GUILTY
Episodio algo más flojo de lo habitual, pero que nos deja un interesante juego de espejos e incidirá en el pasado de Ted Grant y en el personaje de Roy Harper y su rol como escudero/aliado/sidekick de Arrow. Una misión para detener una operación de tráfico de drogas de una de las bandas latinas de Starling City resulta más bizarra de lo que parecía en un principio. El exceso de quietud sólo puede significar que alguien se ha adelantado a Arrow y su equipo, aunque lo inesperado es que todos los miembros de la banda cuelguen del techo como jamones asesinados violentamente a fuerza de puño americano. Y las drogas sin tocar, lo que indica algún tema pendiente. Más cadáveres irán apareciendo, y todos ellos conducen a un sólo hombre: Ted Grant.
Mientras tanto, Roy sufre su propio viacrucis. La falta de sueño es cada vez más evidente, y por fin encontrará en Felicity la persona ideal para confesar sus inquietudes. No puede dormir porque le asaltan constantemente sueños en los que se ve matando a Sara. ¿Tal vez acabó con ella en un lapsus producido por residuos de mirakuru en su organismo? Todos los indicios apuntan a que así fue, y la losa de ser un asesino, y más de una aliada, es demasiado pesada para el joven.
Mientras tanto, el primer encuentro entre Arrow y Grant no será precisamente cordial, aunque la coartada perfecta personificada en Laurel los obligará a colaborar para encontrar al verdadero asesino, que sigue sembrando de cadáveres la ciudad. Durante la búsqueda se revelan datos del pasado de Ted. Seis años atrás se convirtió en justiciero para velar por la seguridad de Los Glades, no trascendiendo demasiado por lo marginal de la zona. Cuando en una de sus salidas mató accidentalmente a un camello, acabó por colgar la máscara. Finalmente, al verse atrapado y acusado de estos nuevos asesinatos, confesará la verdad a Laurel. El asesino del camello no fue él, sino su propio ayudante juvenil Isaac Stanzler, que empezó a tomarse demasiado en serio sus funciones y a tomarse la justicia por su mano. Como consecuencia, Ted le abandonó a su suerte y ahora, años después, sufre su venganza. Esta es la parte más interesante, el doble juego de espejos que se produce entre las parejas Ted/Isaac y Oliver/Roy. En ambos casos, los sideckicks son culpables (o al menos sospechosos) de asesinato. En el caso de Ted, el dar la espalda a su pupilo ha acabado convirtiéndolo en un asesino despiadado. ¿Qué hará Oliver con el presunto asesino de su amada Sara? ¿Será capaz también de abandonarlo a su suerte? Este paralelismo pierde algo de fuerza al no ser Oliver precisamente un santo; el hombre tiene más muertes a sus espaldas que Chuck Norris. Sin embargo, obviando esta cuestión el planteamiento es muy interesante.
Finalmente, Isaac se hace con Ted y Laurel, que tendrá que ser rescatados por Arrow. Tras una buena persecución y una pelea muy bien coreografiada, Oliver salva a Laurel y Roy derrota a Isaac. Aunque este último le lanza una frase demoledora: "Para ellos no significamos nada, sólo somos un arma más de su arsenal". Sin embargo, pese a todo, Oliver le mostrará al joven su apoyo incondicional, Y de paso Roy se quedará con su nuevo alias: Arsenal. Pero no todo será de color de rosa. A través de la meditación, Oliver ayudará a su pupilo a atravesar la niebla que oscurece sus recuerdos y llegar a la verdad. Sus sueños querían revelarle algo, pero no es el asesinato de Sara, sino cómo asesinó a sangre fría a un policía inocente cuando el mirakuru nublaba su cerebro. Revelación que seguirá pesando sobre su conciencia más de lo que puede soportar. Veremos cómo va evolucionando el personaje. Al igual que Laurel, que seguirá empeñada en su entrenamiento como primer paso de su búsqueda de venganza. Si bien los planteamientos son interesantes, el hecho de que parte del protagonismo recaiga sobre Laurel y Ted, cuyos intérpretes son flojeras, lastra un poco esos momentos. El puntazo es la forma en que Arrow utiliza un guante de boxeo de Ted para obtener uno de los gadgets clásicos del personaje en su etapa comiquera más camp: la flecha-guante para noquear a los malosos.
El final del episodio nos dejará la entrada en escena de Cupido, enemiga salida de las páginas de los comics y que no tiene reparos en romper corazones con sus flechas... literalmente. ¿Cuáles serán sus intenciones? De momento, llevarse por delante a Isaac mientras va a ser trasladado a prisión. Veremos qué relación tiene con las tramas de la serie.
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).