Y llegó el final de esta segunda temporada con un capítulo doble que ha sido tan apasionante y vibrante como se dejaba intuir tras las últimas revelaciones. Se ha destapado el tarro de las esencias y el conflicto entre SHIELD y los Inhumanos amenaza con desembocar en una guerra si Coulson y su equipo no lo remedian en tiempo récord. Y no es lo único que se dirimirá en este final que, pese a sus más de 80 minutos de duración, se desarrolla con tal ritmo y tantas líneas de acción simultáneas que se pasa como un suspiro sin dejar respiro al espectador.
La verdadera protagonista es Skye. Puesta entre la espada y la pared tomará partido inicialmente por su madre natural, volviendo la espalda a sus otros "padres", Coulson y May. Incluso protagonizará una pelea a brazo partido contra esta última, a quien le dolerá mucho más el abandono personal de alguien a quien ha cogido tanto cariño que las heridas sufridas. Sin embargo, a lo largo del capítulo se irá mostrando poco a poco que el verdadero monstruo de la familia Johnson no es Calvin sino Jiaying, toda una lady Macbeth que maneja a su antojo el futuro de los Inhumanos sin importar los métodos empleados. De esta forma, su plan para forzar una guerra con SHIELD no ha hecho más que empezar a mostrar todas sus ramificaciones. No ha sido flor de un impulso asesino lo que le ha hecho matar a Gonzales. Gordon y algunos poderosos partidarios más muestran estar de su parte desde el principio. El siguiente paso será tomar un quinjet y disparar contra su propia casa, con lo que consigue un doble objetivo: eliminar las pruebas de su asesinato y espolear al resto de inhumanos que aún pudieran tener dudas, incluida su propia hija. También comprobamos que conserva pocos escrúpulos para que sus objetivos se cumplan cuando no duda en matar a un prisionero de SHIELD absorbiendo su fuerza vital para curar sus heridas y en liquidar a sangre fría a Raina, que por fin ha descubierto su propósito y amenaza con hacer partícipe de la verdad al resto de la comunidad.
Y es que este final de temporada sigue jugando con la diferencia entre la percepción y la realidad, entre las apariencias y la esencia oculta. Los tonos de gris marcan la personalidad de diferentes protagonistas de forma que la línea entre el bien y el mal y más tenue que nunca. El villano de la función resulta ser Jiaying, en toda la extensión del término.
Lo paradójico y brillantemente planteado del tema es la vuelta completa que se le da a nuestra percepción de los personajes. El que hasta ahora se mostraba como el villano, Calvin Zabo, no dejaba de ser una víctima de las circunstancias y su pecado era actuar por amor a su esposa hasta borrar por completo su personalidad. De esta forma, el verdadero monstruo de la función resulta ser la madre de Skye. Su secuestro y tortura por parte de HYDRA hacen mella en su carácter y la llevan a un proceso de recuperación que le costará la vida a un pueblo entero, carne de cañón servida por Zabo para que su esposa absorba su fuerza vital y recupere una mínima parte de su ser. Aunque esta parte sólo será física, ya que
el círculo se cierra cuando los caprichos del destino y de un pasado tortuoso hacen que Jiaying se transforme en todo aquello que más repudia, en algo mucho peor que esa HYDRA que convirtió su vida en un infierno. Calvin Zabo, en cambio, se revela como todo lo contrario. Una vez convertido en el poderoso Mister Hyde gracias a sus combinados químicos (con el empuje final de un "ingrediente secreto" cortesía accidental de Simmons), por fin aceptará la verdad cuando se enfrente a alguien que lo entiende completamente como Coulson. Alguien que se sabe un bicho raro y que es capaz de extrapolar la verdad. Su único deseo ha sido siempre volver a reunir a su familia, poder darle una vida mejor a su amada Daisy... aunque este amor fue el que le puso la venda en los ojos para moverse a voluntad de su esposa. De esta forma,
un buen y emocional giro argumental convertirá a Zabo-Hyde en aliado de SHIELD con el objetivo de parar los letales planes de Jiaying, que no son otros que atraer a todos los efectivos de SHIELD al portaaviones y, una vez allí, acabar con ellos soltando las letales Nieblas terrígenas. Por cierto, la transformación de Zabo en un ser monstruoso es bastante cutre, pero el presupuesto es el que hay... Lo bueno es que Kyle MacLachlan sabe darle al personaje esa vulnerabilidad y emotividad que necesita.
De esta forma, la acción está servida. Coulson y su equipo habrán de enfrentarse a Jiaying y su grupo de inhumanos leales para evitar una masacre.
Una auténtica montaña rusa de ritmo frenético y acción espectacular donde la sensación de que las cosas están muy jodidas no se pierde hasta el final. Aportando una vuelta de tuerca más a las emociones que nos depara el capítulo, Hunter y May deberán rescatar a Bobbi de las manos de Ward... nada menos que en Aranda de Duero. El peculiar sentido del honor y el caleidoscopio roto que conforma la pervertida óptica de este personaje lo llevan a buscar el camino a la paz y la redención de su amada Kara por tortuosos caminos. En este caso, la confesión de Bobbi de ser la responsable de la traición que acabó con la agente 33 en manos de HYDRA. Aunque esta confesión tenga que sacársela a través de la tortura.
Un intento de fuga frustrado nos dará una de las mejores secuencias del capítulo, a la par que un broche de oro para esta trama cuando el rescate acaba con Bobbi sacrificándose por Hunter y Ward perdiendo un duelo de inteligencia con May que le lleva a sufrir la justicia poética de su propio odio.
Mientras tanto, en el portaaviones las cosas se ponen cada vez más crudas. Lincoln acabará por ver la verdad tras las intenciones de su líder y se pasará al bando de SHIELD mientras
Coulson, Fitz y un recuperado Mack se encargan de proteger uno de los maletines de cristales terrígenas. Sólo que es muy difícil enfrentarse a un teleportador, y Gordon no se lo va a poner nada fácil. Por suerte, el ingenio de Fitz permitirá mitigar lo suficiente los poderes del inhumano como para poder castigarlo físicamente... aunque será la fortuna la que acabe por decantar la balanza. O más bien las consecuencias de no teleportarse al lugar correcto. Sin embargo, el último acto de heroísmo de Coulson al tirarse a por un cristal terrígena antes de que se rompa y se los lleve a todos por delante acabará de un modo muy
Walking Dead... o más bien muy
Luke Skywalker, como todos y cada uno de los productos de la
Fase 2 de Marvel. Aunque
la verdadera batalla se juega en cubierta, donde Skye trata de detener los planes de su madre de llevarse el resto de cristales y hacer peligrar a la humanidad entera. Un encuentro donde se muestra lo moralmente perdida que está la líder inhumana cuando no duda en absorber la poderosa fuerza vital de su propia hija al no poder convencerla de que se una a ella. Una situación de lo más desesperada. Sólo hay dos opciones: morir o vivir sabiendo que has acabado con tu madre. La balanza la acabará decantando Calvin.
Una bizarra última reunión familiar en la que Zabo hace un último sacrificio por su hija, matando a Jiaying para liberar así la conciencia de Skye, a costa de la suya propia. Un finalazo lleno de tensión y emoción.
Sólo nos quedan las codas finales. Que no son pocas. Zabo recibe su premio tras una emotiva despedida de su hija. Gracias al proyecto TAHITI se verá liberado de sus tortuosos recuerdos recuperando su bonachona personalidad para tener una segunda oportunidad vital. Mack vuelve a SHIELD, donde Coulson lo pone al mando de la sección de "aparatos extraños". Fitz y Simmons tienen un inicio de chispa romántica (a su peculiar estilo). May se tomará un tiempo libre después de años de culpabilizarse por los sucesos de Barhein, un buen momento para darse una segunda oportunidad con su ex. Y lo más interesante de cara a la siguiente temporada:
Coulson pone a Skye al mando de una nueva unidad de seres superpoderosos. Una "cara B" de Los Vengadores que que se encargarán de las misiones encubiertas en la sombra. He aquí el germen de los Guerreros Secretos, un concepto lleno de potencial. Evidentemente, no nos quedaremos sin cliffhanger, en este caso triple: Ward autoproclamándose el líder de los últimos rescoldos de HYDRA, Simmons siendo engullida por el extraño monolito Kree en un momento inesperado a lo
The Blob y, posiblemente el germen de la tercera temporada,
la esencia de los cristales terrígenas convertida en comida a lo largo y ancho de toda américa. ¿Empezarán a nacer Inhumanos por doquier?