Sumidos en una sociedad que ha optado por erradicar las emociones, Jonas es elegido como receptor de la memoria. El dador le otorgará de éste don, originando en él un sentir totalmente nuevo, viéndose en la obligación de compartir con todos lo que se están perdiendo, aunque esté prohibido.
Meryl Streep es la Jefa Elder
Brenton Thwaites es Jonas
Alexander Skarsgård es el Padre
Phillip Noyce (Juego de Patriotas)
Lois Lowry es una escritora infantil que tiene en su haber una saga de libros que comenzó con El Dador, su novela más prestigiosa. Siguiendo los cánones actuales, Hollywood ha querido emplearse a fondo en otra historia juvenil con tintes de ciencia ficción. Dentro de lo saturado que está el género, encontramos en The Giver una historia interesante que ofrecer una distopía por el lugar y la forma de vida que tienen los residentes de la peculiar zona. Una especie de ciudad que vive drogada para evitar conflictos. No existen las emociones, algunos adjetivos están prohibidos y por supuesto, todos deben obedecer a la voz mayor que vigila con propiedad, la jefa Elder, interpretada por la infatigable Meryl Streep. La juventud tendrá un futuro otorgado a dedo, con la salvedad de Jonas, que después de algunos años se convierte en el "Receptor de la Memoria". Aquí es donde entra en juego el fuera de serie, Jeff Bridges, ejerciendo de "El Dador", aquel que le enseñará todo lo negado a aquella sociedad y donde podrá gozar de ciertas libertades, como por ejemplo, mentir.
Toda esta premisa es
ofrecida en blanco y negro, dando la sensación de una frialdad que enfoca su fuerza en la tibieza de las actuaciones, siendo sus residentes casi autómatas, ejerciendo su trabajo sin distracciones y viviendo de forma rutinaria. Cuando Jonas descubra lo que se están perdiendo, toda
la sabiduría del mundo, el color, el amor y sobre todo, el dolor, hará lo posible por crear una revolución para abrirle los ojos a los demás, aunque no es una tarea fácil por el control de Elder. La historia, narrada así, es interesante. Incluso tener a dos grandes como
Bridges y
Streep, es un placer. El problema es cuando fuera de estas dos viejas glorias en vida, encontramos -salvando a
Katie Holmes y
Alexander Skarsgård- a los jóvenes protagonistas, liderados por un
Brenton Thwaites que me sigue creando muchas dudas, no siendo de mi gusto, ni siquiera en películas tan interesantes como
The Signal donde ejercía de protagonista también. Le falta madurez, confianza y llegar al espectador. A mi no me ha calado y eso es importante a la hora de dar la cara.
Independientemente de las actuaciones, donde incluso los grandes no están del todo fino, nos encontramos ciertas carencias en su evolución, en su tramo final. Quedan incógnitas sobre qué es y donde está ese lugar, la barrera que lo cierra y algunas decisiones tomadas, quedando más en un trabajo de fantasía que una historia de ciencia ficción. Su mensaje queda claro, y algunos detalles se pueden intuir, pero hay cierta ilógica en todo por la falta de explicaciones. Al menos hay una buena banda sonora, compuesta por Marco Beltrami, que le da un punto de profundidad, sobre todo en esos viajes al mundo original, sus costumbres, colores y emociones. Hay que destacar esa especie de cameo a modo de anécdota de la insípida cantante Taylor Swift, como "alumna" anterior del dador Bridges. En resumidas, The Giver es una película desaprovechada, que por desgracia se suma a la larga lista de proyectos juveniles de la categoría de Los Juegos del Hambre, El Corredor del Laberinto, Divergente, Crepúsculo y un largo etcétera. Y digo por desgracia, porque a fin de cuentas, ésta es una película que sucumbe a contentar al público juvenil, cuando realmente habría sido muy interesante ver ésta película con protagonistas más maduros y por supuesto, mejor finalizada. Aun así, está por encima de los anteriores productos comentados. ★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.