TURN, TURN, TURN
Gran capítulo el que hemos podido disfrutar, que comienza con un terremoto y termina con un cliffhanger de altura. Un prodigio de ritmo imparable y giros sorprendentes que transcurre en paralelo a la película Capitán América 2: El soldado de invierno. Mientras en la película se nos narra el resurgimiento de HYDRA tras pasar décadas enteras infiltrándose entre los más altos puestos de responsabilidad de las instituciones de EEUU, incluyendo el alto mando de SHIELD, en este capítulo se narran las repercusiones de esta revelación desde dentro de la organización, con el consiguiente caos y dificultad para saber en quién confiar.
El capítulo empieza por todo lo alto con el avión del agente Garrett siendo atacado por dos drones de SHIELD. Aunque se libra por los pelos del ataque, al no poder hacer frente a sus perseguidores busca la ayuda de Coulson. Mientras, sigue la desconfianza entre la presuntamente traidora May y el resto del equipo. Finalmente, May confiesa que trabaja directamente para Nick Furia, y cuando Coulson la fuerza a contactar con él reciben una noticia que los deja helados: Furia ha muerto. La llegada de Garrett les dará un nuevo aliado para enfrentarse a los infiltrados que han secuestrado el avión bajo las órdenes de Victoria Hand. Además, Skye consigue descifrar el mensaje que ha desencadenado todo: "Salid de las sombras a la luz. HYDRA".
Mientras tanto, en el Cubo, Simmons sigue intentando analizar la sangre de Skye en busca de trazas del compuesto que permitió su recuperación cuando recibe una llamada de una amiga de la Academia de Agentes que le informa de que alguien está tomando a la fuerza las instalaciones. Pronto descubre que lo mismo pasa en el Cubo, por lo que Triplett y ella se ocultan hasta que Hand irrumpe a la fuerza y les lanza un ultimátum: Jurar lealtad a HYDRA o morir. Al enfrentarse a ellos y escoger la segunda opción se revelará que era una artimaña de Victoria para detectar si eran traidores. Hand sigue siendo fiel a SHIELD, pero sospecha que el Clarividente no es otro que Coulson. De esta forma, Coulson sospecha de Hand, Hand sospecha de Coulson y, mientras, las fuerzas de HYDRA parecen imparables. Las sorpresas, giros y revelaciones se suceden a lo largo del episodio, mezcladas con acción de primera clase y un ritmo infernal que te mantiene pegado a la pantalla. Esto sí que es una buena trama de espionaje, en la que no sabes en quién puedes confiar, quién puede ser un traidor y quién un aliado inesperado.
Entre las revelaciones más importantes, una que marca futuro de la serie y del
Universo Marvel en general:
Coulson comienza a atar cabos y descubre con estupor que el Clarividente no es otro que el agente Garrett, que les ha estado traicionando desde el principio y colaborando con ellos para hacerse con información sobre el misterioso compuesto milagroso. Tras una gran pelea, May y Coulson consiguen detener a Garrett y sus hombres, mientras en una misión suicida Ward y Skye destruyen los servidores del Cubo para impedir que HYDRA siga accediendo a su información clasificada. El incierto resultado llevará a Ward a abrir por fin sus sentimientos a Skye. Al final, las fuerzas combinadas de Hand y Coulson consiguen detener la infiltración de HYDRA en el Cubo, aunque Victoria acaba revelando que Coulson y ella son los únicos agentes de alto rango que quedan fieles a SHIELD, y el resto de bases está cayendo ante los ataques de sus enemigos, lo que pone las cosas muy difíciles para la organización.
Aún queda otra revelación que trastocará las creencias de Coulson:
May le confiesa que el equipo lo eligieron entre Furia y ella, y que estaba conformado por un grupo de agentes dirigidos en realidad (aunque sólo May conociera su verdadera misión) a vigilar las evoluciones de Coulson tras su milagrosa recuperación y, si se diera el caso extremo de que se volviera peligroso, acabar con él. Esto hará que la relación de confianza entre Coulson y May se rompa en pedazos.
Pero aún queda una sorpresa más en el tintero: Hand, junto con un pequeño destacamento que incluye a Ward, se lleva a Garrett para encerrarlo. En el camino, le hace a Ward una proposición: Si mató al falso Clarividente para proteger a su equipo, no le impedirá acabar con el verdadero ahora y eliminar el problema para siempre. Sin embargo,
cuando parece que va a disparar a Garrett, Ward mata sorprendentemente a Victoria Hand y sus hombres. Un nuevo acólito de HYDRA sale a la luz de la forma más inesperada. Un final tremendo para un capítulo excelente, lleno de emoción y tensión y que abre un panorama de lo más alentador para las futuras tramas de la serie. ¡Esto SÍ son los Agentes de SHIELD! ¿O a partir de ahora será Agentes de HYDRA?
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).