De
Rocky Balboa esperaba un "churrete". Si ya
Rocky V fue una pena y la peor de la saga, ¿que podíamos esperar de
Rocky VI? Bueno, habría que verla.
Siguiendo la rutina de
Rocky V, el boxeador seguía siendo un fracasado y ahora amargado por la muerte de su esposa. Mientras, en los combates actuales hay un chaval que se está llevando los records y en un video virtual que mostraba un combate "irreal" entre
Rocky y
Mason Dixon (
Antonio Tarver) daba por vencedor al viejales
Rocky. Como consecuencia, el niñato se cabrea y solicita un combate con
Balboa.Mientras,
Balboa que solo se dedica a su restaurante y a recuperar a su hijo, decide despues de hora de película entrar en el lio. Mientras tanto tiene tiempo para volver a enamorarse, que nunca viene mal.
"-Esto por no hacer bien el teatrillo!"Y bueno, realmente le quedó mejor de lo que esperaba. Supera con creces a su quinta parte y a un par de ellas mas, seamos sinceros,
Rocky y
Rocky II las podemos dejar como intocables, lo demas es morralla por mucho que digamos.
Stallone en su afán de ganar dinero sin saber cómo decidió volver a la franquicia Balboa y a la de Rambo, de la que pronto hablaremos por aquí también.
Rocky Balboa, o
Rocky VI, como querais, me parece un digno final para una saga que ha abarcado muchos años, muchos combates y que nos sigue trayendo recuerdos. Si
Rocky tenía que volver, lo ha hecho de la mejor manera y su despedida ha sido la mejor que podía tener.
-"¿Pero que haces colega? Para salir en la foto, no? Tenia ganas el pobrecillo de hacerme ésto. Angelito... Ha cumplido un sueño." Es en cierto modo más profunda que sus tres anteriores.
Lo peor del Fillm: La "leña" apenas dura quince minutos.
El Momento:
El entrenamientoCalificación:
6/10
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.
