Film con el toque clásico y que claramente se lleva la condecoración de Clásico con letras mayusculas para una obra en la que
David Lynch se volcó con todo entusiasmo al relatar con creces la historia real de
Joseph Merrick.
Fue un hecho verídico la trayectoria de éste Merrick que a sus dieciocho meses de nacimiento le fue diagnosticada una variante del Síndrome de Proteus, donde todo su cuerpo se llena de tumores haciendo deformidades en cada miembro.
Lynch realizó sencillamente una obra majestuosa, oscura y fría como bien denota su estilo, con la salvedad de añadirle un blanco y negro a las imágenes para hacerlas aún mas clásicas.
Fue
John Hurt el encargado de dar vida a Merrick, en la película llamado John en vez de Joseph. Y por otra parte tenemos a un brillante y magnífico
Anthony Hopkins en el papel del doctor Frederick Treves.
Majestuoso Hopkins Un papel el de
Hopkins que es para quitar el hipo, ya que sobretodo en sus ultimos años nos tiene acostumbrados a su cara apenas sin movimiento y sus parecidos papeles.
Es simplemente la escena en la que el doctor descubre por primera vez al Hombre Elefante cuando la cara de
Hopkins no tiene precio, no dice nada pero lo dice todo. Su boca abierta y sus lagrimas son tremendamente profundas y llegan muy adentro. Un diez para la actuación de
Hopkins.
Hay que alabar a
Hurt, pues no tuvo que ser facil meterse en la piel de Merrick tras un maquillaje dificultoso y por el que no tuvo nominación al Oscar ya que por lo que se vé no quisieron o no hubo candidatura para el maquillaje.
Por lo que se vé, Merrick en su vida real era un hombre muy listo, por encima de la media según cuentan. Junto a eso su caballerosidad y educación eran asombrosas y
Lynch lo plasmó a través de
John Hurt de manera perfecta.
Otro detalle importante fue para la distribución y producción del film, el contar con Mel Brooks. Éste no quiso firmar con su nombre real para no hacer promoción como si se tratase de un film de su marca y sello, de humor.
En el Soundtrack aun no contaba con su músico fetiche
Badalamenti. Fue
John Morris en ésta ocasión el que ofrecía una banda sonora tenebrosa y adecuada. Sin embargo es en la escena final donde suena el
Adagio de Barber donde vibramos al completo e incluso, puede que algunos hasta hayan llorado... Fantástica.
El auténtico y verdadero Joseph Merrick en fotos de archivo. Una adaptación al film practicamente exacta Pone los pelos de punta la escena en la estación de tren en la que lo persiguen y Merrick grita despavorido las palabras conocidísimas de... "Yo no soy un animal. Soy un ser humano.." Se me ponen los vellos de punta todavía.
Las últimas palabras de su madre: "Nada va a Morir". Provenían de un antiguo poeta romántico del 1800 en adelante.
Alfred Tennyson. Unas palabras que bien querría imaginarse o que sencillamente era lo que su cerebro le dictaba escuchar en boca de su preciosa madre.
Cuatro años mas tarde,
Lynch dirigiría
Dune, lo que es para mí junto a
Mullholland Drive sus mejores obras, pero
El Hombre Elefante no se queda atrás pues sin duda es cine del bueno, del que marca, del que deja huella. Cine clásico absoluto.
Lo mejor del Film: Su historia. Hopkins y Hurt. Clasicazo puro
Lo peor del Film: No es la mejor de Lynch.
Calificación:
9.5/10
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.