SHADOWS
Comienza la segunda temporada de esta serie, y tras el irregular nivel mostrado la pasada campaña, no puede sino acompañarnos la duda de si se mantendrá el nivel alcanzado en su recta final. Y no sólo se mantiene, sino que demuestra que ha aprendido de pasados errores y vuelve preparada para consolidarse en la jungla televisiva.
El comienzo vuelve a vestir el aire retro de "Capitán América: El primer vengador" para mostrarnos a la agente Peggy Carter y los míticos Comandos Aulladores luchando contra una primeriza Hydra en plena Segunda Guerra Mundial. Un aperitivo de lo que nos puede dar su futura serie y que sirve también para presentarnos un peligroso objeto de procedencia indeterminada que a buen seguro tendrá un buen peso en las tramas de esta temporada.
De vuelta al presente, descubrimos a una renovada SHIELD cuyo núcleo central sigue siendo el equipo de Coulson, de los escasos efectivos que sobrevivieron a la purga de la pasada temporada. Su estatus sigue siendo fuera de la ley, de forma que se ven obligados a luchar contra el alzamiento de Hydra evitando la persecución del ejército (comandado por el ahora General Talbot), que sigue sin confiar en ellos. Con unas fuerzas tan mermadas, Coulson se ve obligado a viajar a todos los puntos del planeta en busca de nuevos agentes en quienes pueda confiar y, mientras tanto, aumentar sus filas a base de talonario contratando mercenarios que ejerzan de fuerza bruta. De esta forma, partimos de una puesta en escena más cercana al clima de los capítulos a partir del
crossover con
Capitán América: Soldado de invierno. Tenemos una agencia de espionaje que es eso: una agencia de espionaje, no una panda de frikis que van corriendo de un lado a otro sin un objetivo claro.
De esta forma, una de las principales taras de la primera temporada de la serie parece que ha quedado atrás. El tono "para toda la familia" y las tramas insulsas y procedimentales dan paso a un tono más oscuro, sin esconder la violencia y la existencia de algo tan natural como la muerte y el sacrificio en un mundo tan oscuro como es el espionaje en las sombras.
Además, se siguen abriendo conexiones con el Universo Marvel e incorporando personajes reconocibles de los comics de la editorial. En este caso, entra en escena un personaje que promete dar bastantes alegrías (al espectador, no a nuestros agentes) durante esta temporada: Carl Creel, el Hombre absorvente, capaz de transformar su cuerpo a nivel molecular en cualquier material que entre en contacto con su piel, desde acero hasta diamante, convirtíendolo así en un enemigo formidable. Pese a que el nivel de los efectos especiales no está, evidentemente, a la altura de un producto cinematográfico, las escenas en las que Creel usa sus poderes son impresionantes. Hasta le dan una vuelta de tuerca a las motivaciones del villano, dejando caer una dependencia a trasformarse en materiales poco comunes. Destaca también la nueva situación de Ward tras su traición a la agencia. Como si de un trasunto de Hannibal Lecter se tratase (salvando las distancias), su presencia como prisionero confidente que se ha reencontrado a sí mismo y sólo está dispuesto a comunicarse con una despechada y endurecida Skye puede dar mucho juego. Aunque la principal sorpresa es la subtrama centrada en Fitz, que tras estar a las puertas de la muerte ve como su cerebro ya no responde como antes y es tratado de forma condescendiente por sus compañeros, salvo por una Simmons más cercana que nunca... hasta que el final nos lanza un jarro de agua fría que nos dejará con la boca abierta.
En definitiva, un arranque de lo más esperanzador para esta temporada, que ha empezado llena de ritmo, tensión, sorpresas, una trama sólida a largo plazo y un tono más adulto que supone una agradable sorpresa y abre las puertas a creer que la serie ha encontrado por fin su camino y nos puede deparar grandes momentos. ¡Los Agentes de SHIELD han vuelto para quedarse, más potentes que nunca!
Por Antonio Santos
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).