Tras ser reclamado por herencia, el joven Frederick Frankenstein irá al castillo de Transylvania. Allí descubrirá que los experimentos de su abuelo sobre dar vida a carne muerta podrían tener cierta lógica. Junto a su criado Igor y su ayudante Inga, hará lo posible por dar vida a un ser recién fallecido.
◘ Actores
Gene Wilder (La Mujer de Rojo) es el Dr. Frankenstein
Marty Feldman (La última locura) es Igor
Peter Boyle (Atmósfera Cero) es el monstruo
Teri Garr (Tootsie) es Inga
Gene Hackman (Sin Perdón) es el hombre ciego
◘ Impresiones
Probablemente El Jovencito Frankenstein sea una de las pocas cintas mas serias de Mel Brooks. Y cuando hablo de seria me refiero a que no cae en el absurdo continuo de paridas como La loca historia del mundo, Spaceballs, Las Locas, Locas aventuras de Robin Hood o Drácula, un muerto muy contento y feliz. Cintas que son para pasar el rato pero que caen mas en el absurdo que en el amor. Sería con El jovencito Frankenstein y su posterior, La Última Locura donde Brooks brillaría con todo su esplendor haciendo humor del bueno.
Quizás a día de hoy, ésta cinta no resulte tan hilarante por su edad, pero hay que reconocer que ha envejecido perfectamente y se conserva fantásticamente por su estética. Aunque rodada en los setenta, se quiso mantener el color blanco y negro como homenaje a esa historia de Mary Shelley que guarda todo el respeto y se plantea como uno de los mejores homenajes en tono de parodia. Por eso, desde su inicio con la tipografía y la maravillosa melodía de John Morris, tenemos todos los ingredientes de una cinta de terror de los años treinta interpretada por Boris Karloff.
Curiosamente, ésta historia está producida, co-escrita y casi co-dirigida por el propio Gene Wilder quien sin ser un genio en la dirección se ve que puso a Brooks en su sitio para completar una historia que podría servir casi propiamente como secuela del original Frankenstein en vista de su historia. Y es que desde su primer momento con la charla de Wilder en clase y las auténticas diabluras que le hace al pobre paciente, ya es un no parar. Pero lógicamente, ésta película no habría sido del todo buena si no llega a ser por Marty Feldman quien poco después trabajaría con Brooks en la no menor, La última Locura. Feldman en su papel de Igor con su joroba tambaleante es quien tiene los mejores puntos. Simplemente su "penetrante" mirada es suficiente para hacernos reír, pero sus momentos en pantalla, su estilo, su bastón y sus frases directamente a cámara son con diferencia lo mejor. Si no fuera por él, ésta película habría rebajado su puntuación notablemente.
Y entre las curiosidades cabe destacar la interpretación de un Gene Hackman maquillado como hombre ciego, en uno de los momentos de homenaje a la película original. Respectivamente hay dos escenas, esa y la de la niña que deshoja flores que son prácticamente calcos de la cinta de Karloff aunque ésta cuenta con finales hilarantes. Pero el cúmulo total es para reírse, porque aunque a veces haya cierto toque de absurdo, está muy bien llevado como el policía con brazo de madera(?) al que nadie entiende cuando habla o esos momentos en los que las mujeres cantan ópera cuando están en plena excitación. Y precisamente, a pesar de su antigüedad, la cinta tiene algunos chistes subidos de tono, por lo que no es una película recomendable para los menores. Por todo lo demás y obviando algunos chistes sin gracia, ésta quizás sea la mejor cinta de Mel Brooks junto a La Última Locura. Eso... y Marty Feldman, evidentemente.
◘ BSO
John Morris rinde homenaje a las cintas de terror de los años treinta e incluye un mítico leitmotiv para la típica escena de segundos, acompañada de truenos que ha sido tan usada para programas de humor de televisión. Junto a ésto, un tema principal reconocible y brillante que se repite durante todo el film al igual que la melodía de violín que se usa para "endulzar" al monstruo.
Theme
•Lo Mejor: Marty Feldman. De lo mejor realizado por Brooks en su carrera. Lo bien que se conserva
•Lo Peor: Abusa de chistes sin gracia
•Calificación: 7.5/10
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.