En 1975 y con las miras en rodar un film sobre Napoleón, Kubrick rodó Barry Lyndon, una película de época en el que de seguro hubiese sido el film con el que Robert Redford habría despuntado. Pero, Redford no sale. ¿Entonces? Era el elegido por Kubrick para el papel de protagonista, pero la productora le obligó a usar a Ryan O´Neal. Esa imposición fue debida al éxito que tuvo con Love Story y sus siguientes trabajos como el de ¿Que me pasa Doctor?, por lo que se había convertido en un autentico actor-reclamo.
El maestro accedió pero a regañadientes, como era costumbre en el. El trabajo de O´Neal no le convencía en absoluto por lo que debido a sus constantes equivocaciones, tenía que rodar las tomas repetidamente en innumerables ocasiones.
Por una parte O´Neal lo tacha a la perfección de Kubrick al rodar las escenas, pero es que el director achaca parte de culpa a O´Neal por su mal trabajo. Simplemente en escenas a caballo tenía que rodar casi treinta tomas diferentes porque nunca acertaba siquiera a poner el pie en su sitio. Palabras del actor demuestran que por cada escena rodaban unas veinticinco tomas, por lo que el aburrimiento para algunos era extremo, y para colmo, el rodaje del film como era normal tuvo grandes problemas, entre ellos por la extensa duración del film, de más de tres horas. Así que tuvieron que hacer una parada para descansar en periodo navideño.
La primera imagen del film. Una belleza artística. Vaya fotografía!!
Pero el contratiempo mayor fue sin duda en Irlanda, cuando el IRA amenazó de muerte al director y su familia. La amenaza tuvo su efecto. Cuando en los campos Irlandeses se rodaba la batalla entre Ingleses e Irlandeses, los del IRA creyendo que se rodaba una película a favor del pueblo Inglés la emprendió a disparos con Kubrick y los demás como advertencia por lo que finalmente tuvieron que dejar aquel lugar y volver a Inglaterra.
Barry Lyndon es un film sin duda majestuoso y que a pesar de su duración se hace cortísimo. Nos habla de la trayectoria de Redmond Barry, un joven huérfano de padre que se enamora de su prima, que tiene que huir, alistarse en el ejercito, desertar, acabar en el ejercito prusiano, servir como espía y un largo etcétera con el que nos quedamos cortos. En el film solo hay trama mas trama dentro de la vida de Redmond, que sin duda es no menos que excitante.
Y lógicamente me quito el sombrero, ya dejando atrás que el film sea de Kubrick. Simplemente sabiendo de lo mal actor que es O´Neal y de lo bien que está en el film, es simplemente apabullante.
Una vez más, el director da muestra de maestría y arte. Solo al comenzar el film vemos un plano fijo con una fotografía maravillosa y a lo lejos un duelo. Mientras, sonando el Harpischord Suite en D Menor de Handel. Solo con eso ya sabemos que estamos ante una película de una magnitud tremenda. Ese tema, característico de Kubrick y bien sabida su relación a los temas clásicos en sus films, suena durante toda la película en diversas ocasiones, siempre dejando un clímax de desasosiego y penumbra.
Y el film tuvo cambios, típicos del director al "trastear" el guión, y es que duelos con resultados finales como el de su hijastro, ni siquiera se citan en el libro. Pero viéndolo en el film no puede uno menos que levantarse y aplaudir clamorosamente con entusiasmo, pues todo queda perfecto. Muchos de vosotros diréis... "Ya está el tío éste poniéndole flores y echándole piropos al Kubrick". Pero es que es cierto, Barry Lyndon es simplemente perfecta. Su historia, fotografía, actuaciones, música... es simplemente única.
Redmond Barry recién convertido en Barry Lyndon
Pero sin duda, lo que mas atrae es saber que el film fue el primero que se rodó con luz original, no artificial a como se acostumbraba en los films de aquella época. La razón es que Kubrick poseía una lente diseñada por la NASA y que había comprado. Pero ¡ojo! antes la había utilizado, por lo que sabía de sobra de su uso y resultado.
¿Y en que otro "proyecto" la usó? Algunos diréis que es mentira, pero yo soy de los que afirman con firmeza que lo siguiente es totalmente fidedigno: Kubrick fue el encargado de rodar "La llegada a la Luna". No, no es un documental ni una película, es sencillamente el alunizaje del Apollo XI en aquel territorio donde nunca nadie "ha vuelto a ir". Todo fue un montaje y Kubrick rodó aquellas imágenes con las lentes nuevas que la NASA había creado, y es por ello que insistió en la compra de una de ellas, dándole así una mejor visualización al film y que sin duda tras su remasterizacón a la Alta Definición, podemos no menos que quedarnos asombrados ante tales escenas, no solo por su nitidez sino por su forma de expandir la fotografía, mostrando claramente imágenes como cuadros. Y si queréis mas información sobre el montaje del viaje a la luna, miraos el documental "La Cara Oculta de la Luna", sí como el Dark Side of the Moon de Pink Floyd. No tiene desperdicio (Y el disco de los PF menos aún).
Volviendo a Barry Lyndon. Os aconsejo que veáis su version original, por el doblaje más que nada ya que el español, sobretodo el del protagonista no solo deja mucho que desear sino que tiene una voz ridícula. Kubrick seleccionaba los doblajes en españa, escogía a actores de cine o teatro más o menos conocidos y he ahí el premio. Sendos doblajes como el de El Resplandor o éste film del que hablamos son sin duda para tirarlos a la papelera. Aunque en Barry Lyndon salvamos el narrador, que curiosamente era Jose Luis Lopez Vazquez y está francamente bien.
Aunque no tuvo mucho éxito en su época y costó más de lo que recaudó, pudo recuperar parte de lo perdido cuando fue nominada a nada menos que siete oscars de la academia, ganando cuatro de ellos, Banda Sonora Adaptada, Vestuario, Fotografía y Dirección Artística.
En resumidas, una obra maestra total y absoluta que nunca me cansaré de ver, del que sin duda fue y será el mejor director del mundo, el maestro absoluto y total, Stanley Kubrick!! (Aplausos)
Lo mejor del Film: Absolutamente todo
Lo peor del Film: Absolutamente nada
Calificación: 10/10
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.