"HAY DOS FORMAS EN QUE UN HOMBRE PUEDE SER RICO EN ÉSTE MUNDO. PUEDE TENER UN MONTÓN DE DINERO O PUEDE TENER UN MONTÓN DE AMIGOS, PERO NO PUEDE TENER AMBAS COSAS"
¿De qué va?
Una banda en apuros "monetarios", decide ir por la vía fácil y secuestrar a Alfred Heineken, el millonario propietario de la conocida empresa cervecera para pedir un rescate de treinta y cinco millones.
Reparto
Jim Sturgess es Cor Van Hout
Sam Worthington es Willem Holleeder
Mark Van Eeuwen es Frans Meijer
Anthony Hopkins es Freddy Heineken
Dirección
Daniel Alfredson (Millennium 2: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina)
Impresiones
Basada en hechos reales y con la peculiaridad de ver a Alfredson, director sueco con un estilo muy especial, llevando las riendas en ésta producción belga con actores de renombre e internacionales. El resultado ha sido bastante nefasto por varias razones. pero mayoritariamente porque encuentro una relajación en Alfredson que no es normal. No es que sea un forofo de su cine, pero si que hay una clara diferencia con Kidnapping Mr. Heineken, pareciendo más una cinta de corte irlandés que sueca -y eso que hablamos de una producción belga-.
La historia real fue llevada pocos años antes a la pantalla en una producción holandesa llamada El secuestro de Alfred Heineken, en la que el mítico Rutger Hauer interpretaba al multimillonario secuestrado. Aunque era una producción más "barata", las críticas fueron positivas en su día. En cambio, la producción de Alfredson, aun siendo mucho más corta, carece de cuerpo, sus interpretaciones no llegan, y no lo decimos por Anthony Hopkins, quien está como reclamo y tan solo lo vemos segundos en pantallas, llegando a acumular unos diez minutos como mucho a lo largo del metraje. Es la historia de la banda lo que no convence, sobre todo si a eso le añadimos que según donde leamos, las versiones de la historia colocan a Frans Meijer como el cabecilla, cuando en la película nos presentan a Cor Van Hout y Willen Holleeder como los legítimos protagonistas. Probablemente ésto se deba a que tras su salida de la cárcel, se convirtieron en líderes de una peligrosa banda denominada como "los padrinos holandeses".
La peculiaridad de todo éste secuestro insulso, la encontramos en el dato que lo coloca como el mayor rescate pagado para su época. Por otra parte, aunque ya hemos hablado de lo poco que ocupa el metraje que rodea al personaje de Hopkins, éste se presenta en cierto modo como arrogante y exigente, pero no llega a cuajar, probablemente por no salir gran cosa, siendo desaprovechado y por tanto, muy inestable. Tampoco ayuda el rostro impasible de Sam Worthington, relegado a secundario gruñón ya que una vez más el protagonista es Jim Sturgess. Otra cuestión curiosa se presenta cuando el grupo, una banda de amiguetes inexperta en la materia, decide orquestar un atraco previo a un banco para poder tener recursos en el posterior secuestro. Sin embargo, a la película le falta un hervor, porque no produce nada en el espectador salvo en el momento de la recogida del dinero, único instante donde la película parece conocerse a sí misma y despertar, pero no nos emocionemos, son solo unos minutos breves. En resumidas, es una película para olvidar, con una banda sonora que no se merece donde Lucas Vidal se emplea a fondo para darle acción a una cinta que apenas tiene de eso. ★★★★★1/2
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.