SPEND
Mientras que Daryl y Aaron salen a investigar y encontrar gente que merezca la pena para incrementar la comunidad, el padre Gabriel se rasga las vestiduras simbólicamente y lo paga con la bíblia, rompiendo sus páginas. Su agobio interior y tensión será revelado en el tramo final del episodio. Mientras tanto observamos a Noah tener una reunión mañanera con el marido de Deanna. Le dice que quiere aprender a construir para que los muros aguanten, por lo que el hombre le da un cuaderno en blanco para que anote todo con atención y aprenda lo que le va a enseñar.
La red eléctrica sufre de cortes continuos y envían a un grupo formado por Aiden, Nicholas, Tara, Glenn, Noah y Eugene, que es el experto en la materia, para ir a un almacén y encontrar el sistema que necesitan. Una vez allí, la cobardía de Eugene se incrementa, no quiere armas, deja que los demás hagan el trabajo sucio, y se dice una y otra vez que no debería estar allí. Al entrar, un grupo de zombies tras una verja los mantiene en tensión, pero el problema llega cuando un caminante con armadura que se ha colado allí, aparece delante de Aiden. Éste dispara una y otra vez con tan mala suerte que le da a una de las granadas. El resultado es que Aiden sale despedido y acaba empalado pero sigue con vida. Tara ha sido la otra que ha salido mal parada, con un golpe en la cabeza. Glenn, Noah y Nicholas tratan de liberarlo pero es imposible, los caminantes se les echan encima y lo devoran. El que era su amigo, Nicholas, huye como perro del infierno y queda atascado en una puerta giratoria con Glenn y Noah en otro extremo y en el exterior, una jauría de caminantes. Mientras tanto, Eugene madura, saca valor y se lleva a Tara mientras elimina a los caminantes que se encuentra. Coge la furgoneta y enciende la música para llamar la atención del grupo. Quedan liberados por una parte pero siguen atascados. Nicholas sale y expone a los demás a los hambrientos caminantes que acaban arrastrando a Noah y le dan una muerte terrible y dolorosa de cara a la pantalla ante la atenta mirada de Glenn… De vuelta a la comunidad, nos fijamos en el cuaderno de Noah, con una frase que abría la primera página. “Ésto es el comienzo”

La segunda trama nos lleva ante Abraham. Lleva días que vive ahogado en si mismo. Va con el grupo liderado por Tobin para acercarse a una obra y coger materiales para hacer más robusto el muro. Mientras Francine está en lo alto de una excavadora, un grupo de caminantes se acerca y estos se ponen nerviosos. Al disparar, le dan al brazo de la máquina y hacen caer a Francine. Todos se echan para atrás y huyen, pero Abraham se acerca para ayudarla y acaba luchando a porrazo limpio contra ellos, dejando en ridículo al resto del grupo. Una vez limpio el terreno, deciden volver a la comunidad, pero Abraham quiere aprovechar las tres horas de luz que quedan para seguir trabajando. Ahora es un líder, se encuentra en su salsa, liberado.
El hijo de Jessie, persigue a Carol, quiere más galletas. Aunque se lo quiere quitar de encima, le dice que si le trae chocolate se las hará. El niño, empeñado en lo suyo, le trae el pedido y entre ellos salta una conversación extraña cuando le pide un arma, pero no para él. Cuando Carol quiere descubrir para quien, el niño huye, por lo que decide visitar a Pete, pero éste le da con la puerta en las narices. Intuye que hay maltrato de por medio, de hecho, minutos antes, el marido de Jessie le hizo una incómoda visita a Rick, cerveza en mano. “Seamos amigos. Es lo que deberíamos ser, ¿no?” Fue lo que le dijo. Cuando Carol regresa, le dice a Rick unas palabras totalmente claras: “Las cosas con Pete solo pueden ir de un solo modo. Vas a tener que matarle”
Finalmente regresamos ante Gabriel, quien visita a Deanna con un mensaje: “Satanás se disfraza de angel de luz. Cometiste un error al dejar entrar a los otros, Rick, su grupo… no son buena gente. Han hecho cosas inconfesables” Le ruega porque no sea tarde para que reaccione, pero lo que no sabe es que Maggie está allí escuchando. Ella se despide diciendo que pensará en todo lo que ha dicho, mientras la furgoneta llega a la comunidad pidiendo ayuda...
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.