PROVIDENCE
Tras el feroz ataque de HYDRA en los capítulos anteriores, arrancamos con una SHIELD desmembrada, desprovista de sus agentes de más alto rango y considerada terrorista a nivel global. Las cosas están muy difíciles para los supervivientes, y más con el dato que aporta May: Sólo cuatro de las bases de SHIELD (incluyendo el Cubo) han podido resistir el asalto de HYDRA. Y lo que es peor: El coronel Glenn Talbot contacta con Coulson para avisarle de que el ejército va a hacerse cargo de las operaciones en las bases salvadas y quiere reunirse con todos los que aún son agentes fieles. Lo que Coulson sabe traducir perfectamente: El ejército piensa apartarlos y tenerlos fuera de la circulación hasta que las cosas (y las lealtades) se aclaren. Así que opta por la opción de escapar junto con su equipo antes de que Talbot llegue, para intentar seguir luchando contra HYDRA desde las sombras. De esta forma, Coulson ordena a Skye borrar todo rastro de sus identidades, pasando a ser unos fantasmas, Agentes de... nadie. Triplett sustituye como especialista a Ward, avalado por Simmons ante los evidentes celos de Fitz. En pleno vuelo, la placa de Coulson se comporta de forma extraña y comienza a mostrar unas coordenadas, que corresponden a una ubicación de Canadá. Dado que la placa se la entregó Nick Furia en persona, Coulson interpreta que se trata de un mensaje suyo, así que emprenden el camino hacia el misterioso lugar pese a las reticencias del resto del equipo por si se tratara de una trampa, ya que todas las noticias indican que Furia está muerto.
Mientras tanto, Garrett y Ward siguen con sus planes para obtener toda la información que puedan de SHIELD. Lo primero que hacen es liberar a Raina, la chica del vestido de flores, para posteriormente planear sus siguientes movimientos en una escena de lo más divertida que parodia todos los estereotipos de los malos de las películas de espías: Base en Cuba, oculta en una barbería, protagonista yanki que trata de chapurrear español, esbirros ultraconcienciados con la causa... Además contando con un Bill Paxton que se nota que se lo está pasando de miedo y borda un personaje divertido y temible a la vez. El siguiente movimiento de HYDRA será hacerse con la Nevera, fortificación que hace las veces de prisión de los criminales más peligrosos y de almacén de los objetos y armas que han de estar más protegidos, como los objetos Chitauri que el equipo de Coulson ha ido recuperando hasta el momento. Para ello utilizarán el as que guardan en la manga: el agente Ward, del que aún se desconoce su vinculación a la organización terrorista, simulará llevar a Garrett a la Nevera para su encarcelamiento, como estaba planeado. Una vez dentro, se harán con los mandos. Podemos ver cómo a Ward no le duelen prendas en asesinar a quien se interpone en su camino, mostrándose frío e implacable. Difícil redención le espera a este personaje... Una vez recuperados todos los peligrosos artefactos y liberados los prisioneros "para que Coulson se entretenga", Garrett encarga a Raina (visiblemente decepcionada porque el Clarividente no tenga poderes reales) que comience la Fase 3 del proyecto Ciempiés, extrayendo la información que necesite de la copia de seguridad de los archivos de Coulson que custodia Ward.
En paralelo, Coulson y su equipo aterrizan lo más cerca que pueden de las coordenadas recibidas y emprenden una caminata durante la cuál se pondrá en tela de juicio la cordura de Coulson y si en realidad pueden estar dirigiéndose a una trampa de HYDRA. Sin embargo, descubrirán que se trata de una base secreta de Nick Furia, ajena al entramado de SHIELD.
El agente al cargo de la base tiene una buena noticia para Coulson:
Furia sigue con vida, pero sólo unos pocos elegidos conocen la noticia, y aún quiere que se mantenga en secreto, prohibiéndole informar de ello a nadie, ni siquiera a su propio equipo.
En la Nevera, Raina encuentra un problema: Los datos de SHIELD están encriptados con la huella personal de Skye, por lo que sólo ella los puede desencriptar.
De esta forma, Ward sigue aprovechando su situación para llamar a Skye e informarse de su actual paradero, simulando haber escapado del ataque a la Nevera por parte de HYDRA y con órdenes precisas de Garrett: Traer a la chica y matar al resto. ¿Será capaz de acabar con sus antiguos compañeros? Ciertamente, esta indefinición le sienta muy bien al personaje, que ha ganado enteros en estos últimos capítulos. Además, otro punto de interés se abre para el futuro: Entre los objetos recuperados se encuentra el
Gravitonium, que vuelve a las manos del liberado Quinn. ¿Significa que un futuro próximo veremos a
Gravitón por aquí?
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).