THE WARS TO COME
Regresa la serie de HBO y ésta quinta temporada comienza con un pequeño flashback en el que vemos a Cersei Lannister en su niñez, junto a una amiga, adentrándose en el bosque. Llegan a un tugurio donde en su interior habita una bruja. La niña, muy valiente y confiada por ser quien es, le exige a la bruja que adivine su futuro. Ésta accede, pero para ello le hace falta probar su sangre, así que la joven Cersei se raja el dedo y rápidamente le pide a la niña tres preguntas para tres respuestas que probablemente no le guste escuchar o no entienda a su edad. La niña quiere saber con quien se casará, cuantos hijos tendrá y el oro del que dispondrá y aunque las respuestas parecen agradarle, al llegar al tema de los hijos, se da cuenta que su rey tendrá veinte hijos pero con ella tan solo tres y que el oro tendrá que invertirlo en mortajas. Seguidamente, la escena nos lleva a Desembarco del Rey en el periodo actual, con una Cersei dolida, guardando el duelo por la muerte de su padre. Solo con su hermano Jaime, conversan alrededor del cuerpo que yace en el altar. "Lo que él construyó ahora es nuestro", le dice Jaime. Pero ella sigue hablando y manipulando como está en su mano, haciéndole culpable por haberle dejado el camino libre a Tyrion para su huida. "Te quería más que a nadie", le dice Cersei señalando a su padre fallecido.
En Pentos, Tyrion acaba de pisar tierra tras ser abierta por Lord Varys la caja donde ha pasado "camuflado". Le dice que han llegado a los aposentos de Ilyrio Mopatis, el conocido y poderoso magíster de la ciudad por lo que de momento, están a salvo. Mientras se sirve vino, Varys le habla sobre las nuevas oportunidades y utiliza el apelativo de "señor" repetidas veces. "¿Eres un señor si matas a tu padre? [...] El futuro es una mierda, justo igual que el pasado" responde Tyrion a la vez que vomita todo lo que ha ingerido. Tras quedar limpio, vuelve a servirse vino y beberlo.
En Meereen, un inmaculado aparece en escena, entre las cerradas calles que llevan a los burdeles. Sabemos de antemano que éstos guerreros no son poseedores de sus miembros genitales, por lo que se hace extraño verlo entre prostitutas. Sin embargo, éste se adentra y paga a una mujer que queda semidesnuda. Descubrimos que sus intenciones son básicas, necesita un abrazo y que le canten una nana para poder descansar y disfrutar a su manera. Con los ojos cerrados en pleno descanso, le rebanan el cuello. El causante es un ser disfrazado con una máscara, un servidor de los llamados "hijos de la arpía". Daenerys le ofrece un entierro digno. Por su parte, Missandei habla con Gusano Gris y le pregunta a solas porqué los inmaculados acuden a burdeles. "No lo se", es la respuesta del guerrero.
Meñique y Sansa deciden tomar otro camino para estar lejos de las manos de Cersei mientras que Brienne de Tarth decide qué hacer aunque Podrick le indique "como escudero" que debería de ir tras Sansa. Mientras tanto, de regreso en Pentos y tras dedicarse unos insultos "respetuosos" entre Varys y Tyrion, el primero le hace ver que si está allí es porque su hermano, el Matarreyes, se lo pidió y que es ahora el momento de levantarse, porque el reino necesita alguien más fuerte que Tommen y más amable que Stannis, por lo que puede quedarse allí y no hacer nada o dirigirse a Meereen. Precisamente allí, un portavoz del pueblo habla con Daenerys para pedirle que abra los pozos de lucha, un entretenimiento que supone una tradición para el pueblo, pero ella se niega. Tan solo tras los encantos nocturnos de Daario Naharis, parece comprender ya que él se crió en esos pozos mientras una gran muchedumbre de hombres clamaba su nombre. Por eso, le dice que debe de actuar como la reina que es, porque "Una reina sin dragones no es una reina". Así que ella se adentra a ver a sus "pequeñines" donde los ocultó con cadenas. Todo está oscuro, pero el sonido de las cadenas le advierte que están allí. De repente, el fuego que desprenden ilumina el lugar, pero Daenerys parece no poder controlarlos, o no querer hacerlo... finalmente sale de allí y vuelven a cerrar el lugar.
En el muro, Melisandre busca a Jon Nieve para decirle que Stannis quiere hablar con él, En el trayecto del ascensor, Jon se permite el lujo de preguntarle a la bruja si tiene frío. Ella le responde que siempre está caliente por ser súbdita del señor de la luz. "¿Eres virgen?" le pregunta ella directamente, a lo que Jon responde que no. "Bien" termina ella. Al llegar ante Stannis, éste le declara sus intenciones, aprovechando la oportunidad para vengar a su hermano Robb y le dice que necesita a los salvajes a su lado para combatir a sus enemigos. Utiliza al Stark como intermediario para que hable con Mance y le diga que se deben arrodillar ante él y seguirle o morirán quemados. Seguidamente, Mance y Jon hablan, y el primero le hace ver que le desea éxito a Stannis en su andanza, pero que no piensa arrodillarse. Simplemente es cuestión de orgullo. Mance se siente preparado para la muerte, como hombre salvaje que es, tan solo se pregunta cual es la forma en la que se ha decidido su muerte. ¿Ahorcamiento? ¿Decapitación? Jon le hace saber que la elección es la de morir quemado ante todos. La cara de Mance cambia radicalmente, se torna preocupada, temerosa y Jon lo nota, de hecho queda extrañado por ese repentino cambio en su rostro.
Cuando llega el momento, Mance es llevado ante todos en el patio central. Una vez está ante Stannis, espera que se arrodille y luche a su lado, mientras cuervos, salvajes y súbditos del rey miran atentos. "Os deseo buena fortuna", le dice Mance, dándole a entender que va a seguir firme en sus ideas. Es llevado al centro, a la pila de madera donde arderá, mientras Melisandre dice unas palabras. Cuando llega la hora del fuego, Mance sufre con la mirada, tiene ganas de huir, de salir de allí, el fuego está más vivo que nunca, el dolor se clava en la mirada de los que rodean la pila, pero entonces una flecha le atraviesa el corazón, una flecha de Jon Nieve.
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.