END OF THE BEGINNING
¡Qué salto de calidad ha dado esta serie! Es lo primero que podemos expresar tras ver este nuevo capítulo. Lo siguiente es: ¡Quiero ver el siguiente episodio, ya! Y es que es impresionante la evolución experimentada en esta segunda parte de la primera temporada. Aquí se constata lo que ya se avanzaba en los tres episodios anteriores: Se ha cambiado el estilo procedimental por tramas abiertas a largo plazo que mantienen la intriga del espectador y, además, se crea una fuerte conexión con el Universo Marvel cinematográfico. Ya no parece algo aislado sin apenas más que conexiones tangenciales con personajes de los comics y películas Marvel, sino que se está desarrollando como una extensión lógica y un complemento que enriquece y apoya los sucesos narrados en los cines, creando una sensación de unidad y cohesión de lo más agradecida. En este caso, el capítulo que nos ocupa (y los anteriores) se podría considerar un preludio a lo visto en "Capitán América 2: El soldado de Invierno". Por esto, ¡ojo!, la reseña contiene spoilers de esta película.
El capítulo arranca con una reunión de parte de la plana mayor operativa de SHIELD convocada por Coulson con un objetivo claro: Atrapar de una vez por todas al Clarividente. Así pues, acuden a la reunión los agentes Garrett, Hand, Sitwell, Blake y Triplett. El plan de Coulson, de cara a intentar evitar que el Clarividente se anticipe a sus intenciones, como siempre ha hecho con sus presuntos poderes telepáticos, consiste en que sólo una persona de plena confianza escoja los tres objetivos más probables y divida a los equipos para ir a por ellos utilizando un mecanismo de doble ciego. De esta forma, se crearán tres equipos de dos personas al azar y a cada uno de los componentes se le dará sólo la mitad de la información: a uno la localización del objetivo y al otro la identidad, sólo accesible una vez que lleguen a la localización. Esta persona será Skye, que adquiere así sus galones de agente oficialmente.
Hand vuelve al Cubo y Sitwell tiene que partir a otra misión en el Estrella de Lemuria (el barco donde arranca la acción de Capitán América 2). Mientras, el equipo integrado por Coulson y Garrett está a punto en caer en una encerrona similar a la que sufre Nick Furia en la película, aunque consiguen escapar. Por otra parte, el equipo formado por May y Blake en vez de encontrar a su objetivo se topa con un Deathlock que intenta matarlos. Finalmente consiguen hacerle huir, pero no sin antes propinarle una monumental paliza a Blake que lo lleva directo al hospital, aunque éste consigue dispararle una bala localizadora. De esta forma, una unidad de SHIELD acude al lugar donde está Deathlock, que huye tras luchar contra los agentes, aunque acaba conduciéndolos donde se encuentra el Clarividente. Éste resulta ser uno de los objetivos marcados, el profesor Thomas Nash, quien presuntamente estaba en coma, pero que parece comunicarse mentalmente con ellos a través de una sala llena de pantallas. Antes de que puedan llevárselo, Ward le dispara matándolo ante la sorpresa de todos.
Una vez en el avión, pese a que el Clarividente ha muerto, Coulson sigue preocupado dándole vueltas a una idea: ¿Y si todo ha sido un montaje? Deathlock llevándolos directos al presunto Clarividente, que además es alguien incapaz de hablar.... ¿y si no era Nash quien se comunicaba con ellos a través de las pantallas, sino alguien desde fuera? ¿Por qué Ward lo mata antes de que puedan averiguar nada más? ¿Y si es un doble espía? Skye le lanza otra teoría: ¿Y si el Clarividente no tiene poderes, sino acceso a la información del sistema de SHIELD, y por eso conoce todos sus detalles personales y los relativos a sus próximos movimientos? ¿Y si el clarividente es alguien de la propia cúpula de SHIELD? Unido a este descubrimiento, Fitz descubre casualmente el sistema de comunicación de May con el exterior, por lo que empezarán a sospechar que se trata también de una doble espía. Finalmente, acorralan a May que confiesa estar trabajando para alguien más que no puede revelar... Este incómodo equilibrio termina cuando alguien toma el control del avión de Coulson y da la orden de matar a todos sus ocupantes cuando aterrice: Victoria Hand. Aquí tenemos el resurgir de HYDRA dentro de las filas de SHIELD.
Por tanto,
un capítulo lleno de acción, muy buena interacción entre los personajes, giros de guion y misterios por resolver, en el que pasan muchas cosas a un ritmo que no nos dejará respirar. Muy en consonancia con Soldado de invierno, una trama que desarrolla a la perfección las tramas que explotarán en la película y un buen thriller de espionaje al más puro estilo Marvel. Es una pena que el retraso de su emisión en nuestro país nos haya impedido disfrutarlo antes de ver la secuela de
Capitán América para poder disfrutar a fondo de todas sus sorpresas.
Por Antonio Santos
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).