Vuelven los crossovers entre las dos series de CW ambientadas en el Universo DC. Sólo que en esta ocasión no veremos por Central City al justiciero encapuchado (que bastante tiene con lo suyo) sino que nos brindará una aparición especial esa pareja de frikis hechos el uno para el otro formada por Ray Palmer y Felicity Smoak. Dos personajes siempre divertidos tanto en caracterización como en interacción y que, por lo tanto, se adaptan como un guante a una serie tan luminosa y endiabladamente chispeante, ligera y entretenida como esta.
El leitmotiv de este episodio es la Confianza. Barry no lleva nada bien trabajar codo con codo con quien tiene todas las papeletas para ser el asesino de su madre, y esta (fundada) desconfianza inicial acabará salpicando de forma colateral a los colaboradores de Wells en Star Labs. Es decir, si el jefe del laboratorio tiene un fondo más negro que el futuro de un vietnamita en una película de Rambo, ¿cómo no sospechar también de sus leales ayudantes y amigos? Una actitud bastante paranoica, todo hay que decirlo, pero no exenta de razón. De esta forma,
el clima que se respira en Star Labs es bastante irrespirable y la tensión se puede cortar con un cuchillo, hasta tal punto que Barry llega incluso a dudar de si sus compañeros serían capaces de salvar su vida en caso de encontrarse en peligro. Mal asunto. Por otra parte, la confianza entre la pareja formada por Iris y Eddie también se ve cercenada. La chica está empeñada en no aguantarle a su novio ni el más pequeño secretito y se huele que le está ocultando algo. ¿Una aventura? No, la identidad secreta de Flash. Algo que podría ser anecdótico pero destaco porque tiene visos de llegar mucho más allá.
¿Será capaz el policía de revelar el secreto para salvar su relación? ¿O se romperá ésta y acabará culpando a Barry? Aquí puede haber mucho tomate si los guionistas quieren ir un poco más allá del drama juvenil. Y dado que Eddie es un antepasado remoto del Flash Reverso venido del futuro las vueltas de tuerca a la idea pueden ser muy apetitosas.
Por otra parte, en el capítulo se presenta una nueva villana que tendrá poca trascendencia pero de la que la trama se sirve con un doble objetivo: reforzar la dinámica de equipo poniendo en un buen aprieto a Flash y dándole cancha a Ray Palmer
aka The Atom para seguir afianzándose como nuevo héroe (además de nexo de unión con Arrow).
La villana en cuestión es Bug-Eyed Bandit, interpretada por Emily Kinney (a quien los seguidores de The Walking Dead recordarán como la llorada Beth) quien aquí abandona su inocencia y bondad para adquirir un agradecido punto malote. Tampoco pasará a la historia de los villanos. Una serie de asesinatos llevados a cabo por un diabólico enjambre de abejas llevará a pensar en la presencia de un nuevo metahumano capaz de controlar a los insectos. Cosa no del todo acertada, ya que la investigación llevará a nuestro equipo a descubrir que en realidad
no se trata de abejas reales, sino de robots cargados con tanto genio como veneno amasado. Las motivaciones de la villana son de lo más simples: vengarse de los que la expulsaron de su trabajo en Mercury Labs al descubrir que sus investigaciones no se orientaban a la mejora de los procesos agrícolas sino al sector armamentístico.
De esta forma, tendremos una serie de enfrentamientos que pondrán a Barry a las puertas de la muerte y en los que serán vitales las habilidades tecnológicas de Felicity (quien le demuestra a la villana quién es la verdadera reina de la colmena) y la fortalecida (y anti-insectos) armadura de Atom.
Unas escenas dinámicas y emocionantes para una trama algo insulsa levantada por la genial química entre los dos equipos, destacando el colegueo tecno-friki de Ray y Cisco. Este último curiosamente se convertirá en la sorpresa del episodio por dos razones. La primera, jugándose la vida para salvar a Ray, recobrando así la confianza de Barry. La segunda,
comienza a experimentar flashbacks de un pasado que nunca ocurrió; visiones de Wells desenmascarándose como el Flash Reverso y acabando con su vida. De momento, es el único capaz de tener recuerdos de lo ocurrido en la variación del flujo temporal que Flash cambió viajando involuntariamente al pasado. ¿Tal vez el indicio del nacimiento de poderes metahumanos? Esto lleva a un final que deja a las claras que nos espera una recta final de órdago cuando Barry y Joe ponen en antecedentes de sus sospechas sobre Wells a Cisco y Caitlin.
El cerco sobre el velocista venido del futuro se estrecha cada vez más y las consecuencias puedes ser imprevisibles.
Por Antonio Santos