"JAMÁS TOQUEN LAS CRUCES. ¡JAMÁS!"
¿De qué va?
1941. Un pelotón del ejercito alemán llega a una región de Rumanía, en los Cárpatos, donde encuentran una fortaleza para pasar la noche. Pese a las advertencias de los habitantes para que no pasen allí la noche, el ejército comienza a sufrir escabrosas muertes en su interior...
Reparto
Jürgen Prochnow es Woermann
Gabriel Byrne es Kaempffer
Ian McKellen es Theodore Cuza
Robert Prosky es Fonescu
Scott Glenn es Glaeken
Alberta Watson es Eva Cuza
Dirección
Michael Mann (Heat)
Impresiones
Conocida originalmente como The Keep, y llegada a ser llamada como El Torreón, La Fortaleza Infernal y finalmente La Fortaleza a secas, repasamos el segundo largometraje de Michael Mann (si obviamos la cinta para televisión The Jericho Mile) que costó seis millones de dólares y tuvo una gran cantidad de problemas en su realización, pero sobre todo en el montaje posterior. Pero antes de entrar en esos detalles, cabe destacar que ésta cinta goza de la categoría de rareza absoluta. Por una parte, no es una película del estilo del director, es una Serie B con todas las letras, una cinta de fantasía y terror que probablemente guste a aquellos amantes del género, aunque no estoy del todo seguro que convenza. Pero todo tiene una razón.
The Keep cuenta con un compendio de actores de primera y a cada cual en un papel curioso. No hay duda de que a Gabriel Byrne le viene como anillo al dedo el papel de nazi. Jürgen Prochnow en cambio es un alemán más humano, sin entrar en en el fanatismo de la SS. Resulta curioso encontrarnos a un Ian McKellen envejecido a posta, en silla de ruedas, allá por los ochenta, con peor pinta que la que tiene hoy, aunque con una razón evidente en la película. Pero lo más interesante es ver a Scott Glenn en un enigmático papel, luciendo una figura robusta que se incrementa en el tramo final, mostrándolo casi como un culturista metido en plastilina. Y es que los efectos especiales pastosos son algunos de los puntos flacos -o fuertes según se mire en su categoría de Serie B- de la obra. Pero obviando esos detalles, el mayor problema de la historia lo hallamos en que no hay ni un solo momento en el que alguno de los personajes empatice con el espectador. No hay un solo tramo de profundidad en ellos, de ahí que no tengamos claro quien es el verdadero protagonista de la obra.
La explicación a ésto probablemente se deba a que la productora obligó a Michael Mann a recortar material y dejó algo más de dos horas sin poder incluir metraje en la historia. Visto así, es comprensible que no haya conexión evidente en sus personajes y no sintamos nada por ellos. Por éste hecho, Mann ha impedido que la cinta se edite en formato DVD, pero no ha sido el único problema ya que Tangerine Dream, el grupo que realiza la banda sonora (también compusieron para Thief), ha evitado su reedición por problemas legales, impidiendo que su música vuelva a sonar en el metraje, por lo que si esperamos que nos llegue en un limpio formato casero, tendremos que esperar...
Por eso, hay cosas que no se entienden en la película, seguramente por ese recorte del que hemos hablado. Tanto la procedencia del personaje de Glenn, que solo sabemos que despierta en Grecia, como el origen de esa criatura que vive en las profundidades de la fortaleza, todo resulta enigmático, y ahí puede estar la gracia para algunos o el horror para otros. No cabe duda de que ésta cinta no tiene nada del estilo de Mann, o al menos no lo vemos aparentemente en sus escenas. Y ojo, dentro de su inconexión, sí tiene una pequeña lógica que se explica y es a modo spoiler, y es que la criatura está encerrada en la fortaleza porque es una prisión para ella. Necesita de alguien -en éste caso se sirve de McKellen- que saque una especie de talismán de su interior para que pueda quedar libre, pero el personaje de Glenn regresa para evitar que ésto ocurra. En resumidas, un argumento ochentero que no desentona con su estilo.
Es una curiosidad dentro de su filmografía, más afincado en el cine urbano aunque con salidas esporádicas como la bien hallada en El último mohicano. Lo alucinante es encontrarla entre Thief y Manhunter, por lo que no nos queda claro si ésta era una cinta de encargo o un proyecto oculto al que Mann le tenía ganas desde hace tiempo. Fuera de ésto, no cabe duda que es una rareza, pero que a mi me ha producido sueño y eso que no es larga, pero cuando no conectas con sus protagonistas, estás en un problema, y esa es su mayor falla. En resumidas, una Serie B absoluta con un reparto brillante pero desaprovechado, que guste más o menos, será difícil de olvidar. Se lo perdonamos, no hay duda, joyas posteriores como Heat, El Dilema o Collateral lo atestiguan y sigue siendo un grande dentro del mundo del cineasta. ★★★★★1/2
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.