SINS OF THE FATHER
Continua la buena evolución de la serie que ya se apuntaba en el pasado episodio. La llegada a Star City de Nyssa al Ghul ya anticipaba buenas dosis de emoción, lo que se ha contrastado en un capítulo que derrocha acción, ritmo y alguna que otra sorpresa. Todo un soplo de aire fresco que se agradece tras una primera mitad de temporada que ha supuesto una auténtica travesía por el desierto de la creatividad y la más pura esencia del "decompressive storytelling" (es decir, estirar las historias más que un chiche rellenándolas de humo y espejos) de la que parece que ya hemos logrado escapar. Crucemos los dedos para que así sea.
La trama central del capítulo está enfocada a la lucha sin cuartel por el control de la Liga de Asesinos que ha estallado entre las dos facciones enfrentadas en el seno de la cruel secta. Por un lado, los partidarios de Malcolm Merlyn, el actual Ra's al Ghul. Por otra parte, los rebeldes encabezados por Nyssa, la mismísima Hija del Demonio y heredera natural del trono. Una batalla que pilla a Oliver justo en el ojo del huracán como comodín que ambas facciones intentan utilizar para su propio beneficio. Malcolm para conservar el poder; Nyssa para ganar un baluarte para su bando, prácticamente la única persona capaz de derrotar a Ra's al Ghul en batalla singular. Como aliciente cuenta con un as en la manga: el Loto, lo único que puede salvar la vida de Thea. Por si la situación no fuera lo suficientemente peliaguda se suma también que el fragor de la guerra se ha trasladado a Star City con los consiguientes daños colaterales en forma de víctimas inocentes del choque de espadas entre asesinos sin remordimientos. Todo un baño de sangre que recorre sin tregua la ciudad mientras la situación no se resuelva. Así pues, Oliver se encuentra en una situación más que comprometida al tener que trabajar contra reloj para intentar resolver la situación sin traicionar sus nuevos principios. Esto es, sin matar a nadie en el empeño y sin que se cueste la vida a su hermana, cosa que se va antojando cada vez más complicada.
La primera opción es establecer un pacto en el que ambas partes resulten ganadoras: Malcolm renunciar a su posición como Cabeza del Demonio en favor de Nyssa, obteniendo así el Loto y, en consecuencia, la vida de su hija. Todos contentos (bueno, unos más que otros) y
equilibrio mexicano resuelto. Por desgracia
la cabra siempre tira al monte y lo que se plantea como un pacífico intercambio se convierte en un encerrona en la que Malcolm y sus sicarios intentan acabar con su oponente... cosa que finalmente no consiguen gracias a la intervención del equipo Arrow. Las hostilidades se van recrudeciendo y el derramamiento de sangre va en ascenso hasta que Oliver por fin encuentra la solución. Nyssa desafía a Malcolm a un duelo singular, aunque cuando la pelea va a iniciarse se desvela el truco bajo la manga.
Apelando a su condición de consorte de Nyssa, quien empuña la espada finalmente es Oliver consiguiendo derrotar a Malcolm sin demasiado esfuerzo, cortándole la mano y arrebatándole el anillo que le identifica como líder de la Liga de asesinos. Nyssa pasa a ser oficialmente la nueva Ra´s al Ghul.
Mientras tanto, Felicity protagoniza su propia subtrama, indudablemente con menos interés. Sobre todo porque la resolución es un poco regulera. Pese a su deseo de retomar la relación con un padre ausente durante mucho tiempo y a tratar de creer en su palabra, es lo suficientemente lista como para no perder de vista que las intenciones de Calculador pueden no ser tan honrosas como aparentan. Aunque una cosa es pillar a tu padre con las manos en la masa y otra muy diferente es hacer caer sobre él todo el peso de la ley sin dejarle dar una explicación. ¿De verdad la moraleja es la imposibilidad de cambiar? ¿Sobre todo para alguien prometida con un ex-asesino sin escrúpulos? No me cuadra la ecuación... En otro orden de cosas,
los flashbacks siguen recuperando también el buen tono obligando a una cabreadísima Taiana a ser la cuidadora de Oliver. Ambos se verán obligados a acercar posturas y a emprender un viaje de conocimiento mutuo que les llevará desde la supervivencia forzosa a la aceptación y el pacto para escapar de su actual situación. Muy bien llevado.
Como corresponde a un buen capítulo contamos con revelaciones y cliffhanger de primera.
Por una parte, Nyssa inaugura su recién adquirido liderato de la Liga de asesinos... desmontándola. No quiere que nada vuelva a guiar su destino así que destruye el Anillo del Demonio en presencia de Oliver y Malcolm. Sorpresón de altura, aunque un curso de acción la mar de arriesgado. ¿Tan fácil es acabar con una organización milenaria?
¿En menos que canta un gallo la serie se ha cargado dos conceptos tan potentes como la maquiavélica Amanda Waller y la Liga de las Sombras? No me lo puedo creer. Espero que de alguna forma se recupere en el futuro. Por otra parte el lisiado Malcolm, ciego de cólera y ansioso de venganza, ofrece sus servicios al mismisimo Damien Darhk y le ofrece en bandeja de plata el secreto mejor guardado de su enemigo: la existencia de su recién conocido hijo William. La cosa está que arde...
Por Antonio Santos
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).