RICO
Otro genial episodio de esta serie que poco a poco se está convirtiendo en uno de los must see de la temporada sin ningún género de dudas. En este caso, profundizando en la búsqueda por parte de James de dos objetivos básicos. El primero, labrarse una carrera exitosa y honrada en la abogacía; el segundo, y más importante, hacer que su hermano Chuck se sienta orgulloso de él. Evidentemente, no lo tendrá nada fácil.
De esta forma, el prólogo nos retrotrae al pasado reciente, cuando un joven Jimmy reparte la correspondencia en HHM. Atrás han quedado sus tiempos como timador de poca monta y sus frecuentes visitas a la cárcel. Parece que su Chuck ha conseguido enderezar su destino. Aunque a partir de aquí Jimmy tendrá sus propias metas de crecimiento, como demuestra la misteriosa carta que comparte con una Kim que aún tiene su despacho en el "cuarto de las escobas" (mostrando también que su química viene de tiempo atrás). Orgulloso, la muestra también a su hermano: ha sido admitido en el Colegio de abogados. A base de esfuerzo, noches y fines de semana ha conseguido sacarse la carrera por correspondencia y aprobar el examen de ingreso en el Colegio. Todo sin ayuda. Su petición de ingreso como abogado en el bufete obtendrá una respuesta más fría y una aún más fría negativa por parte de Howard, que demuestra ser un bastardo de cuidado dándole la mala noticia en plena celebración, en una escena marca de la casa en la que las palabras sobran y los hechos hablan por sí solos.
De vuelta al presente, James sigue con su nueva carrera de abogado especialista en tercera edad, aunque de manera fortuita se topa con algo que hará saltar todas sus alarmas. El problema de dinero de una de sus clientas le hará darse de bruces con un posible caso de fraude. La residencia donde vive la anciana se queda con gran parte de su pensión mediante engaños y triquiñuelas. Oliéndose la tostada, los responsables de la residencia le prohíben la entrada a sus instalaciones, lo que dará lugar a la petición de demanda más surrealista jamás plasmada (en papel de una sola capa). Sin embargo, James no está dispuesto a rendirse. Ha olido a su presa y la emoción de la caza le llena de testosterona, y no sólo a él, sino también a Chuck. El veterano abogado ha caído (conscientemente) en la "trampa" que su hermano le preparó para que diera salida a las docenas de testamentos pendientes, y ahora está más que dispuesto a ayudar a Jimmy con un caso donde puede haber millones de dólares en juego. Una posible entrada por todo lo alto en las grandes ligar de la abogacía. Por ello, James no dudará en llenarse de mierda hasta las cejas (literalmente) por conseguir pruebas en otra escena llena de ese humor tan característico y agradecido de la serie. Por fortuna (aunque demasiado tarde) la moraleja es que hasta la gente sin escrúpulos tiene la conciencia suficiente como para reciclar el papel. Lo cortés no quita lo valiente.
Una noche de "puzzle documental" (y una ayudita extra de Kim) dará al Dúo Dinámico McGill & McGill las armas que necesita para montar su demanda. Un duelo de abogados tiene lugar entre las partes involucradas, en el que las pistolas son sustituidas por dardos envenenados y jurisprudencia tan peligrosa como las armas. El escenario del enfrentamiento será la casa de Chuck, donde el antiguo abogado se enfrenta casi paralizado por el terror de la situación a sus contrarios. Aunque poco a poco, mientras Jimmy lleva el control de la reunión y juega sus mejores cartas con maestría, Chuck dará el último golpe sobre la mesa. Una petición de nada más y nada menos que 20 millones de dólares. La vieja fiera ha vuelto a sacar sus garras y está dispuesto a ir a por todas, llevando la manija del caso como en sus mejores tiempo. Hasta el punto de, enfrascado leyendo un documento, salir al coche de su hermano en busca de una nueva caja de leyes. Hasta que es consciente de la situación. Está más que claro, incluso para él, que su dolencia no es real. ¿Cómo se lo tomará?
Mientras tanto continúa el acercamiento progresivo entre Mike y Stacey. Una petición de ejercer como canguro circunstancial que el abuelo agradece con toda su alma, a lo que se suma la búsqueda de consejo. Qué hacer con el dinero procedente de los sobornos que el difunto hijo de Mike escondía. Un dinero que le vendría muy bien a la joven viuda... pero que no es suficiente. Se da a entender que la chica está hasta arriba de problemas económicos, lo que Mike resolverá por la vía rápida.
Es el momento de enfangarse las manos y aceptar la propuesta que quedó en el aire para hacer "trabajitos" al otro lado de la ley y conseguir dinero rápido. El amor mueve montañas y derrite los corazones más rocosos...
Por Antonio Santos
Cinéfago por puro placer y juntaletras ocasional. Defensor de las causas perdidas seriéfilas. Hincado de hinojos ante Hitchcock y Tarantino, entre otros muchos. Amante de la ciencia ficción, la aventura, Rick Remender, Jonathan Hickman, el helado de chocolate, Jessica Chastain y Eva Green (no necesariamente por ese orden).