Tras el brutal final del episodio anterior es tiempo de lamerse las heridas.
Gracias a su organismo acelerado Barry se recupera rápidamente de sus heridas físicas. Sin embargo, a nivel mental la cosa es muy distinta. Una derrota tan humillante hace mella, y más aún saber que has decepcionado a tu ciudad y sobre todo a ti mismo. Dos circunstancias ayudarán a sobrellevar la desazón. La primera, el apoyo incondicional de sus compañeros y de un visitante especial que le hará abrir las miras. La segunda, la vuelta al primer plano de un viejo conocido que le obligará a volver a entrar en acción; Gorilla Grodd. Pese a que el bestial simio superdotado siempre garantiza el espectáculo la chicha del capítulo se circunscribe a un ámbito más intimista. Como muchas veces hemos comentado, el cariño de los responsables por sus personajes es digno de elogio.
La principal característica de este Flash es que no se trata de una presencia cuasi-divina que sobrevuela sobre los meros mortales, sino de un ser falible, como cualquiera de nosotros, con sus problemas, sus decisiones equivocadas y su voluntad para sobreponerse y encarar las vicisitudes de un nuevo día. Esto es, un capítulo de transición antes del crossover que nos sigue anticipando a las
Leyendas del mañana, pero con el gusto y buen hacer propios de esta serie.
La cosa no es fácil para ninguno de los miembros del equipo tras la estrepitosa derrota, aunque dos de los integrantes se verán particularmente afectados: el propio Barry y Harrison Wells.
Este último vivirá también su propia crisis interna. La derrota lo aleja un paso más de la liberación de su hija y destroza completamente sus planes de vencer a su captor. Ni la ilusión de que la mejor disposición y arrojo del Flash de nuestra Tierra fuera suficiente junto con su intelecto para derrotar al malvado Zoom ha resultado ser nada más que una vana esperanza. Sus planes para volver a Tierra-2 y derrotar él solo al villano, sin poner en peligro a nadie más, se verán interrumpidos con Caitlin. Finalmente Wells ha conseguido que confíen en él, y la científica será una baza importante para que finalmente decida quedarse junto con el resto del equipo para buscar una solución conjunta. La unión hace la fuerza y la vida de una persona depende de ello. Por cierto, que el nombre de Jesse y el apelativo de
"Quick" nos da pistas para la futura incorporación de un nuevo velocista a la nómina de la serie.
Poco tiempo hay para lamerse las heridas. Alguien está robando productos químicos que parecen tener un denominador común: potenciar la inteligencia. Además,
la brutalidad de los robos y el rastro de sangre que dejan a su paso anticipan el regreso de una bestia parda como Grodd. Antes de que puedan localizarlo el gorila hará su siguiente movimiento: secuestrar a Caitlin. Su plan en muy sencillo. Sabe que la chica es una persona sumamente inteligente y, además, la única de los
"apestosos humanos" en la que puede confiar. De esta forma,
lo que le pide es poco menos que una "familia". Es decir, utilizar los productos para fabricar otros simios inteligentes como él. Un instinto tan primario como evitar la cruel soledad, aunque digamos que los métodos no son los más diplomáticos. ¿Cómo rescatar a Caitlin estando Flash a medio gas? Wells y Cisco idean un plan: dado que el primero es un calco del
"padre" del simio apelarán a la relación entre ambos para engañar al gorila. Al igual que ocurrió con Jay, de nuevo tenemos como cebo a un velocista sin poderes, en este caso desempolvando el traje del Flash reverso. Recuerdos ingratos que, pese a un recibimiento bastante conflictivo por parte de Grodd, darán su resultado.
Wells se hará pronto con la situación permitiendo que Caitlin escape con vida.
Sin embargo, queda la parte contratante de la segunda parte. No es de recibo tener a un gorila inteligente y con poderes telepáticos rondando por Central City como si no pasara nada. Hay que hacer algo, y necesitan a Barry.
La paternidad será un elemento fundamental en este episodio, y de esta forma tenemos el regreso de Henry Allen, quien se encargará de curar las heridas psicológicas de su hijo. Nadie como un ex-presidiario obligado a cumplir condena por un crimen contra su propia familia que no había cometido, que le supuso el desprecio de muchos de sus amigos y conocidos y el escarnio de la prensa, para comprender por lo que está pasando Barry. Como le hará ver, lo importante es lo que piensen tus amigos, aquellos confían en ti y cada día ponen su vida en tus manos sin pensárselo dos veces. De esta forma, Flash será fundamental en el nuevo plan de Wells para librarse de Grodd sin matarlo.
Su objetivo es hacerle atravesar un portal que lleva a un lugar seguro de Tierra-2, cosa que conseguirán tras alguna complicación gracias a la pericia técnica de Wells y Cisco, la confianza del gorila en Caitlin y el poder de Flash. Como resultado, la promesa de Caitlin al gorila terminará haciéndose realidad.
Grodd llega a un lugar mejor, nada menos que a Ciudad Gorila de Tierra-2, un paraje en mitad de la selva habitado por otros gorilas inteligentes fruto de experimentos científicos. No será la última vez que sepamos de él.