"-¿CREES QUE BATMAN HA MUERTO?
-NO LO SE
-LO QUE MÁS TE GUSTARÍA ES QUE NUNCA VOLVIERA Y QUEDARTE CON SU TRAJE"
¿De qué va?
Una chica con un traje de cuero que se nombra a sí misma como Batwoman, ataca por su cuenta a un extraño personaje que se hace llamar El Hereje. Con serios problemas, Batman aparece y la salva, pero ésto provoca una explosión en una fábrica. Dos semanas después, el caballero oscuro no ha dado señales de vida y todos temen su muerte...
Dirección
Jay Oliva (El regreso del Caballero Oscuro)
Impresiones
En cada reseña que he hecho sobre las cintas animadas de la DC y en especial del mundo de Batman, siempre he alabado la labor de
Jay Oliva, el director que ha sabido darle el cariz más cercano a los cómics originales. No hay más que echarle un vistazo a las dos partes fieles de la obra de
Frank Miller,
El regreso del Caballero Oscuro para saber de lo que hablamos. Sin embargo, la evolución animada está volcándose en las últimas líneas del personaje, las cuales no están siendo del todo acertadas aunque tenga algún que otro punto interesante en la historia comiquera.
Siempre lo he dicho, Batman es un héroe que no necesita a nadie. Trabaja mejor solo, pero la insistente sombra dicharachera de unirle a Robin, que se hizo con afán de "engrandecer" la historia, ha ido evolucionando y no precisamente a mejor. Aunque cada línea argumental puede resultar interesante y cada uno es libre de optar con qué personaje quedarse, no cabe duda que todo es un mero acto comercial para exprimir las ventas. De ahí que Batman tenga en solitario algunas líneas y otras conjuntas.
Todo el resurgir de los New 52 hizo reciclar y revitalizar a los personajes hasta tal punto de añadir nuevos elementos más abiertos, adaptados a la actualidad. Green Lantern tiene un nuevo miembro, árabe, y en Batman, un africano se convierte en Batwing -en la película es hijo de Lucius Fox-, un traje mucho más tecnológico que incluso puede volar. En ámbitos sexuales, uno de los primeros Lantern sale del armario, y Batwoman es lesbiana. Esto lo vemos hoy en el cine con constantes cambios de sexo y raza de personajes del mundo Marvel y DC. Un ejemplo polémico y reciente lo tenemos en
4 Fantásticos, con un Johnny Storm negro. Pero fuera de éstos datos, que simplemente son
para adaptarse a la sociedad actual, voy a centrarme en la película de
Jay Oliva.
Batman: Bad Blood (Batman: Mala sangre), no se basa directamente en un cómic en concreto. Más bien toma ingredientes de algunas historias como Batman R.I.P o sobre todo Batman Inc. Encontramos todo un pretexto para presentar al nuevo equipo: Nightwish, Batwoman, Robin, Batwing y en última estancia a Batgirl. Un extraño y nuevo villano llamado El Hereje, de aspecto similar a Bane, se presenta como una fuerte amenaza, aunque bajo las sombras hay alguien más que no desvelaremos. De forma secundaria lo acompañarán villanos como El sombrerero, luciérnaga o máscara negra. Sin embargo, la evolución hace que el producto se desinfle en cuanto a historia. La animación no tiene mucho que reprochar ya que es un film directo para el formato casero y con la línea de Oliva. Sí que están muy logrados los movimientos y las escenas de acción. Y por otra parte agradecemos el doblaje de Batman por el mítico Claudio Serrano, habitual de Christian Bale, sobre todo en la trilogía de Christopher Nolan.
En resumidas, ésta película cierre -momentáneamente- una trilogía que comenzó con
El hijo de Batman, seguida de
Batman Vs. Robin. Es una trilogía algo mediocre, con altibajos, precisamente por ese anhelo de llevar al caballero oscuro a un segundo plano, rodeado de muchachos que ahora patrullan Gothan
rompiendo la magia de las historias detectivescas del héroe, pero al menos aquí tienen a monjas con katanas y metralletas. Ojalá regresen a obras míticas a recuperar, que hay muchas para rememorar. De hecho, en breve llegará
La Broma Asesina al formato animado. Crucemos los dedos.
★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.