"LAS IDEAS SON PACÍFICAS PERO LA HISTORIA ES VIOLENTA"
¿De qué va?
En los últimos coletazos de la segunda guerra mundial, los americanos atacan en Alemania, invadiendo ciudad tras ciudad. El Fury, un tanque comandado por Don Collier y su equipo, se adentra en la batalla sufriendo el ataque de aquellos que ya no tienen nada que perder y lo dan todo por Hitler.
Reparto
Brad Pitt es Don Collier
Logan Lerman es Norman
Shia LaBeouf es Boyd
Jon Bernthal es Grady
Michael Peña es Gordo
Jason Isaacs es el Capitán Waggoner
Dirección
David Ayer (Sabotage)
Impresiones
David Ayer, acomodado en el violento cine de guerrilla urbana, tras títulos como
Harsh Times, Los Dueños de la Calle, Sin Tregua o
Sabotage, lleva esa violencia al pasado, a la segunda guerra mundial. Nos narra la historia de un peculiar grupo de ataque americano a lomos del Fury, un tanque que abre camino invadiendo las ciudades en la que los alemanes se esconden. La película, producida por el propio
Brad Pitt y con un guión escrito por el director,
trata de ir al grano, mostrando la carnicería y la crudeza del propio ejercito alemán, capaz de colocar a niños en el punto de mira y colgar a todo aquel que rehúse apoyarles. Sin embargo, la cinta, como en muchas otras (o quizás no tantas),
nos hace ver el punto de fanatismo del bando contrario, los americanos. Algunos de ellos implacables ante los alemanes, sin ofrecer perdón alguno y eliminando sin miramiento a todo aquel que se ponga delante, siendo capaces de abusar incluso de las mujeres.

La elección de actores para el grupo a bordo del Fury nos muestra una distinción de personalidades. Jon Bernthal podría ser fácilmente el chalado. Su personaje, a mi parecer, está poco explotado, porque si bien vemos sus arranques en un par de momentos, le falta más presencia en el film para hacer ver hasta que punto es capaz de llevar su locura. Michael Peña, el eterno latino, interpreta a Gordo, quizás el más racional del grupo. Luego está Shia LaBeouf, un personaje que como su apodo nos revela, Biblia, es el más religioso, dando muestras de que si están vivos, es porque el señor aun no los ha reclamado. Si bien es cierto que LaBeouf no es un actor muy querido por sus polémicas declaraciones y lo saturado de su papel en Transformers, aquí puede sorprender (o no). Personalmente, agradezco que no cope demasiado en pantalla, entre otras cosas porque su rol no está del todo acertado. Cada vez que habla o mira a la pantalla tiene los ojos llorosos, hay exceso en su personaje y sin embargo es un secundario. Luego está el que bien podría ser el co-protagonista de ésta historia, el joven Logan Lerman. Su papel es el de un joven que lleva ocho semanas alistado. Una persona que no ha matado a nadie, un taquígrafo que acaba en el Fury y que recibe la mayor de las lecciones batiéndose entre la vida y la muerte, dependiendo de sus actos para salvar a los demás o hundirlos en el barro. Sí me gusta su actuación, lo que no me gusta es lo que ocurre en ciertos momentos, pero de eso hablaré más abajo. Finalmente, el protagonista de la obra, Brad Pitt, es Don "Wardaddy". Un sanguinario que no duda en eliminar a su enemigo aunque respeta en profundidad a las mujeres.
De ahí que la escena del encuentro de las dos damas alemanas sea uno de los mejores momentos del metraje. Un alargado suspense que se magnifica con la llegada del resto del grupo, justo el momento donde podemos ver en su salsa a Bernthal en su locura interpretativa. No será el único buen momento del film, hay varios a lo largo de sus dos horas. Y lo bueno es que es una película que entretiene y se pasa volando. Pero sin lugar a dudas, lo mejor lo encontramos en la dirección. David Ayer se divide del resto por ser excesivo, violento, si hay que mostrar sangre se muestra. En Fury hay aplastamientos, trozos de cara, muertes dolorosas. Es, probablemente, el aspecto más brillante de la obra, el realismo y la crudeza y sobre todo, el estilo personal del director. Me imagino a Ayer rodando la cuarta entrega de Los Mercenarios -que no va a ser así porque su próximo proyecto es Suicide Squad- y yo aplaudiendo por ofrecer un espectáculo sanguinario como debe de ser en una película de esas características y no el estropicio que cometieron en la tercera entrega.

Me gustaría destacar la gran escena del combate entre tres tanques americanos y un tanque "antitanques" alemán. Una magnífica maniobra que nos pondrá de los nervios, perfectamente rodada, dando pulso a la acción y al terror que desprende su realismo. Aunque no se vosotros, pero personalmente, como no he encontrado información sobre ésto y no estoy puesto en el tema, hay algo que me provoca singularidad, y es el hecho de que los disparos parezcan lásers de la guerra de las galaxias, algunos de color rojo y otros verdes. No se si debe a la velocidad, calibre y arma, pero resulta un poco chocante, al menos para mí, pero como ya digo, no soy un entendido en la materia y si lo han hecho así será por algo.
Por otra parte, la película ha sido mal vendida con respecto al trailer. Lo que muestra destroza por completo la historia del film ya que sus treinta minutos finales están plasmado en un trailer de dos minutos. Y fuera de esto, es el final lo que me deja un sabor agrio, y aquí me permito el uso de hacer spoiler así que si no habéis visto la película podéis saltaros éste párrafo. Aunque su cierre es previsible, al menos para mí, me cuesta entender que un alemán del pelotón que ha luchado contra los miembros del tanque, perdiendo la vida de muchos, vea al joven Logan Lerman escondido y lo deje libre. Podría recordarnos al momento en el que el alemán de la película El Pianista, se compadece del protagonista. Pero no es lo mismo, éste hombre habitaba solo y en Fury, está de guardia con los suyos tras establecer batalla. Los alemanes vivían sus últimos días en guerra sabiendo que iban a perder porque ya estaban sitiados en su ciudad, seguían colgando a los suyos y sin embargo éste hombre le concede la "libertad" haciendo la vista gorda. Puede que guste a muchos, pero a mi me dejó algo indiferente, porque me cuesta creer que eso ocurriera así y en ese momento. Pero como ya he dicho, es tan solo una percepción mía. Eso no quita que la película sea un disfrute y un entretenimiento.

Fury, o como se ha llamado aquí en España torpemente, Corazones de Acero, no es una película de Oscar, aunque su banda sonora sí que lo es. No obstante, difícil lo tiene Steven Price ya que el año anterior se llevó el galardón por su genial trabajo en Gravity. El score compuesto para ésta ocasión es electrizante e incluso se permite en ciertos momentos la licencia de usar electrónica para las escenas de tensión y acción. No hay duda que el tramo final es inmejorable en cuanto a música. Es una joya a tener muy en cuenta y esencial para los amantes de la banda sonora original. En resumidas, Fury es una película que dentro de su historia nos habla del honor, de no darlo todo por perdido y sobre todo no caer rendido ante el enemigo. Que la disfruten. ★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.