"A VECES LAS REGLAS, INCLUSO LAS DE MAMÁ, TIENEN QUE ROMPERSE"
¿De qué va?
Una familia lleva 301 días bajo tierra con temor de lo que hay en el exterior. Las salidas las tienen bloqueadas con cadenas para evitar la intrusión de algo que acecha fuera y de lo que huyen... algo a lo que llaman: los bufadores.
Reparto
Alexander Skarsgård es Ray
Andrea Riseborough es Claire
Emily Alynd Lind es Zoe
Dirección
Matt Duffer
Ross Duffer
Impresiones
Los hermanos Duffer debutan en el largometraje tras su incursión en algunos episodios de la serie Wayward Pines. El resultado de Hidden -subtitulada en España como Terror en Kingsville- es más que interesante porque los directores han sabido avivar la expectación mediante el suspense. Si bien es cierto que su primera mitad es algo lenta, merece la pena por completo porque juegan con el espectador al intentar averiguar cual es la amenaza en cuestión y por qué huyen de ellos. Las pistas las recibimos con cuentagotas y algunas de las palabras de la familia protagonista tendrán mucho valor en la evolución de la obra.

Merece la pena aguantar hasta el final, porque Hidden: Terror en Kingsville no es la típica película y aunque su producción ha llegado en formato casero directo a España, es un trabajo digno, interesante y que sorprende. Sus tres protagonistas principales, es decir, la familia, borda su trabajo. Alexander Skarsgård y Andrea Riseborough cumplen como el matrimonio que trata de proteger ante todo a su pequeña Zoe, interpretada por Emily Alynd Lind, una niña enigmática y de la que se agradece no ser cargante. Ella será la que tenga metida en vena ciertas leyes que debe recordar día a día, unas normas importantes para su supervivencia y que serán parte de la clave de todo. La trama los lleva a estar 301 días bajo tierra por una amenaza de la que se esconden bajo cadenas. Y repito, puede parecer, pero no es lo que parece. Aunque creamos que va de una cosa que bien puede ser manida, la magia reside en la vuelta de tuerca que los directores nos proponen, y es ahí donde radica la magia del film, en regalarnos algo diferente con un tema y género que está hoy completamente saturado. Pero por supuesto, hasta aquí puedo relatar, porque es vital que no os revelen absolutamente nada de lo que ocurre en ella. Cualquier detalle podría ser tan desastroso como saber que Bruce Willis es un muerto en El sexto sentido.
Mi impresión general es muy positiva. No es una obra maestra pero consigue entretener y mantenernos pegados a la butaca durante su escasa hora y media, lo cual es de agradecer y un logro hoy día. Como plus, tenemos la partitura de David Julyan, fiel amigo y compositor en los inicios de Christopher Nolan. El score es fiel a su estilo, fondos sintetizados con algún que otro crescendo para la sorpresa y la revelación final que de seguro supondrá un soberano guantazo en la cara del espectador. Una torta de esas que se reciben con gusto, de esas que ponemos la otra mejilla para que nos den más fuerte para ver si lo que estamos viendo es real o tan solo un sueño. ★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.