Como esta serie nos viene acostumbrando, toca otro gran capítulo esta semana con la resolución de la trama de los extraños símbolos, la locura de Coulson y el compuesto GH-325. Y como debe ser, todo encaja a la perfección y nos deja muy buen sabor de boca, más que nada porque abre las puertas a posibilidades llenas de potencial. Vayamos por partes.
Comienza el capítulo con el extraño a quien veíamos en el capítulo anterior tatuándose los mismos símbolos extraños que dibuja Coulson compulsivamente. En esta ocasión, tras un noche de ligue ha acabado en casa de su partenaire. Sólo que su objetivo no es acabar la noche en buena compañía, sino que parece no sólo conocerla, sino que de alguna forma sabe que ella también está relacionada con los símbolos extraños. Lástima que se apresure a demostrárselo con un curso de caligrafía corporal a base de navaja. Un asesino que se agrega a los múltiples secretos que encierran los diagramas de marras. La investigación del asesinato por parte de SHIELD tendrá tres revelaciones inesperadas: La difunta fue también una agente de SHIELD, su sangre estaba cargada de compuesto GH-325 y, para rematar la faena, fue declarada muerta cinco años atrás. No sólo eso, sino que el ADN de su asesino revela las mismas características, un difunto ex-agente llamado Carver también cargado del compuesto alienígena. Cada uno de los tres tenía su propia obsesión con los diagramas, pintando, tallando o, como es el caso de Carver, tatuándoselos en su propio cuerpo (o en el de otros).
Esta seré la gota que colma el vaso. Coulson está cada vez más
"poseído", aumentando cada vez más la frecuencia de sus ausencias mentales, casi llegando al nivel de Garrett. Además, se están empezando a producir muertes alrededor cada vez más extrañas. Sólo encuentra una solución a esta situación: acceder a sus recuerdos borrados, fundamentalmente a los de su etapa como director del proyecto TAHITI, para llegar a la raíz del problema y buscar a todos los posibles agentes
"durmientes" que puedan estar implicados. Para ello, contra la voluntad de su equipo, se somete de nuevo a la
"máquina de recordar" con la que Raina lo torturó la temporada pasada y que activó sus recuerdos del misterioso compuesto y de su retorno a la vida. Fabulosa la escena en la que Coulson se somete a la tortura de volver a sus recuerdos, y magistral la forma de empezar a atar cabos.
El objetivo del proyecto TAHITI era experimentar con agentes moribundos para encontrar una forma de devolverlos a la vida mediante el compuesto GH-325, procedente de ADN alienígena. Aunque los seis voluntarios del proyecto lograron recuperar la normalidad y sanar milagrosamente, pronto empezaron a experimentar la locura derivada del compuesto y la compulsión por dibujar los extraños símbolos. Estos configuraban en realidad un mapa. Al parecer, el ADN conllevaba también un recuerdo implícito de su portador para volver a un misterioso lugar. Ese recuerdo se transmitía sin remedio a aquellos que habían asimilado el GH-325. En ese momento, Coulson decidió parar el programa y encontrar una solución: evitar que los recuerdos se propagaran borrándolos. Por eso, al recuperar la memoria, había regresado la compulsión por dibujar el mapa que señalaba el destino que el alienígena llevaba marcado.
Tras buscar los datos de los seis integrantes del programa, Skye descubre que todos han muerto a manos de Carver excepto uno, Hank Thomson, que evidentemente será el último objetivo del asesino. Coulson, fuera de sí tras enfrentarse a la máquina y a sus recuerdos, engañará a su equipo para ir en busca de Hank y avisarle del peligro. Avisarle quiera o no, aunque tenga que ser a punta de pistola. Hasta que a la fiesta se apunta Carver con el objetivo de obtener la verdad sobre el mapa machete en mano.
En un climax de auténtica tensión en el que cualquier cosa puede pasar, incluyendo que Skye dispare a un Coulson que parece estar sumido en la locura, se revela el auténtico sentido de los diagramas. No se trata de un mapa bidimensional, sino tridimensional, y lo que dibuja es el skyline de una ciudad, supuestamente la procedencia del alienígena. Un golpe de efecto impresionante y una fuente para que las teorías comiencen a brotar. ¿Tal vez de origen Kree? ¿O se podría tratar de Attilan, la capital de los Inhumanos? En ese caso, ¿quién será el misterioso padre de Skye? ¿Y por qué el GH-325 no afecta a la chica? Sea como fuere, nos esperan emociones fuertes en el futuro.
Pero esto no es todo. En paralelo, el comando de acción que se está conformando compuesto por Hunter, Tripplet, May y Bobbi comienza la misión de recuperar al fugado Ward. Tras varios encontronazos en los que el ex-agente demuestra que es un hueso duro de roer, conseguirán seguirlo hasta un bar de mala muerte donde se reúne ni más ni menos que con Bakshi, a quien promete un cara a cara con Coulson. Aunque no será como éste espera.
Cuando el comando de SHIELD asalta el bar se encuentran con todos los agentes enemigos muertos y Bakshi envuelto para regalo. Efectivamente, tendrá un cara a cara con Coulson, pero desde el interior de una celda. Ward le ha servido en bandeja a SHIELD a un alto mando de HYDRA y promete ir dejando caer regalos similares, lo que supone un paralelismo con el proceder de Coulson con respecto a Talbot. ¿Será este el principio del camino a la redención del traidor? De momento, su siguiente objetivo es claro: el senador Ward. El encuentro entre los hermanos está servido, y tal vez ahí se empiece a desvelar quién es más peligroso de los dos.
Como
"huevos de pascua" del episodio tenemos también las referencias que se dejan caer hacia un contacto experto en tecnología de Skye que responde al nombre de
Micro. ¿Podría ser
Microchip, uno de los más antiguos colaboradores de Punisher? Y también se hace referencia al líder de HYDRA, un tal Strucker, que se encuentra ocupado y por ello el puesto en la cabeza de la organización criminal lo ocupa Whitehall.
Se trata del barón Wolfgang von Strucker, líder supremo de HYDRA, acérrimo enemigo del Capitán América y a quien pronto veremos en toda su malvada esencia en Los Vengadores: La era de Ultrón. Ahora que la serie está es su mejor momento de calidad, esperemos que todos estos elementos ayuden a recuperar a las audiencias perdidas.
Por Antonio Santos