"TENGO UNA IDEA. OS RETO A QUE DEJEMOS NUESTROS TELÉFONOS MÓVILES EN LA CAJA FUERTE"
¿De qué va?
Un grupo de niñas ricas repelentes pasa la noche en la casa de una de ellas, completamente solas. Pegadas al teléfono móvil y subiendo constantemente fotos a la red, la noche será completamente aterradora...
Reparto
Chloë Sevigny es Alex Cox
Timothy Hutton es Michael White
Sadie Seelert es Sam
Haley Murphy es Cat
Bridget McGarry es Sofia
Dirección
Tara Subkoff
Impresiones
La actriz Tara Subkoff debuta en la dirección con una cinta basada en hechos reales, la cual guioniza ella misma. Resulta difícil pensar que ésto ocurrió como se cuenta, aunque dentro del mundo de las niñas pijas y ricachonas, todo puede pasar. Aun así, no convence la forma en la que se desarrolla, probablemente porque la dirección es bastante endeble. Intenta ser retorcida pero acaba siendo cargante, sobre todo con esa estética que trata meternos por las orejas con tanto pantallazo de subidas a la red que al final resultan realmente cutres.
Chloë Sevigny y Timothy Hutton son las dos caras conocidas. Ella es una esposa cornuda, asquerosamente millonaria que le da todo a su hija Sofía, otra niña mimada prepotente que tiene a disposición todas las ropas y joyas de la casa, incluidas armas -éste detalle chirría soberanamente-. Hutton es padre de una hija con problemas mentales que detesta a sus compañeras. El actor, que nunca ha sido santo de mi devoción, está sobreactuado y cuando se desata es de todo menos creíble. Diría incluso que resulta la nota discordante de la película aunque parezca necesario. No obstante, no es lo único que chirría en éste producto.
No cabe ninguna duda del mensaje que trata de desprender #Horror: La "venta" de nuestras vidas a través de las redes sociales, subiendo y publicando fotos nuestras, de nuestro hogar, nuestros amigos, nuestras intimidades... Sin embargo, este mensaje se difumina dejando en su tramo final ésto a un lado para llevar la cinta a una línea de "serial killer" que a fin de cuentas es lo que vende. Y vuelvo al problema, su montaje es tan pesado y soporífero que no me creo nada, te tiras toda la película deseando que termine y se mueran ya -suena cruel, pero me refiero a la ficción, claro-. Esa oscuridad para crear malestar trata de estar continuamente en el metraje pero realmente no pasa absolutamente nada de nada hasta sus diez minutos finales, lo cual no juega mucho a su favor. Sí, #Horror es un horror absoluto, pero no por miedo, sino por coñazo, siendo claros. Al menos vemos a una Chloë Sevigny ligerita de ropa en su inicio. ★★★★★
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.