"Como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación, y esta
explicación que os debo, os la voy a dar. Que yo, como alcalde
vuestro que soy, os debo una explicación, y esta explicación
que os debo, os la voy a dar, porque yo, como
alcalde vuestro que soy...."
La obra por excelencia del cine español que reúne todas las características, y que además fue la pionera, es sin duda alguna Bienvenido Mr. Marshall.
Nuevamente, pongámonos en situación mediante un escueto resumen por mi parte: Tras acabar la Segunda Guerra Mundial Europa estaba completamente desolada y destruida. EEUU decidió poner un programa económico de ayuda al que apodaron "Plan Marshall". La mayoría de países europeos se vieron beneficiados por este programa excepto los del bloque comunista, y España. Aquí empieza la "guasa" por nuestra parte.
Vayamos a la película: Villar del Río, un pueblo típico español (posiblemente castellano), espera con ansia la llegada de los americanos, tras el anuncio del Delegado de la región, para repartir las ayudas que están repartiendo por parte del famoso Plan Marshall. No saben nada excepto que les van a dar lo que ellos pidan (sin abusar), y que han de prepararles un gran recibimiento.
La presentación de los personajes no podía ser más fluida y divertida. Están todos los prototipos típicos de los pueblos españoles: El Alcalde, el hombre más rico del pueblo, curiosamente sordo; el Cura, guía espiritual de sus feligreses, bonachón aunque firme; el Hidalgo del pueblo, noble pero pobre, claro guiño a nuestro querido Don Quijote; el Empresario que llega al pueblo, pícaro y emprendedor, aunque con demasiadas pretensiones y ensoñaciones de grandeza; la Maestra, inteligente, capaz y "soltera"; los comerciantes... todos ellos son los dirigentes del pueblo; todos ellos seguidos por el pueblo llano, agricultores, ganadores o peones sin ideas, aspiraciones o motivaciones, masas estancadas.
Ante el temor de que los demás pueblos puedan ofrecer a los americanos un recibimiento mucho mejor, ellos deciden mostrar algo atípico en un pueblo de la zona de Castilla, un recibimiento a lo andaluz (mi hermosa tierra). El empresario convence al Alcalde para decorar todo el pueblo como si fuera uno andaluz, además compran para todos los lugareños trajes de flamenco y gitanas... ("Tipical Spanish") Todo ello acompañado de una canción de bienvenida, la famosísima "Americanoooos, vienen a España guapos y sanos". El final es soberbio. Deja clara una cosa, a optimistas no nos gana ningún pueblo en la faz de la Tierra; los españoles somos expertos en reírnos de nuestras propias tragedias y pensar que tarde o temprano todo se solucionará. No diré más para los que no la hayan visto, en especial nuestros compañeros de América Latina.
La cinta es una crítica, tanto hacia los Estados Unidos a modo de sátira y con "buen rollo" por el plan Marshall del que España, tras más de 10 años de dura pos-guerra, no se benefició en absoluto; cómo al propio régimen de Franco, con su política autocrática y de autosuficiencia, lo cual cerraba las puertas a cualquier ayuda del exterior. Quizás la censura no entendió esa última parte y la dejaron pasar pensando únicamente en el reproche hacia los yankees.
La película está dirigida por otro genio del celuloide patrio, Luis García Berlanga, además de estar escrita por Juan Antonio Bardem y Miguel Mihura.
Se presentó al Festival de Cannes, ganando el Premio Internacional de la Crítica (para Berlanga), y una mención especial al guión.
Por mi parte hacer una mención especial a la actuación de Pepe Isbert, cómo alcalde Villar del Río. Alcalde, ricachón del pueblo, viejo verde, medio-sordo, inocente, y temeroso del delegado... esplendido; y también al montaje que nos permite visionar la cinta de un modo cómodo y a gusto, con un ritmo muy bien marcado y progresivo.
•Calificación: 9/10
Por José Mayo
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.