"¿QUÉ LE HAS HECHO A MI HERMANO?"
¿De qué va?
Eric es un hombre de oscuro pasado que ve como tres ladrones roban su coche tras un accidente. Éste no duda en perseguirlos para recuperar lo que es suyo, pero acaba fuera de juego. Cejado en lo suyo, continuará la persecución pero sin saber a donde ir, hasta que encuentra a Rey, el hermano herido y algo retrasado de uno de ellos.
Reparto
Guy Pearce es Eric
Robert Pattinson es Rey
Scoot McNairy es Henry
Dirección
David Michôd (Animal Kingdom)
Impresiones
Es su segunda incursión en el largometraje después de la brillantísima Animal Kingdom, una película inigualable, con un reparto espectacular y que a título personal, es de mis favoritas. Con The Rover, David Michôd nos trae otra película cien por cien australiana (salvando la procedencia de sus actores), pero ésta vez con tintes apocalípticos. The Rover se sitúa diez años después del colapso, es decir, un periodo de invasión, crisis y pobreza, donde los asiáticos han llenado el lugar, el desierto es más desértico aún si cabe y la gente vive agazapada en sus casas, sin fiarse de nada ni nadie. Es a partir de aquí cuando entra en escena Guy Pearce interpretando a Eric (aunque su nombre no se dice en todo el metraje), un hombre silencioso, de mirada atormentada pero aparentemente tranquilo y con una puntería inaudita. Será el paso de los minutos lo que hará que su interpretación nos deslumbre. Por poner un ejemplo de su temeridad y locura concentrada, veremos como es capaz de buscar un arma para amenazar a una retorcida abuela que no le dice lo que quiere. Sin embargo, tan solo la primera escena ya merece por nuestra parte un aplauso ya que nos mantiene pegados a la butaca, cuando de forma magistral, Michôd dirige un accidente absurdo mientras Eric bebe tranquilamente una copa en un local de mala muerte. Tras no poder sacar su vehículo, los ladrones que han tenido el accidente se llevan su coche sin más y éste emprende una cruzada particular para volver a recuperar lo que es suyo.

Aquí es donde aparece Robert Pattinson, quien ejerce de hermano perdido y herido de uno de los ladrones. El actor brilla por momentos, sobre todo en su relación con Eric, cuando observemos cierto retraso por su parte. Su mirada perdida, sus constantes movimientos de cabeza y boca, son tan bien llevados que incluso comenzaremos a sentir lástima por él. Y tiene en su haber grandes momentos como cuando le explica con detalles al personaje de Pearce como ha hecho para entrar en el campamento policial. El dúo, difícil de conseguir conexión, logra plasmar en pantalla una relación inaudita, atormentada, dolorosa pero brillante. No solo por la lástima que se pueda llegar a sentir, sino porque ambos conectan al ser dos seres retirados de un mismo mundo.
Si nos fijamos en su argumento tras ésta pequeña premisa, podríamos catalogar en cierta medida de absurda la historia. Quizás nos recuerde a circunstancias parecidas como la del personaje de Mel Gibson en la alocada, Payback, una cinta de humor negro (muy buena, por cierto) en la que pudiendo conseguir todo el dinero del mundo, remueve cielo y tierra para que le den lo que es suyo, una cantidad bastante pequeña comparado con lo que podría obtener. Salvando las distancias, en ésta película no hay comedia, pero sí encontramos esa similitud cuando tras el robo de un coche, Eric (Pearce), hace lo que esté en su mano por recuperar su coche, algo que probablemente no sea tan retorcido ya que en ese mundo, un vehículo puede ser tu única posesión valiosa. No obstante, toda nuestra percepción cambiará cuando Michôd nos de una tremenda bofetada al final de la historia, cuando ATENCION SPOILER, al final sepamos las verdaderas razones de su empeño por recuperar el vehículo. Su perro, probablemente su mayor aliado, su mejor amígo, su único acompañante, y aquel por el que sería capaz de recorrer el mundo entero para encontrarlo y darle un entierro digno. Sabíamos de su turbulento pasado en la conversación con el guardia que lo apresa, pero cuando observamos su personalidad, solo nos podemos quitar el sombrero. FIN SPOILER

No obstante, en comparación con su anterior trabajo, Michôd baja el listón. No deja de ser una película de emociones, donde no hay miramientos a la hora de matar y mostrar vísceras. Hay escenas que dificilmente olvidaremos y en su comienzo, nos llegaremos a preguntar donde nos hemos metido al ver semejante excentricidad. Pero la primera era una película más completa, compleja, con más vueltas de tuerca y poseía bastante más diálogos. También es cierto que había más cantidad de actores, pero aun así, The Rover, no es tan redonda. Por supuesto, no es una película que le recomendaría a cualquiera pero sí que gana enteros cuando meditamos sobre ella y la recordamos horas después. Éste factor es el que hace que la vea como una de las películas más interesantes del año y que no dejará a nadie indiferente. Su música es otro valor añadido. Antony Partos repite con Michôd para ambientar ésta solitaria aventura. Varios estilos conjugarán a la perfección con los planos largos y la fotografía de Natasha Braier, aunque igual que con su anterior película, Animal Kingdom poseía una magnífica banda sonora que aquí queda a medio camino aunque compacta a la perfección con las imágenes y el futuro post-apocalíptico de The Rover. ★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.