"TIENE BUEN CORAZÓN, SOLO QUE SIGUE TRAICIONÁNDOLE CONSTANTEMENTE"
¿De qué va?
A la tercera edad, Danny Collins sigue abarrotando los escenarios con sus canciones aunque vive de sus antiguos éxitos. Un día, un buen amigo le regala una carta de hace cuarenta años que compró a un coleccionista. La carta era de John Lennon e iba dirigida exclusivamente a él. Las palabras lo remueven tanto que decide cambiar su visión y abandonar su vida de excesos para convertirse en una persona "normal" y saldar cuentas pendientes.
Reparto
Al Pacino es Danny Collins
Christopher Plummer es Frank Grubman
Annette Bening es Mary Sinclair
Jennifer Garner es Samantha Leigh Donnelly
Bobby Cannavale es Tom Donnelly
Melissa Benoist es Jamie
Dirección
Dan Fogelman
Impresiones
El debut de Dan Fogelman en la dirección pisa fuerte en la crítica. Anteriormente había sido guionista para Disney con escritos para Bolt, Cars o Enredados. De la misma forma, escribe el guion de Danny Collins, una cinta que tal y como reza al principio, está "basada en hechos reales... o al menos un poco". Y ésto es así ya que nos encontramos ante un aparente biopic transformado. Me explico, Danny Collins no existió, pero sí el personaje en el que se basa y lo que ocurre en relación a la carta que le escribió John Lennon. A partir de ahí, Fogelman hace uso de su imaginación para crear la película.
La historia verdadera tiene en la sombra el nombre de Steve Tilston, a quien podemos ver durante los créditos finales. Éste músico de género folk sentía plena adoración por John Lennon, y tras una entrevista en un magazine musical donde exponía sus temores a la fama en el futuro, obtuvo respuesta por parte de John Lennon, solo que él no lo sabía. Recibió la carta cuarenta años después por la compra de un amigo a un coleccionista de The Beatles. Cuando la leyó, no pudo más que plantearse varios interrogantes, ya que en la carta venía adjunto el teléfono del ex-Beatle para tener una charla productiva sobre su modo de vivir. ¿Y si hubiese recibido la carta en su momento? ¿La llamada a Lennon le habría cambiado la vida o su modo de verla?. Esas son las preguntas que se hacía el músico que quedan reflejadas en Danny Collins y es a partir de ese momento cuando comienza el carrusel de emociones en una cinta que tiene una base de verdad y el resto ficción, siendo en conjunto un trabajo prácticamente excelente.
No por ello hablamos de una obra maestra, pero sí hay que concretar que estamos ante la plena resurrección por parte del mejor Pacino de los últimos tiempos, donde no solo escarifica, se retuerce, sufre y se enamora, ¡sino que también canta!, lo hace todo éste hombre y solo por eso caemos rendidos a sus pies -sobre todo yo, que es mi actor favorito-. La cinta se vuelve emotiva y poco a poco va desvaneciendo su tono para ofrecer un producto más genérico con la trama del hombre que quiere preocuparse por la familia a la que no ha visto en años, por citar un ejemplo. Pero aun con esos tópicos, está muy bien dirigida y se agradece. Hay momentos que nos muestran la triste realidad en la que músicos que fueron estrellas en su día, hoy solo se alimentan de viejos éxitos, que a fin de cuentas es lo que pide la gente en sus conciertos. No hay hueco para la novedad y ésto acaba frustrando. Me viene a la mente el caso de Rod Stewart, quien lleva encadenando discos de reliquias y clásicos de otros durante años.
Como curiosidad, cabe destacar que aunque Pacino interpreta dos canciones en la película, la primera escena que vemos en el concierto fue real -aunque tuvo su posterior montaje- ya que aprovechó una gira del grupo Chicago para hacer cantar a la gente su canción, Baby doll, y ser grabada tal y como vemos al inicio del film. Por otra parte, el músico Ryan Adams hizo lo que estuvo en su mano para conseguir los derechos de varios temas de John Lennon que inundan por completo la película dándole aún más riqueza por esa unión entre el ex-Beatle y Collins -o Tilston, mismamente- . Adams compone también el tema Don't look down, corte a piano que canta de forma íntima y podemos escuchar íntegramente en los créditos finales por voz de Pacino también.
Danny Collins es una película con fuerza que nos habla de como se pueden desperdiciar buenas intenciones y actos en tan solo un segundo. Los diálogos son muy buenos y la entrada de Christopher Plummer, quien se reúne con Pacino nuevamente tras la espectacular The Insider (El dilema) de Michael Mann, es maravillosa, otorgando aun más clase al film. Difícil quedarse con una sola escena, pero cabe destacar que el final, justo antes de los créditos, es de una hermosura y ternura que sobrecoge. Solo puedo decir ¡Bravo!. Sí, no será una de las obras cumbres del 2015, pero las actuaciones, su emotividad y el papelón de Al Pacino es de sobresaliente. Dan Fogelman puede estar orgulloso de su ópera prima y estaremos vigilando sus próximos pasos. ★★★★★1/2
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.