"¿PUEDES PROTEGERNOS DE LA TRISTEZA?"
¿De qué va?
Adaptación del cuento de Maurice Sendak, Where the wild things are, con Max como protagonista, un niño que escapa de su madre tras una discusión y se sumerge en un mundo imaginario lleno de monstruos.
Reparto
Max Records es Max
Catherine Keener es la Madre
James Gandolfini es la voz Carol
Dirección
Spike Jonze (Adaptation)
Impresiones
Cuando en los años sesenta Maurice Sendak creó el cuento Where the wild things are, recibió numerosas críticas por ser un libro demasiado infantil que explotaba los monstruos con suma facilidad, siendo por entonces un género que según los críticos, asustaba a los más pequeños. Entre polémicas pasaron los años y hoy el cuento se ha convertido en clásico hasta el extremo que Spike Jonze, un director peculiar con una filmografía más que interesante, decidió plasmar sus ilustraciones al dedillo para recrearlas en una película curiosa que merece mención por lo que cuenta entre líneas.

Es cierto que Donde viven los monstruos ha creado dos bandos en la crítica, los que encuentran jugo en su trama y los que no le encuentran nada. Los dos extremos tienen sus razones evidentes, ya que la película, a diferencia del cuento, que no dejaba de ser una historia infantil, no es una cinta para los pequeñines de la casa sino para los adultos con alma de niños. La historia nos traslada a la vida de Max, un niño incomprendido y algo desobediente que tras una pelea con su madre huye de casa, a partir de ahí entra en un viaje mental hacia un mundo donde él es el rey de unos monstruos muy peculiares. Éstos seres son la definición perfecta de como él se siente, cada uno de ellos con una personalidad que representa sus estados de ánimo y los problemas que trata de resolver como rey, siendo éstos su respuesta, comprendiendo que no es capaz de hallar solución y la necesidad de "tener una madre".
El mayor problema de la historia reside en mostrar un largometraje que se alarga en demasía, repleto de momentos de vacío y aburrimiento que tan solo se rellenan con el incesante juego del pequeño con sus nuevos amigos, yendo de un sitio a otro saltando, riendo, gritando... lo cual no está mal para comprender las dos partes del film, en la primera, el niño estalla de felicidad, jugando y divirtiéndose, la segunda no es tan agradable para él. Un mediometraje habría sido ideal para ésta cinta que se basa en un cuento que es igualmente pequeño.
La película se entiende perfectamente, aunque haya leído algunas reseñas que la tildan simplemente de infantil sin encontrarle mensaje. Evidentemente, los niños se aburriría diez minutos después de ver a los monstruos. Monstruos que por cierto están clavados a los del mundo de Sendak y donde la mezcla física en cuanto a cuerpo y CGI en sus rostros, está perfectamente diseñada. Mi reseña no se posiciona en ninguno de los dos bandos, porque no la encuentro extremadamente infantil ni tampoco la veo como una obra maestra, es una cinta que cumple su cometido, está bien hecha, tiene una fotografía impecable y el niño no es del todo insoportable, pero como he dicho, me parece excesiva para lo que cuenta y adormece por momentos.

La banda sonora es uno de los aspectos más positivos de la obra. Karen O une la música de Carter Burwell a sus canciones y magnifican el resultado creando un contraste entrañable con los seres y la bonita fotografía de Lance Acord. Otro detalle curioso es saber que James Gandolfini está detrás de la voz de Carol, razón para verla en versión original. En resumidas, una cinta que nos habla de los sentimientos de un niño que acaba comprendiendo que necesita crecer para poder solucionar todas aquellas dudas que aun no puede resolver. No es una obra maestra pero tampoco es una ñoñada como dicen por ahí. Por cierto, papelón de Oscar realiza Mark Ruffalo... es ironía, por supuesto. ★★★★★1/2
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.