"LOS GLADIADORES NO RUEGAN"
¿De qué va?
Milo es el último de una tribu celta que clama venganza. Atrapado desde pequeño, acaba siendo un temido gladiador apodado "El Celta". Para mayor diversión es trasladado a Pompeya. Allí conocerá a una joven dama de la que se enamorará. Sin embargo, el vesubio comenzará a rugir desatando la locura en la región.
Reparto
Kit Harington es Milo
Emily Browning es Cassia
Kiefer Sutherland es Corvus
Adewale Akinnuoye-Agbaje es Atticus
Carrie-Anne Moss es Aurelia
Jared Harris es Severus
Dirección
Paul W.S. Anderson (Horizonte Final)
Impresiones
Janet Scott Batchler, Lee Batchler, Julian Fellowes y Michael Robert Johnson. Cuatro personas para realizar una historia y guión sobre ésta película. Ante tal numeroso equipo, podemos llegar a confiarnos de que la historia de Pompeya va a ser como mínimo interesante. Y ya no digo previsible, pues todos sabemos la tragedia ocurrida de manos del Vesubio. Sin embargo, en lo que se refiere a la historia base de la película, con respecto a sus protagonistas, la historia no solo es previsible sino que es muy pobre, típica y muy cortita de mente. A ésto le añadimos la mano de Paul W.S. Anderson que aunque ha hecho buen uso de los efectos especiales, no ha sabido dar intensidad a sus personajes y menos aún a los momentos de lucha donde las cámaras son muy toscas en movimientos y las coreografías demasiado artificiales.
Lejos de la gran tragedia, la cinta trata de volcarse en el movimiento "Gladiator". El apodado "El Celta", que no "Hispano", es un asesino capaz de enfrentarse a cinco hombres armados con coraza y apenas despeinarse, tal como hacía el personaje de Russell Crowe en las arenas menores hasta llegar a la ansiada Roma. Aquí no es Roma, es Pompeya (evidentemente) e incluso acaba haciéndose amigo de un negro. Tras este Déjà vu, nos encontramos con unas malogradas interpretaciones. No destaca ninguno por encima del otro, es decir, son tan malas que es imposible salvar a alguien porque no parecen tomarse su papel en serio. Sobra decir que la segunda parte principal de la película, la historia de amor, es tan ficticia como falsa. No solo es demasiado rápida y poco creíble, es que para colmo la pareja no tiene química. Todo ocurre en un santiamén y nos lo tenemos que creer.
El intento por hacerla original y crear una batalla donde los gladiadores son atados a una gran torre es tan patético como el momento donde los contrarios le tiran las lanzas y éstos se tapan al mas puro estilo
Braveheart. Paul W.S.Anderson ha intentado destacar con otra cinta diferente, alejada de las últimas entregas de su
Resident Evil, que aunque tampoco son del agrado de muchos, sobretodo de los fans, al menos guardan un entretenimiento que en Pompeya no existe. Su mejor trabajo sigue siendo aquella obra de terror y ciencia ficción llamada
Horizonte Final y sigue estando lejos de igualarla. Veremos que nos ofrece en la sexta entrega de
Resident Evil.
Al menos,
la banda sonora de Clinton Shorter guarda algunos momentos interesantes, siendo éste el punto mas positivo de la obra junto a algunos de los efectos especiales.
Shorter imita a
Zimmer en los encuentros de la arena, aunque no guarda una linea a seguir, brilla con mas acierto en su comienzo y sobretodo en su tramo final, con respecto a la parte mas emotiva. El inicio donde se nos narra la historia y se une a la masacre de los celtas es el corte
Pompeii donde en su segunda parte toman fuerza los coros dándole personalidad e identidad a la música. De forma mas animada,
Shorter nos invita con su música a darnos un paseo por las viejas calles llenas de vida de Pompeya en el corte
Streets of Pompeii. Y para cerrar nuestra selección, la parte mas hermosa ocurre en el tramo final con la pareja protagonista. Shorter la embellece con su coro y orquesta en
I Won´t Leave You. En resumidas, una banda sonora mucho mejor que el desastre que supone ésta película.
★★★★★
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.