"¿QUÉ ESPERABAS? ¿UN BOLÍGRAFO EXPLOSIVO?"
Tras una fallida misión en la que Bond parece haber muerto, reaparece sorpresivamente para acabar con una amenaza letal, Silva, un antiguo agente del MI6 que trata de eliminar a M, cueste lo que cueste.
Daniel Craig es James Bond
Sam Mendes (American Beauty)
Era muy fácil superar el esperpento realizado con la anterior película de la franquicia Bond,
Quantum of Solace. Fue toda una sorpresa, pero en formato negativo, ya que
Casino Royale supuso un cambio brutal con acierto, dándole a la franquicia un toque más duro y personal que encandiló a millones de fans, entre los que me incluyo. Las expectativas volvieron a subir al saber que
Sam Mendes estaba al mando de una nueva película que arreglara los errores de la segunda cinta protagonizada por
Daniel Craig.
Mendes, que nos había regalado joyas como
American Beauty o
Camino a la perdición, parecía una buena opción a priori, y convenció a muchos con
Skyfall. Pero a título personal, no me parece del todo acertado. A continuación expongo mis razones, con las que de seguro que muchos no estaréis de acuerdo y puede que otros me den la razón.
El guión de Neal Purvis, John Logan y Robert Wade volvía al clasicismo original de las primeras entregas, como si sirviera de presentación y origen para algunos de los eternos personajes secundarios que compartían plantel con James Bond. De esta manera, la compañera de misión, Eve, acabará "sorprendiendo" al pasar de agente a secretaria, autocompletando su nombre al final para los espectadores como Eve Moneypenny... Los puntos suspensivos quieren dar a entender el patetismo que rodea a un acto así. ¡Menudo ascenso! Luego tenemos al "nuevo" Q, en éste caso, el más joven de todos los que lo han interpretado. Un Ben Whishaw que trata de ponerse serio pero que no se entiende su intervención, sobre todo porque los artilugios de Q, que siempre han sido gadgets curiosos, consisten en ésta ocasión de una triste pistola. Se permite el lujo de reírse de todo lo que han hecho los demás cuando irónicamente dice "¿Qué esperabas, un bolígrafo explosivo?". Para eso no hacía falta ningún Q, digo yo. Por supuesto, ésta "renovación" ha ido al límite y han querido quitar del medio a Judi Dench, que comenzó con Pierce Brosnan en la franquicia y donde Ralph Fiennes, en un papel de diplomático ex-militar, deja ver por su apellido, Mallory, que va a ser el nuevo M. Papel que le queda bien, pero totalmente previsible desde su inicio.
Todos estos ingredientes hacen diferente a Skyfall con respecto a sus dos anteriores películas. El regreso al estilo de siempre supone un atraso porque la trayectoria de Bond había resultado más madura con la llegada de Craig, y verlo en ese mundillo donde predominaba su elegancia (la del clásico 007) resulta aparatoso. No necesitábamos un regreso al siglo pasado sino una historia más trabajada, con un guión tan insulso como el de Skyfall, con escenas patéticas y momentos confusos como la entrada de Bond y M a la vieja mansión del agente donde se supone que debe de proteger a su superiora y justamente la lleva al centro del meollo, donde los van a atacar. ¿Digo la palabra? Vale.... ¡Patético!
Otro ingrediente que termina por hundir Skyfall es su banda sonora. Mendes echa fuera a David Arnold, el único que logró darle un aire moderno a la franquicia, conservando a su manera el estilo del gran John Barry. Newman, que no es un compositor cualquiera, trata de impregnar su estilo elegante pero excesivamente dulzón con una repetición constante de temas que desentonan en todo momento. Y si han tratado de volver al estilo clásico de las antiguas películas, también deberían de haber hecho lo mismo con la banda sonora. En lo que sí parece haber un intento de regreso es en el tema vocal, interpretado por Adele, de corte más clásico y que bien le habría quedado a otras voces de aquella época como Shirley Bassey, por mencionar una. El problema está en lo soso que resulta (tan sosa como lo fue su actuación en los Oscars). Un tema sin riesgos, blando, aunque nos hace olvidar el desastre del tema de Quantum of Solace de Jack White y Alicia Keys. Pero en contra tiene en sus títulos de crédito, un inicio más aburrido, el más triste de todos, y para colmo, el más largo con diferencia, resultando aburrido y pesado.
Quitando toda la catástrofe de
Skyfall, cabe destacar al villano.
Javier Bardem, interpreta a Silva, un ex-agente que sueña con destruir a M a toda costa.
Un malvado amanerado que le mete mano a Bond, que parece un Hannibal Lecter encerrado tras el cristal y que interpreta bien su rol, aunque le falta más identidad y protagonismo a mi entender, o al menos es lo que más esperaba. No es uno de los mejores villanos pero gusta. Y finalmente,
Daniel Craig cumple, sigue siendo un buen Bond, pero ha dado con una mala película.
Quantum of Solace era fácil de superar, pero Skyfall no supone una mejora profunda ni un cambio radical si no todo lo contrario. Lo más triste es que
Sam Mendes vuelve a estar detrás del proyecto en la próxima entrega de la que os hablaremos en su estreno. Mientras tanto, damos por concluida (no por cerrada) ésta aventura cinematográfica en la que
hemos hablado por orden cronológico sobre la franquicia del agente 007. Esperamos que os haya gustado y que haya merecido la pena. ¿Y a vosotros, cual os parece la mejor película de James Bond, o al menos cual es vuestra favorita?
★★★★★
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.