"¿POR QUÉ ALZAS, BELLA DAMA, LAS BANDERAS EN EL ALBA?"
Umi vive en el Japón de los años sesenta. Es una chica muy responsable pues lleva la carga de su familia mientras su madre está ausente y compagina con los estudios. Un día conoce a Shun, un chico encargado del periódico universitario. Ambos comenzarán una relación hasta que se den cuenta de un suceso del pasado que les puede cambiar la vida...
Goro Miyazaki (Cuentos de Terramar)
Después de
Cuentos de Terramar y las respectivas críticas y rencillas que levantó el hijo de
Hayao Miyazaki, Goro, parece que
logra resarcirse con éxito tras adaptar el cómic de Chizuru Takahashi de forma muy notable. A
Goro le hacía falta una historia así para poder quitarse la espinita tras todo el embrollo anterior, así que cinco años después nos regala
La colina de las amapolas, que si bien es una obra menor, como hemos citado, era todo lo que le hacía falta al hijo de
Miyazaki para demostrar que podía valerse por sí solo, aunque una vez más, la mano en el guión es de su padre.
Es una historia mas cercana al estilo dramático de Susurros del corazón o La tumba de las luciérnagas. de ésta forma, se aleja de la fantasía, campo donde no parece sentirse cómodo, para deleitarnos con una obra mucho mas cercana, siendo posible rodarla en carne y hueso, donde nos encontramos con las costumbres de una región pesquera del Japón de los sesenta, donde ante todo predominaba el respeto, aspecto que queda patente dentro del personaje principal de Umi, donde no solo se hacía cargo de su familia y del resto del hostal, sino que incluso en el amor mostraba una seriedad pasmosa. Y es que estamos ante una historia de puro romance clásico donde la cordialidad y la vergüenza casta juvenil nos hará sonreír en mas de una ocasión. Junto a ésto, es agradable pasear entre sus calles hasta llegar a la casa de clubes, un monumento histórico que los alumnos tratarán de conservar. Parte de la película se vuelca en éste hecho para mostrarnos la firmeza que hay en el estudio en Japón, donde todo se tomaba en serio y a la vez se disfrutaba con ello, ejemplo que tendríamos que tener aquí.
Sin embargo, toda la historia se vuelca en Umi y Shun, esa pareja que nos gusta de principio a fin y donde se ahondará en un suceso que los vincula a ambos y que no desvelaremos para hacer de ésta un disfrute mayor. Por supuesto, hay que destacar la calidad del dibujo y sobretodo de los fondos, mostrando una vez más la calidad de Ghibli, fiel al dibujo tradicional y a deleitarnos con lienzos en movimiento, ofreciendo una personalidad a cada protagonista y dando importancia al paisaje. En Kokuriko-zaka kara (La colina de las amapolas) salen muchísimos personajes secundarios y ésto supone de un trabajo mayor para el dibujante, quien ha logrado salir con éxito de tal maniobra. Por cierto, como curiosidad me gustaría destacar el detalle del Koyo Maru, donde bajo su nombre hay una placa que pone en letras bien grandes Ghibli.
Tras ver la película, nos quedamos más tranquilos sabiendo que
Hayao Miyazaki tiene un buen sucesor aunque aun le falta mucho para llegar a la calidad de las obras de su padre. Sin embargo, éste trabajo lo reafirma como un candidato perfecto y sus próximos trabajos serán esperados como la serie para televisión que está realizando, basándose en las novelas de
Astrid Lindgren. Con respecto a la banda sonora, ésta vez son
Satoshi Takebe y
Aoi Teshima quienes la componen, dándole un toque de jazz antiguo y temas míticos del Japón como los himnos que cantan los alumnos (brillante la escena del debate y el paripé que hacen cuando llega el profesor), y por supuesto no podía faltar el emblemático piano para temas nostálgicos al que se le suele sacar mucho partido en
Ghibli (sobretodo de la mano de
Hisaishi). En su mayoría, todos los temas son vocales y algunos de ellas están muy bien empleados como éste
Esukeepu de
Aoi Teshima o el cierre con
Sayonara No Natsu. En resumidas, una banda sonora brillante para la película que es, que
aun siendo una obra menor, tiene una grandeza que supera a cualquier obra de Pixar por su clase, su dibujo y la profundidad y respeto con la que se trata al espectador mas maduro. No se la pierdan.
★★★★★1/2
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.