Comenzamos repasando una de las míticas series más grandes que ha dado nuestro planeta tierra. X-Files de Chris Carter. Aprovechando el reciente anuncio que nos emocionó donde se ha dado luz verde para traer una nueva temporada en formato mini-serie con seis episodios que veremos a comienzos del 2016, vamos a repasar cada episodio a modo resumen-homenaje-recuerdo de las nueve temporadas que comenzaron en 1993 y acabaron en 2002, incluyendo también dos películas.
El episodio piloto fue, como es normal, una presentación a la productora para saber si cuajaría según su parecer. De hecho, fue rodado en 1994 mientras que ya tenían la mitad de la primera temporada rodada, probablemente porque estaban seguros que la serie gustaría a la audiencia, y así fue. Gillian Anderson y David Duchovny se convirtieron en una pareja que se volvería mítica para la televisión. Probablemente la serie fue su sentencia para no destacar en otras vertientes, pero no cabe duda que ambos son inmortales como los agentes Mulder y Scully y todo el mundo los recuerda.
El episodio nos sirve de presentación para que los agentes Fox Mulder y Dana Scully se conozcan por primera vez. Todo surge a coalición de un extraño caso donde una chica muere en un bosque de Oregon, después de un resplandor y la entrada de una extraña figura en escena. Su cuerpo tiene dos cicatrices raras en su espalda. El FBI analizó el caso y lo cerró sin resolver, como otros tantos. No obstante, el agente Fox Mulder trabaja en una sección denominada "los Expedientes X", donde se encarga de reabrir casos cerrados y achacando la lógica a sucesos paranormales. A partir de ahí entra en escena el consejo principal del FBI y en las sombras un ser sin nombre, denominado como "el fumador" -aun no le han dado el apodo- , interpretado magistralmente por William B. Davis y a quien veremos en los momentos más claves. La idea de la cabeza de la agencia es hacer que Dana Scully trabaje con Mulder para escribir informes y tirar por tierra sus teorías paranormales. Ahí es cuando ambos se conocen, ella entra en su oficina, ve los pósters míticos con el "I want to believe" y a un hombre convencido de la vida más allá y las abducciones extraterrestres.
Así comienza el análisis del caso. Mulder presenta varias muertes relacionadas con las mismas marcas en su cuerpo, por lo que viajan a Oregón para reabrir el caso. Al pasar por una zona cerca del bosque, la radio salta por sí sola y el sistema eléctrico del coche se ve alterado, por lo que Mulder sale del vehículo y marca el suelo con un spray para recordar el lugar. Al llegar, nadie los quiere allí, empezando por el sheriff y el detective Miles, pero ellos se disponen a hacer su trabajo por lo que desentierran un ataúd, pero la cuerda de fijación de la grúa se parte y el ataúd rueda. Entreabierto, contemplan que el cuerpo que hay en su interior, aunque descompuesto, no se parece el de un humano. En el laboratorio, Scully saca del interior de la nariz del cuerpo un extraño material pequeño que guarda para su estudio, achacando que se trata tan solo de un primate, mientras que Mulder asegura que se trata de un ser de otro planeta.
Ambos visitan a Billy, el hijo del detective, que está en una especia de estado de coma. Una chica en silla de ruedas que le lee, se vuelve histérica y cae al suelo. Su espalda queda al aire y los agentes ven como tiene las mismas marcas que el resto. De esa forma salen al bosque, ya que todos los chicos fueron encontrados allí, pero el sheriff y su ayudante están allí, aunque antes aparecen bajo una fuerte luz que los asusta. Al irse, Scully logra hacerse con un poco de tierra, más parecido a ceniza, la cual va a analizar. Al pasar por el lugar donde Mulder marcó el suelo, el coche se vuelve literalmente loco y se para. Al mirar el reloj, se da cuenta que han pasado nueve minutos en un instante... Pero es momento de descansar, cada uno en su habitación, hasta que Scully se mira en el espejo y se nota unos bultos en su torso, asustada acude a ver a Mulder y él la tranquiliza diciéndole que son solo picaduras. Esa misma noche surge una de las bases de la serie, cuando Mulder se sincera y le habla de su hermana, desaparecida tras un resplandor con tan solo ocho años. Confiesa que sabe que el FBI quiere "quitárselo del medio", pero si no lo han hecho es por los contactos que tiene en el congreso.
Reciben una llamada, la chica de la silla de ruedas ha sido atropellada por un camión y su reloj se paró en el mismo tiempo cuando Mulder se dio cuenta de los nueve minutos perdidos. Para colmo, reciben la mala noticia de que el laboratorio ha ardido por completo, perdiendo las pruebas, el cuerpo, las fotos y radiografías. Teresa, la hija del Sheriff acude a ellos llorando, diciéndoles que cada noche se despierta allí en el bosque sin saber porqué. Ambos deciden analizar los otros cuerpos enterrados, pero están vacíos. Entonces Mulder tiene un fogonazo interior y resuelve el caso, piensa que el causante de los asesinatos es Billy, el hijo comatoso del detective. Cuando lo vuelven a visitar, se dan cuenta que sus pies tienen la misma ceniza que Scully recogió, así que acuden nuevamente al bosque esa noche. Mulder escucha los gritos de Teresa y Scully tropieza quedando atrás (esto será norma en muchos episodios). Allí ven a Billy, de pie ante ella. La coge en brazos y una luz comienza a iluminarse fuertemente, probablemente una nave extraterrestre. Seguramente al mostrarse tanto Mulder como el detective, todo acaba, incluso le desaparecen las marcas a Billy y recobra la conciencia... Sin embargo, testigos de ello han sido Mulder y Miles.
El chico, confiesa ante las autoridades del FBI toda su abducción. Poco después, reclaman a Scully, a quien le dicen que todo es incongruente, no se pueden fiar de sus declaraciones y menos sin haber pistas tras haber sido incendiado el laboratorio. Quieren que escriba en su informe que Mulder está completamente loco... pero ella se había guardado el extraño material del que no han podido encontrar su procedencia tras varios análisis y lo enseña. Todos quedan en silencio, lo saben. El fumador guarda en un gran archivo esa pequeña pieza junto a otras similares. Al salir de allí, la puerta nos muestra un cartel de donde están guardados todos esos elementos e infinidad de pruebas. Los interiores de El Pentágono son la base que esconde todas las verdades que Mulder trata de exponer al mundo.
De éste modo, acabamos la primera reseña, algo más extensa por su presentación y por la motivación que me supone ya que, a título personal, es mi favorita desde que la vi por primera vez siendo un niño. Prometo ser más escueto en los venideros, que os aviso que llegarán de forma regular a lo largo de la semana.
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.