Toca episodio diseñado al milímetro para reafirmar definitivamente a Laurel como heroína e integrarla dentro del equipo Arrow. Por lo tanto muy de transición, sobre todo porque el personaje no da tanto de sí. Básicamente, Kaity Lotz le daba sopas con onda en todos los sentidos a esta Canario un tanto sosainas. No sólo repartía estopa como nadie, sino que actuaba con una naturalidad que la hacía destacar entre el resto de sus compañeros de reparto. Aquí volveremos a disfrutar de ella brevemente en una quimérica pelea de
"Canarios". Que quien trajo a la vida a Oliver (ya sea persona, animal, cosa o guionista) haga un esfuerzo para devolvernos a Sara. Me apunto a un crowdfunding si hace falta.
Arrancamos con una persecución al maleante
"punching ball" de turno.
El objetivo de la escena inicial es tanto constatar que Oliver vuelve a ser el líder de campo del equipo como que Laurel está dispuesta a continuar su carrera como justiciera por lo civil o por lo criminal. Esto es, que no está por la labor de que el cabreadísimo Oliver le diga lo que puede o no puede hacer. Evidentemente, el muchacho se preocupa por su amiga, pero sus formas le traicionan. Una cosa es aconsejar y otra es ser un tirano. Lo que se constata también es que el pobre Diggle ha pasado definitivamente a ser un mero sujetavelas del equipo, quedándose en la oficina (básicamente haciendo calceta) mientras Arrow y Arsenal salen de misión. Con lo que tú has sido, campeón... De cualquier forma, hay que dar una paso más en la consolidación de la nueva Canario,
así que en este episodio se recurre a un antagonista de altura como Werner Zytle, el nuevo Conde Vértigo, que vuelve a las calles mediante una carta de
"queda libre de la cárcel" obtenida gracias al chantaje a un pobre periodista. De esta forma, una nueva remesa de Vértigo se prepara para saltar a las calles de Starling City si nuestros justicieros no lo impiden.
La primera en acudir tras la pista será la
"díscola" Laurel, que no conoce la habilidad con los dardos cargados hasta el eje de Vértigo. De esta forma, drogada hasta las cejas se manifestará su peor temor, que no es otro que no estar a la altura de su hermana.
Aquí se produce la confrontación entre las dos Canarios, la real y la imaginaria. Un travieso y sádico Conde se encargará de darle una brutal paliza a la nueva Canario mientras ésta cree luchar contra su propia hermana. Por suerte, Oliver y Roy llegan a tiempo de evitar males mayores, aunque para salvar a su amiga se ven obligados a dejar escapar al Conde. Aquí vuelven otra vez a repetirse los conceptos de hace unos capítulos cuando Felicity vuelve a animar a Laurel a luchar no
"por la gloria de su hermana, jarl" sino por sí misma, reivindicando su propio destino y bla, bla, bla. El Conde vuelve a hacer de las suyas, Arrow y Canario se ven forzados a colaborar para detenerle y se vuelve a repetir la historia. Otro dardo y otra vez Laurel peleando contra Sara, aunque esta vez sale victoriosa y atrapa al malo. Esta serie nos tenía acostumbrados a más, todo es demasiado evidente y la capacidad de sorprender se va diluyendo cada vez más. Al menos se llega a un punto de evolución natural:
Oliver acepta por fin la doble vida de Laurel y ésta, consciente gracias a los efectos del Vértigo de que no puede dejar a su padre al margen de la situación real de Sara, termina por confesar a su padre la verdad. Ya iba siendo hora, pobre hombre.
Mientras tanto, Oliver ve que la única forma de mantener a su lado a su hermana es confesarle su doble vida, lo que tendrá un efecto balsámico sobre Thea. Además, en un 2x1 de manual, la chica le coge a su padre una tirria de morirse. Una transición emocional un tanto brusca... Al menos por un tiempo, porque será Malcolm quien la salve de morir a manos de DJ Nanda Parbat que, tras unos
polvos mágicos, decide cargarse a la chica. Menos mal que primero Roy y después Malcolm estaban escuchando el revolcón detrás de la puerta (o algo así) y consiguen salvar la situación.
Es el detonante para pasar a la siguiente fase en la guerra contra Ra's al Ghul: el entrenamiento. ¿Y qué mejor sitio para curtirse aún más que la peligrosa isla donde Oliver pasó de niño a hombretón? Curiosamente, en los flashbacks vemos cómo Waller se toma muy a pecho el que la traicionen, y no duda en torturar a Oliver para dar con el paradero de Maseo. El absurdo intento de rescate por parte de éste acabará con ambos rumbo a una nueva misión en un lugar inesperado. Nada menos que Starling City.
De esta forma, mientras en el presente Oliver abandona la ciudad en el pasado vuelve a ella de la forma más inesperada. ¿Qué nos espera en la isla por una lado y en Starling por otro? Esperemos que algo que haga a la serie recuperar el fuelle que ha ido perdiendo.
Por Antonio Santos