terrier, que decidió quedarse para ayudar en una ONG, está en el punto de mira para ser eliminado, por lo que comenzará a investigar, atando cabos y creyendo que quien lo quiere matar es alguien de su antiguo equipo.
Reparto
Sean Penn es Jim Terrier
Javier Bardem es Félix
Jasmine Trinca es Annie
Ray Winstone es Stanley
Idris Elba es Barnes
Mark Rylance es Cox
Dirección
Pierre Morel (Venganza)
Impresiones
El director de la primera
Taken, Pierre Morel, realiza un símil en
The Gunman pero sin raptos aparentes. A fin de cuentas, las historias de venganzas se resumen a lo mismo, eliminación de enemigos hasta encontrar al objetivo. Sin embargo,
hay que diferenciar, porque no es lo mismo ver a Keanu Reeves en John Wick repartiendo estopa a mansalva de forma casi alucinógena y otra muy distinta es ver a Sean Penn pegando un par de tiros. Y ojo, porque
Penn se lo ha trabajado ya que a sus cincuenta y cuatro años de edad, está en plena forma y tiene una silueta de aúpa. Seguramente por haber producido la película, ha querido lucirse, pero sin ir más lejos, hay poca diferencia entre su personaje y el de
Liam Neeson en
Venganza, o quizás sí,
Neeson en la primera entrega repartía manteca a base de bien y posteriormente la saga se desinfló estrepitosamente.
Caza al asesino (The Gunman) está vendida como una cinta de acción, pero hay muy pocos momentos a lo largo de un metraje de dos horas, donde efectivamente disfrutemos de escenas con mucha movilidad. De igual modo, la historia que ya de por sí resulta manida, no ayuda a involucrarse, ni siquiera hay suspense y es una pena porque el reparto promete. Destaco a Javier Bardem, actor que, personalmente, me gusta cada vez más y que nos muestra un inglés muy fluido y sin acento -véase Antonio Banderas-. Por otra parte, dos pesos pesados como Ray Winstone e Idris Elba están desaprovechados por completo.
La curiosidad -para nosotros- está en su rodaje. Viajes desde el Congo a Londres para llegar a Gibraltar y Barcelona, siendo ésta última donde guarda mayor parte de metraje la historia. Y con respecto a ésto, no podíamos dejar de mencionar la "gran" escena final -tranquilos, no hay spoilers- en una plaza de toros. Al final de los créditos podemos leer que Barcelona es declarada anti-taurina desde 2011, y por tanto no se ha rodado ninguna de esas escenas allí, concretamente en La Monumental. Entonces, ¿qué sentido tiene? Seguramente porque Morel quería introducir la "Marca España" como fuese, aunque sea en el único sitio donde está prohibida -o bien, llevar la historia unos años antes-. Aun así, a título personal, me parece patético el símil que se hace del toro con el personaje de Sean Penn. Esa escena donde al animal le clavan la espada y Terrier cae a su vez al suelo dolorido por su curiosa afección, es tan cutre que solo de pensarlo se me ponen los vellos de punta.
En resumidas, la película es un despropósito absoluto, donde ni siquiera la partitura de Marco Beltrami brilla apenas salvo un par de tracks en momentos de reflexión y su recta final donde se reaviva la tensión y logra lucirse con su clase. Lo demás es para mirar y olvidar, aunque no vamos a restarle las buenas intenciones de Sean Penn, quien ha trabajado duro para hacer robusto a su personaje. No obstante, el actor lleva casi cinco años sin encontrar un papel protagonista a la altura y es hora de que lo encuentre porque no dudamos de su valía, aunque tampoco tiene que demostrar nada a éstas alturas. Lo dicho, bodrio que no hace más que ratificar que Pierre Morel tiene aun mucho que aprender. ★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.