Finaliza arco argumental, así que toca reflexionar sobre las consecuencias de la última aventura (que no han sido pocas) y seguir evolucionando el carácter y relaciones de los personajes. Un episodio muy marcado por la tragedia y por los efectos de vivir unos hechos que, no por ocurrir en un universo alternativo, dejan de tener consecuencias psicológicas en los protagonistas. Porque es muy duro perder a tu padre adoptivo (aunque no sea el "verdadero") delante de tus narices y por tu culpa. O ver caer a un nuevo amor tras recuperar de forma efímera la esperanza en una felicidad plausible. Como suele suceder, este descenso hacia el alma de los personajes viene acompañado por un enemigo más episódico aunque con la suficiente brutalidad como para marcar su territorio de acción y emoción. Si antaño ese papel lo desempeñó Gorilla Grodd es el turno de otro de los más bestiales enemigos del velocista escarlata; King Shark, a quien ya pudimos ver brevemente durante la espectacular entrada en escena del Harrison Wells de Tierra-2. Y hay que reconocer que luce muy, muy bien.
Con respecto a los personajes, los diferentes viajeros dimensionales verán cómo los hechos vividos en la tierra alternativa les terminan afectando mucho más de lo deseable. El más dolido resulta ser Barry, quien no sólo ha de vivir con el hecho de haber sido el catalizador de la muerte de su
padre (o su versión
"crooner") e incluso de saber que otra versión de sí mismo ha conseguido casarse con su amor platónico y (aparentemente) inalcanzable, sino que sufre el mayor de los tormentos: no poder contarlo.
Obligado a tragarse su frustración (un pacto con Wells obliga moralmente a que "lo que pasa en Tierra-2 se queda en Tierra-2"), poco a poco le va envenenando por dentro como la bilis corrompida, agriando su carácter y restándole confianza. Por su parte, Caitlin se deja llevar también por la desazón tras la sorprendente muerte de Jay Garrick (sí, efectivamente está más muerto que el futuro de Macauley Culkin), levantando un muro de aislamiento a su alrededor.
El hecho de que su amiga y compañera se muestre de pronto tan fría y distante hace que Cisco comience a anticipar la posibilidad de su conversión en el terrible rol villanesco que ocupaba en Tierra-2 como Killer Frost. Sin embargo, no hay nada como el regreso inesperado de un viejo conocido metahumano para que las aguas vuelvan a su cauce.
El metahumano es ni más ni menos que el citado y bestial King Shark quien, en una demostración más de que la cadena CW está tratando de crear un universo cohesionado (cosa loable y agradecida), viene de la mano de Diggle y su esposa.
Lyla se ha convertido en la nueva líder de ARGUS tras la muerte (poco lucida) de Amanda Waller, y rebuscando bajo las alfombras poco escrupulosas de la antigua jefa encuentra que la agencia se había apropiado del sanguinario tiburón humano para experimentar con él. Como si no hubieran aprendido ya de Jurassic Park que esas cosas están destinadas a acabar más que mal,
King Shark escapa acabando brutalmente con todo aquél que osa cruzarse en su camino. Su objetivo: Flash. Ignorando que los portales para volver a su mundo están ya cerrados, Shark sigue buscando acatar las órdenes de Zoom cazando al velocista escarlata.
Como de costumbre cuando se trata de personajes con alta carga de CGI, el villano permanece un poco en segundo plano para sacarle partido en las poderosas escenas de acción que se llevan de calle el (exiguo) presupuesto de efectos especiales. Aunque parece que dicho presupuesto ha aumentado sensiblemente esta temporada, ya que
las escenas protagonizadas por King Shark son más abundantes y "cantan" bastante menos que en los episodios dedicados a Gorilla Grodd la temporada anterior. Estamos de enhorabuena, ya que la interacción entre los héroes y el villano luce bastante bien. Un tiburón de tres metros que habla y anda da mucho miedito...
Finalmente, una vez el villano ha sido puesto a buen recaudo, todo vuelve a la normalidad. Caitlin y Barry consiguen sobreponerse y apoyarse en sus seres queridos. También resulta muy divertida la interacción con Diggle, más anclado a la realidad e incapaz de acostumbrarse a los efectos de la velocidad de Flash. Para el final se queda lo mejor, con esos cliffhanger de altura que nos deja casi siempre la serie. Por una parte,
Barry se propone firmemente volver a Tierra-2 para vengar a Jay, rescatar al misterioso hombre de la máscara de hierro y acabar con el reinado de terror de Zoom de una vez por todas. Habrá que ver cómo se las ingenia el equipo para viajar entre dimensiones ahora que todos los portales están cerrados. Por su parte, Zoom nos deja con una revelación tremebunda.
Con el cadáver de Garrick en los brazos se quita la máscara para descubrir que su identidad es... ¡el propio Jay Garrick! Un Jay matando a otro. ¿Versiones alternativas? ¿Nuevos mundos por conocer del multiverso DC? Mis glándulas salivares ya empiezan a descargar sin freno...
Por Antonio Santos