Cinco años después de Porco Rosso, Hayao Miyazaki nos regala La Princesa Mononoke, un film que tiene mucho que contar y que tiene una majestuosidad y belleza que es difícil de igualar. Año 1997.
¿De que va?
Ashitaka es el príncipe de Emishu, un poblado en vias de extinción. Un día un Tatarigami, un demonio que mata solo con tocarlo, es vencido por el principe. Sin embargo, éste descubre que el demonio era un Dios Animal. Ahora Ashitaka es infectado y por ley debe irse de su pueblo, esperando su próxima muerte cuando la infección domine su cuerpo.
Mientras tanto, en su viaje llega a la ciudad del hierro. Allí conoce a Lady Eboshi, una mujer que quiere acabar con sus aguerridos guerreros con todos los arboles del bosque y conseguir la cabeza del espíritu del bosque para poder avanzar en su expansión de la nueva materia. Sin embargo, la princesa Mononoke con sus hermanos lobos hará lo imposible por impedirlo aunque tenga que dejarse la vida.
Una historia para adultos.
Efectivamente, La Princesa Mononoke es una historia que no es para niños, probablemente la más adulta de todas las obras de Miyazaki, seguida de Nausicaä seguramente. Pero ¿que ingredientes tiene para ser así? Violencia, sangre, mucha acción, más de dos horas de duración, y sobretodo una historia muy profunda. Es la que menos gags cómicos tiene y a lo mejor se echa en falta alguno, pero no importa en absoluto pues el film es sin duda una maravilla a observar y recrearse.
Hay aspectos que la gente no valora. A veces se prefiere buscar una historia sencilla muy del toque Disney y que no sea tan larga. Y a veces por esas razones no nos fijamos en un trabajo muy importante y preciosista, el dibujo de Miyazaki. Sus cuadros y lienzos están perfectamente reflejados en la naturaleza en gran manera. Sus interiores, su misticismo y sobretodo su acción y lucha que es donde más trabajo hay en vista de la rapidez de las imágenes son algunos de los momentos que da gusto ver y vivir en la gran pantalla. Por esta razón, muchos de nosotros nos hicimos amantes de Miyazaki. Y si no recuerdo mal, La Princesa Mononoke fue la primera cinta que vi de el.
Mucho que contar.
En sus más de dos horas de metraje, La Princesa Mononoke tiene mucho que contar, pero su principal baza es el amor por la naturaleza, mensaje que ya vimos en Nausicaä del Valle del Viento. Pero sobretodo comprendemos que la apariencia de la gente a veces nos puede engañar. Ashitaka conoce a dos personas en el film con intenciones totalmente distintas en primer lugar Jiko, un hombre que lo ayuda buenamente en su camino hasta la ciudad del hierro pero que luego busca con ansia la cabeza del espíritu del bosque.
Y por otra parte la propia Lady Eboshi que a pesar de parecer ir en contra de la naturaleza, cuida con mimo a su pueblo, a sus mujeres y es capaz de hacerlo todo por ellos. Dos personalidades que pueden chocar pero que nos muestran con claridad que hay gente que bajo su aspecto y sus ideas, pueden tener un corazón grande hacia los suyos. Igualmente, Ashitaka ve ésto y por eso no decide ayudar a uno u a otros sino que como lógica prefiere convivir con ellos y con la naturaleza.
La película, por otra parte, nos sitúa en el periodo Muromachi. Miyazaki quiso hacerlo así pues según él, esa fue la época en la que los hombres se separaron ampliamente de la naturaleza para dar más papel a la estructura y vía férrea. Y vemos que el contraste es notable entre la pequeña región del pueblo del Hierrro y la naturaleza que está a su alrededor.
Curiosidades.
Los Kodamas, esas criaturas pequeñitas tan entrañables que mueven su cabeza como si de un resorte se tratara y crean un sonido peculiar al moverla son según los relatos Japoneses, unos espíritus pequeños llamados vulgarmente bolitas. Miyazaki se basó en una parte de ellos ya que el aspecto fue pura invención suya.
Una de las curiosidades más importantes, probablemente sea saber que La Princesa Mononoke tenía en sus comienzos un argumento totalmente diferente. La idea la tenía en su cabeza Miyazaki justo antes de El Castillo en El Cielo y después de Nausicaä y se basaba en como San era una princesa que tenía que casarse con una especie de León humano por obligación de su padre.
Ésta fue la primera idea y se desechó en vista del parecido con la historia de La Bella y la Bestia. Sin embargo, años mas tarde y con la idea más fija, Miyazaki quiso llamar a la historia "El Cuento de Ashitaka" en vista del protagonismo que acaba teniendo el principe y San acababa teniendo un papel más secundario, algo que no es normal en las historias de Miyazaki, pero se vio mas atractivo conservar el titulo original de La Princesa Mononoke. A mí al menos me gusta más como está.
Hay otro detalle con respecto a la promoción y distribución en Estados Unidos. Los Weinstein se interesaron mucho al igual que con Nausicaä, pero cuando se enteró de ésto, Miyazaki hizo enviar una copia junto a una katana con una nota que ponía "sin cortes", en vista del destrozo que ocasionaron con Nausicaä. Los Weinstein querían cortar metraje para no hacerla tan larga y para que fuese más familiar, sin embargo la conservaron tal y como estaba en vista las exigencias de Miyazaki y sus productores.
Fue la película más taquillera de Japón, quitando del medio a E.T que había estado 15 años la número uno. Seguidamente, Titanic le arrebató el puesto y más tarde, otra película de Miyazaki se puso como sólida numero uno, El Viaje de Chihiro.
Por otra parte, hay datos curiosos con respecto al doblaje Americano, y es que Gillian Anderson, la agente Scully de Expediente X, rogó para doblar a un personaje en vista de que era una auténtica fan del fenómeno Japonés. Finalmente puso voz a Moro, la Diosa loba y la que cita una de mis frases favoritas de la cinta junto a Ashitaka: "Esperaba que gritases mientras dormías para poder acallar tu voz de un mordisco en el cuello". Bestial!
Sobre ésta película hay muchos datos curiosos. Éstos son solo algunos de ellos.
Música.
Nuevamente, el compositor
Hisaishi recrea una maravilla de Score con unos toques melódicos y de acción con bases más orquestales que nunca. Se apoya en una canción muy suave y bella y solo puedo decir una cosa, es magnífica. Al igual que con
Chihiro o
Ponyo, Hisaishi se vuelve mas orquestal que nunca y más profundo.
La princesa Mononoke es un score simplemente fantástico. Muy Recomendable
★★★★★
Por Dante Martín
@Cinebsonet
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.