"TENGO DOS VIDAS. UNA, EN LA QUE ESTAMOS HABLANDO EN ESTE MOMENTO, TODO VA BIEN Y TENGO TRABAJO. LUEGO ME VOY A DORMIR Y TENGO OTRA VIDA CON LA QUE TENGO QUE LIDIAR"
¿De qué va?
Un curioso documento sobre el desarrollo del sueño y el momento conocido como parálisis del cerebro donde las pesadillas no tienen fin y afectan a cientos de personas.
Director
Rodney Ascher (Habitación 237)
Impresiones
En un estado intermedio entre la vigilia y el sueño, entre la realidad y la fantasía, se produce lo que los expertos denominan parálisis del sueño. Se producen pesadillas ante tus ojos, pero no puedes moverte. Tampoco puedes decir nada, ni pedir auxilio. Estás despierto pero a la vez duermes y sueñas. Un angustioso estado transitorio que padecen muchísimas personas en el mundo, y que temen quedarse dormidos, como si el mismísimo Freddy Krueger fuese a visitar sus pesadillas.
The Nightmare aborda este problema desde la raíz, analizando las causas y explorando las consecuencias a través de los testimonios de un grupo de personas que exponen lo que ven y sienten cada noche cuando su propio cuarto se convierte en una pesadilla tan real que aprisiona su pecho como el íncubo de La pesadilla de Henry Fuseli, cuando hombres-sombra pululan ante sus ojos en la oscuridad de la noche, sin que puedan hacer nada por despertar. Además realizando un ejercicio de cine dentro del cine, haciendo un repaso por todas aquellas películas que, como Pesadilla en Elm Street o Insidious, se hacen eco de este trastorno para tejer sus propias tramas.
El cineasta Rodney Ascher sigue interesado en explorar el terror de manera indirecta, sin aferrarse a los paradigmas del género, a través de otras formas narrativas sugerentes, pero a veces excesivamente parapetadas dentro de sus márgenes formales. Ya lo hizo en su anterior trabajo, Room 237, donde estudiaba la paranoia encerrada tras las múltiples interpretaciones de esa obra maestra titulada El resplandor. Y tal como hiciera entonces, funde realidad y ficción de tal manera que es difícil diferenciar la línea que separa ambos mundos. Ascher no se limita a grabar testimonios, se mete en la cabeza de todos aquellos que padecen el trastorno, y convierte sus pesadillas en celuloide. Realiza un interesante documental de (no) ficción que gana enteros en el momento en que se adentra en las pesadillas y las materializa ante nuestros ojos, demostrando un magnífico uso de la fotografía y la música para generar atmósferas. La otra parte, la estrictamente documental, es la que impide que esta película sea mejor de lo que es. Le ocurre como a otras muchas cintas hermanas, no consigue mantener un ritmo constante durante todo el metraje. Cuando se adentra en lo desconocido y lo convierte en algo físico, algo visual, capta el interés del espectador. Cuando se queda en lo meramente informativo, cuando sucumbe a las reglas del documental, pierde interés y se vuelve aburrida.
Pero en términos generales, The Nightmare es un film interesante en su fondo y en la forma en que está planteado, a pesar de su irregularidad. E invita a pensar si su director no haría mejor saltando definitivamente al terror. Porque si en ese salto a la ficción absoluta logra meter el miedo en el cuerpo tanto como en los segmentos oníricos en los que se zambulle sin complejos, podríamos ganar a un efectivo realizador dentro del género. ★★★★★
Por Gerardo Medina
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.