Tras la montaña rusa de revelaciones y ritmo imparable de episodios anteriores, toca un capítulo de transición. Una trama ligera con poca chicha para descansar la neurona y tomar un poco de aire. De esta forma, pocas sorpresas vamos a encontrar en una línea argumental donde lo más destacable es profundizar sobre las nuevas circunstancias y habilidades de Skye, aunque el conjunto general está marcado por un toque de humor negro bastante curioso. La chica sigue aislada del resto de compañeros mientras Coulson y May buscan ayuda. Aunque de la forma más imprevista: acudiendo a los servicios de un psicólogo que pueda apoyar a la pobre chica y ayudarle a ser consciente de las consecuencias de su nuevo estado; comprender y aceptar su "nuevo yo". La sorpresa vendrá cuando descubramos que el profesional no es ni más ni menos que el ex-marido de May, lo que dará pie a situaciones y diálogos muy divertidos. Otro punto fuerte es la presentación de un concepto en apariencia anecdótico pero que puede dar pie a repercusiones mucha más amplias. Se trata del "Índice", una base de datos donde SHIELD tiene catalogadas y controladas a todas las personas superpoderosas que les han ido dando problemas, junto con sus habilidades especiales. De esta forma, sabemos que la presencia de personas que han adquirido poderes fuera de lo común (normalmente por causa de la ciencia, de forma accidental o provocada) no es algo a lo que la agencia ha sido ajena en el pasado. Por otro lado, tenemos un concepto que bien podría ser el germen del "Acta de registro de superhumanos" y que, como tal, tiene potencial para convertirse en el desencadenante de la "Guerra Civil" que veremos en la tercera película del Capitán América.
Mientras tanto, Calvin Zabo sigue a lo suyo buscando alguna forma de vengarse de SHIELD, a quienes culpa de haber subyugado a su hija y haberle dejado sin saborear la venganza contra Whitehall tanto tiempo planeada. De esta forma, les dará donde más les duele: formando su propio equipo de supervillanos para acabar con Coulson y los suyos. Solo que no esperemos batallas épicas y poderes desencadenados, sino más bien todo lo contrario.
Como una especie de versión surrealista y absurda del típico equipo de villanos, los diferentes aliados que Zabo va reclutando se caracterizan por ser bastante cutres e idos de la olla. El equivalente a la tercera división de los villanos vamos, lo que le da a la interrelación entre personajes un aire de humor negro bastante agradecido. Lo peor es el marcado desaprovechamiento de una fiera televisiva como Drea de Matteo (a quien pudimos disfrutar por todo lo alto en la magnífica
"Los Soprano"). De esta forma, hay que tomárselo como lo que es: una versión paródica del típico enfrentamiento héroes-villanos pasado por el filtro del absurdo.
La confrontación final estará marcada por dos detalles: la aparición de Gordon, el Inhumano teleportador, que se llevara consigo a Zabo en plena pelea, y la tensión del momento que impide de nuevo a Skye el control sobre sus poderes hasta que cae exhausta al suelo. El problema es que,durante el tiempo que creía controlar su poder lo que realmente estaba haciendo era dirigirlo a su propio interior, por lo que esta última andanada se ha saldado con múltiples microfracturas en sus brazos. Interesante subtrama que nos deja con varias incógnitas en el aire. ¿Cómo conseguirá finalmente Skye
domar sus dones? ¿El hecho de estar en el
Índice le impedirá volver a ser una agente de SHIELD para convertirse en un
recluso de la agencia, como los sicarios de Calvin Zabo?
Y más importante: ¿por qué Gordon se llevó consigo a su padre en vez de a ella? Pregunta que también deja en el aire el propio Zabo, a quien el Inhumano aclara un hecho. Pese a haberlo rescatado no es "uno de nosotros", en un momentazo homenaje a los Freaks de Tod Browning.
Por su parte, Bobbi y Mack siguen jugando a dos bandas. La agente se encargará de tapar la ausencia repentina de Hunter escudándose en los celos y la falta de compromiso de su compañero y amante. La verdad va mucho más allá. Finalmente, Mack accede a meter a Hunter en su
"asunto", lo que nos llevará a descubrir para quién trabajan los agentes dobles.
Una rápida extracción lleva al trío a las instalaciones de sus auténticos jefes: la "verdadera" SHIELD, con su águila en el escudo incluida. ¿Quién comandará esta misteriosa agencia y por qué no se ha dado a conocer al equipo de Coulson, que se supone que es a quien el mismo Furia nombró director? Puede dar mucho juego esta trama, y tal vez hasta relacionarse con la próxima
"Era de Ultrón". Veremos qué sorpresas nos aguardan.
Por Antonio Santos