SLABTOWN
Hospital Grady Memorial de Atlanta. Se despierta Beth. Entre gritos, un doctor y una agente de policía aparecen para hablarle. Ella, algo trastornada pregunta por Daryl pero le comunican que está sola, la han salvado de ser una caminante, y acaba con una curiosa incógnita por parte de la agente Dawn: “nos lo debes”.
Minutos después observamos las tareas de los guardias, los pacientes recluidos… todo con una extraña normalidad, como si no pasara nada en el exterior. Solo salen cuando es necesario. Los muertos, acaban en el hueco del ascensor. Más tarde, un agente llamado Gorman se presenta a ella diciéndole que la salvó de aquellos hombres, aunque de primera hora no parece ser un policía de mucha confianza.
De urgencia, varios guardias le traen a un hombre lleno de magulladuras. El doctor lo quiere dar por muerto para evitar perder recursos pero le increpan para que lo salve. Cuando le parece dar un paro cardiaco logra estabilizarlo. Al parecer, cayó de un edificio. El interés de los policías por salvarlo es muy extraño, y cuando éste le recuerda que los recursos son limitados, la agente le pega en la cara a Beth en señal de desesperación y desahogo, haciendo sangrar sus puntos. Más tarde llega una agente herida con una mordida de caminante en el brazo. Beth es obligada a ayudar y a mirar como le cortan el brazo en vivo con un hilo de metal. Luego, Beth logra entablar conversación con Noah, un chico que se encarga de la limpieza. Le habla sobre el lugar, lo que le ocurrió al estar ahí. Estaba con su padre, ambos heridos, y decidieron salvarlo a él porque era más débil, menos corpulento y no querían a alguien con el que acabaran luchando en contra. Pero le hace ver que en el momento oportuno escapará de las redes de Dawn, que es la guardia que parece manejar todo el edificio.
Tras limpiar y hacer unos arreglos, Beth busca una piruleta que había escondido bajo la cama, pero aparece Gorman. Es él quien la tiene y se encarga de saborearla para luego darle a ella. Vemos en su cara un rostro de perversión sexual. El doctor logra pararlo. “Tenía que haber sido mía” sentencia Gorman mientras se marcha con los suyos. Ella le pregunta al doctor que porqué se queda en el hospital, dominado por esos policias corruptos, la respuesta se la da mostrándole una ventana del piso de abajo, infestada de caminantes. “No somos de los que sobreviven. Es mejor aquí que abajo”, le hace entender al contarle su historia.
Beth le da medicación errónea al último ingresado y este comienza a convulsionar hasta morir. Dawn estalla en ira pero el chico de la limpieza sale en su defensa echándose la culpa, por lo que lo llevan a su oficina. Al hablar con el doctor, se da cuenta que se ha equivocado en la medicación pero él le impide que cuente la verdad para evitar ser “castigada” también. Luego, Dawn mantiene una tensa conversación con Beth diciéndole que ella no es fuerte, le muestra su brazo, una cicatriz como intento de cortarse las venas. Más tarde ve a Noah, totalmente magullado por una paliza que le han dado, pero es fuerte. Ambos planean una salida, manteniendo controlada a la jefa Dawn. Él logra entretenerla y ella llega a su oficina. Consigue su tarjeta de seguridad y en el suelo observa a la agente que le cortaron el brazo, totalmente muerta, cerca de unas tijeras… Aparece Gorman y éste aprovecha para echarse encima de ello. La toca por el cuerpo mientras ella observa cómo la fallecida comienza a cobrar vida como caminante. Le pega en la cabeza y acaba siendo devorado. Comienza el festín y una pequeña rebelión. Noah la ata bien fuerte para bajarla por el hueco del ascensor, donde lanzan los cadáveres. Arriesgando sus vidas, ella lo consigue. Luego baja él pero un caminante le ataca, por lo que acaba cayendo encima de los cadáveres. Ambos salen de allí con linternas, pero hay caminantes sueltos. Con un arma, dispara sobre todos ellos y logran salir del edificio. Se hace la luz. Sin embargo están totalmente rodeados. Ella demuestra lo que mejor sabe, lo que ha aprendido todos estos años. Se entremezcla con los caminantes y acaba con casi todos. Noah logra salir por la distracción pero ella acaba atrapada por los policías. Su rostro demuestra algo de felicidad al ver salir a su nuevo amigo a pesar de volver a caer en las manos de Dawn. El resultado es una nueva paliza y otra cicatriz en su cara para aumentar el historial de heridas.
El doctor, tras curarle sus heridas, es descubierto por Beth. Sabe que la usó para matar con la medicina “errónea” al herido. Era un oncólogo que habría supuesto su “retiro” del hospital y por eso quería matarlo. Al saberlo, ella coge un punzón para acabar con él, pero justo en ese momento aparece una nueva herida que para sorpresa de todos es Carol...
Después de tres primeros episodios intensos, llega el momento de separarse, aunque nos sigue quedando la incógnita de lo que ocurrió con la llegada de Daryl. Por fin encontramos a Beth y su paradero. Una nueva entrada en la historia que no aparece en los cómics y que de momento está bien hilada, manteniendo mucho el interés y marcando lo que va a ser una especie de tres lineas en esta temporada. La entrada de Carol nos puede dar ideas de deducción sobre lo que ha pasado pero tendremos que esperar unos cuantos días para saber más sobre esto ya que el próximo capítulo irá centrado en el grupo de Abraham.
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.