De nuevo tenemos con nosotros un muy buen capítulo que
trasciende de su naturaleza como prólogo de Los Vengadores: La era de Ultrón para encapsular de forma natural la relación con su hermana mayor cinematográfica dentro de la trama general de la serie. Todo encaja como un guante para
proporcionar un punto de partida al vibrante arranque de la película y seguir profundizando en los dos grandes temas que esta nueva temporada está desarrollando. Por una parte, la respuesta gubernamental a la constatación de la existencia de seres con capacidades metahumanas (los Inhumanos). Por otra parte, la lucha interna de poder entre las dos facciones de SHIELD enfrentadas por sus diferentes posturas a la hora de tolerar y aceptar a estos seres extraordinarios. A esto se suma la tensión inherente a la reaparición de Ward en las vidas de sus antiguos compañeros. Comencemos.
Tras el final del episodio anterior tenemos una conversación entre Coulson y Gonzales más tensa que los tendones de Dwayne Johnson. Phil le pasa la información de primera mano proporcionada por el infiltrado Bakshi que demuestra que el doctor List está investigando con metahumanos como primer paso para poder crear un ejército propio de seres superpoderosos a las órdenes de HYDRA. Aunque sólo se ha logrado un caso de éxito (los gemelos Maximoff) los experimentos con (In)humanos prosiguen. En este caso, con los capturados Deathlok y Lincoln. La proposición de Coulson será sencilla: llevar su propio equipo de campo para rescatar a los prisioneros antes de que acaben con sus vidas y, de paso, tirar abajo las defensas de la base enemiga para que un destacamento completo de la SHIELD de Gonzales la tome con facilidad. Una misión que acabará siendo autorizada por esa democracia que impera en la cúpula de la nueva SHIELD. Total, si se manda a alguien a una misión suicida que no sean de los nuestros.
De esta forma se vuelve a unir el viejo equipo de Coulson con la inesperada presencia de Skye,
esos "seis del patíbulo" que vuelven a compartir misión. Aunque evidentemente la presencia de Ward no será nada bien recibida, sobre todo por parte de Simmons, cuyo carácter es cada vez más radical. Su presencia en la misión con la excusa de proporcionar ayuda sanitaria a los prisioneros tiene en realidad como objetivo acabar con Ward.
El lado oscuro de la chica está ganando enteros y no tiene problemas morales en erradicar todo aquello que considera un peligro. Comienza entonces la misión,
con una espectacular escena de infiltración en la base que es pura adrenalina, incluyendo un plano secuencia de Skye acudiendo al rescate de Lincoln y acabando con todo aquél que se cruza en su camino. Impresionante. Finalmente conseguirá utilizar sus poderes sobre las vibraciones para hacer que el corazón del inhumano vuelva a latir tras estar a las puertas de la muerte. Mientras tanto, Ward y Simmons rescatan a Deathlok, momento que aprovechará la chica para intentar acabar con la vida de su antiguo compañero, aunque Bakshi consigue interponerse con el coste de su propia vida. Finalmente sí que funcionaba bien el lavado de cerebro, sí... Por su parte, Coulson, May y Fitz se encargan de desactivar las defensas de la base para que la
caballería haga su trabajo.
Aunque el director tiene una segunda misión secreta, recuperando cierta información del sistema enemigo.
Mientras tanto, en Afterlife Calvin Zabo vuelve a recobrar la paz interior con la ayuda de Jaiying, lo suficiente para ganarse un tiempo más en la aislada comunidad y para advertirle de que
el mayor poder de Raina no es la precognición, sino el malmeter. Y es que la chica ya está tocando las narices para rebelar al personal contra la organización de la comunidad por parte de la líder. Sus sueños son los que convencerán a Skye para acudir al peligroso rescate de Lincoln y
los que avisarán de la llegada de unos "hombres metálicos que aterrorizarán al mundo y destruirán ciudades". Sangre y fuego se avecina, Ultrón está cerca...
Por su parte, el equipo de Coulson vuelve sano y salvo a la base. Ward ha conseguido escapar, no sin antes hacer una última llamada a su antiguo jefe para que
le dé a Kara la segunda oportunidad que no podría tener en manos de un mal bicho como él. Es la ventaja de saberse un monstruo y, aún así, tener los bemoles para hacer lo correcto. Otra llamada, esta vez de Maria Hill, servirá para que Coulson le de un
"zas en toda la boca" a Gonzales (genial ese
"¡Ooops, spoiler alert!" cuando le anticipa que Furia está a punto de retomar el mando) y para
desvelar el verdadero objetivo de la misión: localizar el paradero del cetro de Loki, en poder de HYDRA. Se encuentra en la fortaleza de Von Strucker y está sirviendo como fuente para los experimentos con superhumanos, ya que alberga la
Gema de la Mente.
Es hora de llamar a los chicos grandes. Es la hora de Los Vengadores.
Por Antonio Santos