Gran episodio el de esta semana, donde hemos podido ver cómo ha evolucionado Coulson asumiendo su nuevo papel como director de SHIELD y asistir a una sucesión de giros de guión y situaciones de tensión dignas de las mejores tramas de espionaje. Alianzas imposibles, personajes al límite y dobles agentes juegan en un mundo llego de claro-oscuros donde las lealtades siempre están puestas en tela de juicio.
Por fin vamos conociendo más detalles sobre el plan de HYDRA, que no es otro que (como buena agencia maligna) la dominación mundial. No en vano es la traslación de la mítica SPECTRA al Universo Marvel. Así que el objetivo es el mundo entero, aunque para ello haya que llevarse por delante a centenares de miles de personas. Pecata minuta. De ahí la obsesión de Whitehall por poseer el Obelisco, al que quiere exprimir todas sus capacidades destructivas. El sucedáneo fabricado en las instalaciones de HYDRA no cubre las expectativas, ya que "sólo" es capaz de provocar 8 muertes en su prueba de concepto en un evento de alto copete militar. Esto llevará a Raina a tomar medidas desesperadas. Coaccionada por Whitehall y defenestrada por un padre de Skye fuera de sus casillas, que la sigue culpando de no haber sido capaz llevarle a su hijita, se encuentra en una situación más que peliaguda. Una visita a HYDRA para intentar pactar con ellos le dará de pronto una nueva carta con la que jugar, ya que pilla a Simmons en plena comunicación con SHIELD. La doble espía ya se encuentra en una situación bastante peliaguda, ya que está en el punto de mira de la estricta y peligrosa mano derecha de Bakshi.
El siguiente paso es plantearle a Coulson un ultimátum: O le ayuda a recuperar el Obelisco o tira de la manta y deja a la pobre Simmons como una gallina en medio de una jauría de lobos.
Un restaurante de lujo será el escenario donde se desarrollará una tensa y elegante partida entre Raina y Coulson en la que cada uno juega sus mejores bazas sin perder la compostura, aunque el órdago final lo lanzará el de SHIELD al permitir que todo HYDRA se entere de la infiltración de su agente en sus instalaciones. La pobre Simmons, que no es agente de campo, hará lo posible para escapar, pero se encuentra frente a frente con la jefa de seguridad. Está perdida, sin remedio. O no tanto, porque llega el sorpresón del capítulo: la mano derecha de Bakshi se destapa también cono una agente doble de SHIELD, y no era sino el
Plan B que Coulson tenía preparado para ayudar a escapar a Simmons si ésta era descubierta.
Pero no es una agente cualquiera, sino que se trata ni más ni menos que de Bárbara "Bobbi" Morse, a la que los lectores marvelitas conocerán como Pájaro Burlón. El momento en el que saca sus característicos sticks y empieza a repartir estopa como si no hubiera un mañana hará que a más de uno la mandíbula le llegue al suelo.
De esta forma, Raina queda en clara desventaja, por lo que Coulson aprovechará inteligentemente para utilizarla dándole una única salida: SHIELD la protegerá... siempre y cuando se deje atrapar por HYDRA llevando consigo un localizador. Así podrán llegar hasta el escurridizo Whitehall. Por otra parte, obtiene también una jugosa información: la localización del temible padre de Skye, que se oculta y sobrevive como médico clandestino de villanos y maleantes.
Si ya se le notaba peligroso, tendremos esta certeza al contemplar sus enormes problemas para controlar su ira y su gusto por salpicar sangre a su paso. Se manifiesta así que es el monstruo que ya se vaticinaba en la primera temporada, aunque su identidad sigue siendo un misterio. Skye se derrumba al comprobar la verdadera naturaleza de un progenitor al que creía muerto, y se deja consolar por Coulson, su
padre moral, lo que causará la ira absoluta del padre real de la chica. Dominado por la furia hacia Coulson, hace lo que todo buen villano haría: aliarse con el enemigo de su enemigo, llevando el Obelisco a Whitehall a condición de que le ayude a destruir a SHIELD sin piedad.
Frío reencuentro también entre Simmons y Fitz, después de tanto tiempo. Las tramas siguen confluyendo y la serie sigue en su linea imprevisible, divertida y sorprendente. Gran fichaje el de Adrianne Palicki como Bobbi Morse, al que el personaje le sienta como un guante, enriquecida además porque resulta ser la
"malvada" exnovia de la que Lance Hunter lleva echando pestes desde que comenzó la temporada, lo que seguro que nos da momentos divertidos en los próximos capítulos. Y además mítica pareja en los cómics del arquero
Ojo de Halcón. ¿Posible cameo a la vista? Otra golosina para marvelófilos: la referencia a Bessie, la vaca vampiro, uno de los extraños casos en los que se vio involucrado el simpar Howard el Pato.
Por Antonio Santos