Jordan es una operadora del servicio de urgencias 911. Un día recibe una llamada de una niña que está secuestrada, y se despierta en un maletero. Ella tendrá que calmarla como sea para dar con su paradero, sin embargo, el secuestrador parece ser un viejo asesino que ha vuelto actuar.
Brad Anderson, director de la interesante cinta
El Maquinista y la malísima
Vanishing On 7th Street se encarga de ésta historia guionizada por
Richard D'Ovidio en la que nos metemos en la piel de una operadora telefónica. Es una buena excusa para entender el trabajo base del servicio de urgencias mas importante. Por ello hay momentos como cuando la propia
Berry enseña a nuevos trabajadores todo el sistema donde entendemos
lo difícil que puede llegar a ser ese trabajo porque entre otras muchas cosas hay que calmar a los sujetos a través del auricular.
No hay que hacer promesas, pero lo peor, como decía una de las chicas en el film, es no saber que ha pasado tras finalizar esa llamada. No saber si la policía ha llegado a tiempo, si hay una víctima, algún muerto... ese es el mayor dolor, de ahí que se haga tanto hincapié en no mantener ningún tipo de relación vocal con el sujeto ni hacer ninguna promesa, sino mantenerlo atento y hacer llegar a la policía o al servicio que haga falta lo antes posible.
Tras éste acercamiento a esa "colmena" de trabajadores y llamadas incesantes llega el momento crucial del film cuando ocurre un secuestro del que Jordan se vuelve a hacer cargo tras estar "retirada" de las llamadas por un percance anterior. Vuelve a tener nervios de acero y es a partir de aquí cuando llega el suspense principal de la historia y donde
Brad Anderson resuelve de muy buena manera. Aunque tarda en entrar en acción,
es justo a raíz de esa llamada entre el personaje de
Breslin y
Berry cuando nos quedaremos pegados a la butaca gracias al magnífico suspense. A veces sentiremos rabia, en otras cierta alegría por la esperanza de la chiquilla, pero no vamos a revelaros nada para que podáis disfrutar de su metraje, el cual es muy acertado.
De la misma manera, la interpretación de
Michael Eklund como psicópata me parece que está a un nivel superior. Su papel de perturbado y psicótico se magnifica en el tramo final y es digno de aplauso. De la misma forma, la protagonista de la simpática cinta
Pequeña Miss Sunshine, la crecidita
Abigail Breslin tiene una genial interpretación en la piel de una joven que lo pasa francamente mal y sus momentos de desesperación calan en el espectador al sonar tan verídicos como ese mensaje a su madre que pone los vellos de punta.
Halle Berry es probablemente la que rebaje su nivel de interpretación aunque su primera hora no es fácil ya que está simplemente sentada ante un auricular.
Es su segunda parte la que no convence cuando toma el rol de heroína y decide investigar por su cuenta, mostrando claramente que la policía no tiene ni idea sobre como hacer su trabajo. De la misma forma, hay
algunos momentos que son demasiado surrealistas como los diferentes momentos en los que el psicópata para su coche para mirar detrás, tanto en la calle como en la gasolinera. Es demasiada casualidad que solo sea una persona la que vea lo ocurrido y no haya nadie mas. Así, sumamos el final (
SPOILER) cuando Berry y Breslin deciden tomarse la justicia por su mano y acabar de esa manera la historia, el cual no me termina por convencer pero que tampoco me disgusta del todo (
FIN SPOILER).
En resumidas, es una cinta que
entretiene y que
mantiene en tensión, que a fin de cuentas es lo mínimo que se le pide. De la misma forma hay algunos momentos "pastiche" que se le podrían echar en cara al director pero que como trabajo en conjunto es interesante.
◘ BSO
John Debney realiza un score perfecto para la tensión y con algunos momentos electrónicos acordes al estilo policial. No es una banda sonora sobresaliente pero hay algunos cortes a resaltar que lo merecen como y que juegan en consonancia con el secuestro y los momentos de quietud que acaban explosionando en sorpresa.
Michael Drives
Message to Mom
Assault on the Cabin
•Lo Mejor: Todo el secuestro y la tensión que guarda. Eklund y Breslin
•Lo Peor: Que nadie vea nada en plena calle. El final.
•Calificación:
6.5/10
Por Dante Martín