A pesar de que la novela sobre mafia suele relacionarse con
Mario Puzo (
El padrino), no son pocos los escritores que se han inspirado en estas organizaciones criminales, sobre todo italianas o sicilianas, para escribir historias tan célebres como sus protagonistas en la vida real. Cabe destacar la trilogía de
Los intocables (Eliot Ness), Wiseguy (Nicholas Pileggi), Honrarás a tu padre (Gay Talese), El último mafioso (Paco Toledo) o
Gomorra (Roberto Saviano).
Sin embargo, la mayoría tienden a centrarse, casi en exclusiva, en la perspectiva de quienes comenten los delitos, mientras que
Paul Lieberman opta por narrárnosla desde el punto de vista de quienes lo combatieron.
Gangster Squad es una novela basada en los acontecimientos reales ocurridos durante décadas de los 30 y los 50 en la ciudad de Los Ángeles, cuando se convirtió en el principal núcleo del crimen organizado de Estados Unidos, y las medidas adoptadas por las autoridades locales para compartirlo que incluyo la creación de la conocida como Brigada de Élite. El autor
realiza esta reconstrucción a partir de la documentación recabada a lo largo de una década de incansable trabajo periodístico, concediendo al lector la oportunidad de conocer todos los sórdidos detalles de esta convulsa etapa, sin omitir ningún aspecto. De esta forma, nos describe la corrupción existente incluso dentro del propio departamento de policía y sus cuestionables métodos.
No obstante,
Paul Lieberman no pretende realizar ningún un juicio de valor al respecto, sino una descripción objetiva y profesional. Por esta razón,
Gangster Squad no solo incluye los testimonios de los agentes que integraron la brigada, sino de todos los agentes implicados en la historia, incluido los propios descendientes de algunos de los mafiosos mencionados en la novela. Es precisamente la constante introducción de nuevos personajes una de las principales causas de su lento ritmo narrativo. Con frecuencia, tenemos la sensación de que no se produce un avance, a consecuencia de este desarrollo pausado para dar cabida a toda la información, muchas veces excesiva y no siempre relevante.
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El Autor con Ryan Gosling en la presentación de la película |
Además,
Gangster Squad carece de una estructura lineal, sino que
se producen constantes saltos temporales, obligando al lector a realizar una lectura todavía más detenida. Precisamente, ambos rasgos provocan que incluso las escenas de acción, predominantes durante toda la novela, acaben resultando tediosas y monótonas.
Es obvio que
Paul Lieberman concibió el libro para una minoría, pues no busca el entretenimiento del lector medio, sino dar a conocer un momento clave de la historia reciente de los Estados Unidos y que supuso un punto de inflexión en la aplicación de su ley. Por tanto,
Gangster Squad e
s una novela retrospectiva en la que su autor denuncia, aunque de forma indirecta, la corrupción de la justicia durante ese período, desvirtuando su significado hasta resultar imposible distinguir entre policías y mafiosos. Un sólido trabajo de investigación que nos hace reflexionar sobre la cuestión
Quis custodiet ipsos custodes? (
¿Quién vigilará a los propios vigilantes?) cuando la ley la dicta la calle.
Lo Mejor: Una novela bien documentada que engloba el conjunto de las perspectivas. El tratamiento objetivo y profesional de los acontecimientos, sin realizar interpretación personales ni juicios de valor al respecto.
Lo Peor: La constante introducción de nuevos personajes y la estructura no lineal ralentiza la lectura. Las escasas descripciones de los escenarios que permiten al lector ubicarse espacialmente. Un libro denso por la gran cantidad de información, excesiva en algunos fragmentos
Por MariCarmen Horcas
Título: Gangster Squad (Brigada de Élite); 560 págs.
Autor: Paul Lieberman
Editorial: DeBolsillo, 2013
ISBN: 9788466327251
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.