"SI NO TE RÍES DE TI MISMO, LA VIDA SE TE HARÁ MÁS LARGA DE LO QUE ES"
¿De qué va?
Andrew Largeman recibe una trágica noticia: su madre ha muerto. Invadido por los recuerdos del pasado, vuelve a su hogar, a ver a su padre, que es su propio psiquiatra, y a sus viejos amigos, e incluso conocerá a una peculiar chica. Durante esos días, dejará de medicarse para "limpiarse" y encontrarse a sí mismo.
Reparto
Zach Braff es Andrew Largeman
Peter Sarsgaard es Mark
Natalie Portman es Sam
Ian Holm es Gideon Largeman
Dirección
Zach Braff (Ojalá estuviera aquí)
Impresiones
Supuso la ópera prima de Zach Braff como director y también como guionista. Comenzó a escribir la historia en su ratos de universidad hasta que se puso a fondo y lo completó en un periodo de tres meses. Gran parte de él, un ochenta por ciento, está basado en sucesos verídicos, ocurridos a amigos o familiares. Garden State (Algo en común), es un drama independiente con toques de humor absurdo que se transforma en una cinta convertida a día de hoy en esencial por la ternura que desprenden sus protagonistas. Por entonces, era un reparto muy joven y el trío formado por Braff, Portman y Sarsgaard es entrañable.
La historia nos narra la vida de un joven que vive medicado desde niño por un trauma de la infancia. Su padre, interpretado por Ian Holm, ha sido su propio psiquiatra y siempre ha tratado por mantenerlo lejos y con recetas médicas. Pero un día, fallece su madre y regresa al sitio donde se crió. Cabe destacar que Andrew ha vivido sus últimos años como actor y tuvo una aparición en un drama deportivo en el que hacía de persona con retraso mental, por lo que cuando llega a su ciudad, sus viejos amigos lo tratan de estrella, pero lejos de eso, vive amargado por no obtener el perdón de su familia, por estar medicado y por no aspirar a más, entre otras cosas por estar atado a la vicodina y al litio. Aunque no se explica para qué es cada cosa, el litio se usa para medicar el trastorno bipolar y la depresión, por lo que intuimos que Andrew aspira a ser otro sin esas drogas. De hecho, el comienzo del film nos da una clara muestra en sus primeros minutos de su forma de actuar día a día.

Llegados a éste punto, la aparición en escena de sus viejos amigos y sobre todo, de la peculiar Sam, interpretada por una jovencita y tierna Natalie Portman, harán mella en él y en el espectador. Sin desvelar más de la historia, cabe decir que el personaje de Portman y su excéntrico mundo, serán los pilares fundamentales para que Andrew abra los ojos y se plantee a hacer cosas que no se atrevía por temor a su padre, por ejemplo.
La maestría de Garden State la hallamos en el libreto y en la dirección, Braff está impecable en ésta historia de situaciones, personajes entrañables, dramas conocidos y surrealismo. Lo que no deja que sea redonda del todo es precisamente su final, tan típico y manido como la mayoría del cine romántico de hoy en día, sin dejar algo abierto para que el espectador imagine. Ahí se traiciona Braff, quien contaba en el rodaje que en Garden State se había propuesto hacer una película sin seguir los patrones de la mayoría del cine al narrar en actos este tipo de situaciones. Lo consigue a medias hasta llegar al final, que aun así, la cinta resulta inolvidable y nos gusta, está repleta de frases memorables y escenas convertidas ya en clásicas. Por otra parte, la banda sonora, o mejor dicho, la selección de canciones independientes, con grupos como Coldplay, The Shins o Zero 7, es perfecta para el tipo de película que vemos e incluso se ha llevado varios premios, anteponiéndose a la partitura de Chad Fisher, curiosamente. En resumidas, Garden State es una preciosidad de película que gusta ver una y otra vez. ¿Quien no le daría un abrazo a esa tierna y mentirosilla Natalie Portman mientras entierra a sus animalitos en su jardín? ★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.