Clyde Geronimi, Hamilton Luske y Wilfred Jackson son los artífices del clásico número doce de la factoría el cual supuso el regreso a los largometrajes íntegros. Año 1950.
¿De qué va?
Cenicienta es una chica que al morir su padre, acaba convirtiéndose en la criada de su madrastra y sus dos hijas. Esclavizada, tan solo con la amistad de unos ratoncillos, encuentra la oportunidad de enamorar al príncipe con la ayuda de un hada madrina, pero todo tiene un tiempo y el hechizo no durará para siempre...
Tras seis películas que formaron un compendio propagandístico durante la segunda guerra mundial, la Disney, que tuvo que cerrar algunas oficinas en Europa, estuvo en un periodo de quiebra donde su apuesta era la de rellenar tiempo con diversos cortometrajes. Sin embargo, su calidad fue aumentando con el tiempo y se pudo comprobar en cintas como La Leyenda de Sleepy Hollow y El Señor Sapo, que compartirían algunos aspectos como el físico de algunos de sus personajes. Sí, en Ichabod por ejemplo aparecía un personaje que era clavadito a Cenicienta. Me refiero a la muchacha de la que se enamoran tanto Ichabod como el matón del pueblo. Probablemente tuviesen en mente el diseño o la caracterización para el personaje.
Sin embargo, Cenicienta fue una película con estereotipos donde se recalcaba la mujer perfecta que todo el mundo quería por aquella época (y bueno, ahora también.) Una mujer hermosa, rubia, de ojos azules y digámoslo aunque suene machista, era sumisa y hasta cierto punto esclava. Por eso la cinta fue en su tiempo tildada de machista.

Curiosamente, para ser una historia basada en el cuento de Charles Perrault, llegaron a participar unos ocho guionistas. Y Disney por su parte empleó sus fuerzas para que la película fuera un éxito. Así pues obtenemos dos vertientes, la principal que es la historia de Cenicienta y la segunda, secundaria, la de las aventuras de sus amigos los ratones. Éstos tienen las partes mas amenas y divertidas, las que se encargan de hacer reír a los mas pequeños para que la historia no sea tan plana. Y por ello, hay junto a ésto un uso de temas cantados que fueron trabajados para grabarse en la memoria al igual que ocurrió con Pinocho, pero en éste caso, la intención fue mayor. Cenicienta tuvo a su vez el estreno de su primera banda sonora a la venta con canciones, realizada con vistas a que el público pudiera escucharla en su casa y cantar una y otra vez los temas de los ratones o el mítico y nominado al Oscar, Bibbidy Bobbidy Boo, compuesto por Mack Davis, Al Hoffman y Jerry Livingston.
Junto a esa nominación obtuvo dos más a mejor banda sonora y mejor sonido, pero ese no fue su año. Es una película inolvidable y las fuerzas que empleó Disney para conseguir nuevamente prestigio fueron de aplauso. No obstante hay que mencionar que como ya sabemos, hay películas que fueron redobladas y se nota el cambio a día de hoy. Este es el caso de Cenicienta que su doblaje latino fue alterado vilmente por un redoblaje mas reciente al Español, eliminando así la ternura y la gracia de voces como la de Edmundo Santos o Evangelina Elizondo.
La cuestión al cambio de voces y el ser tan difícil encontrar una versión dual que tenga las dos (ya que la latina fue redoblada) se debe a que Evangelina exigía derechos por el uso a nuevas ediciones que iban a ser remasterizadas.
Volviendo al tema personal, a mi
Cenicienta me gusta, pero tampoco me parece una obra maestra. No obstante, teniendo en cuenta su edad, hay que reconocer la calidad que tiene y que a día de hoy sigue siendo una de las cintas familiares que son de auténtico disfrute. La siguiente película a tratar...
Alicia en el País de las Maravillas.
★★★★★1/2
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.