¿De qué va?
Luke es motorista de circo. Se reencuentra con Romi, un antiguo amor del que descubre que tuvo un niño, aunque ahora vive con otro hombre. A partir de aquí, Luke se replanteará su modo de vivir, pensando en su pequeño hijo al que no quiere que le falte de nada. Por ello dejará su trabajo y tratará de conseguir dinero, aunque eso le suponga acabar atracando bancos.
Actores.
Ryan Gosling (Drive) es Luke
Eva Mendes (Hitch) es Romina
Bradley Cooper (Resacón en Las Vegas) es Avery
Ben Mendelsohn (Animal Kingdom) es Robin
Rose Byrne (X-Men Primera Generación) es Jennifer
Ray Liotta (Uno de los Nuestros) es Deluca
Bruce Greenwood (Star Trek XI) es Bill Killcullen
Dane DeHaan (Chronicle) es Jason
Impresiones.
Dirigida por
Derek Cianfrance, artífice de la sumamente inolvidable
Blue Valentine, regresa con
Ryan Gosling como punto fuerte en
The Places Beyond The Pines, aquí llamada
Cruce de Caminos. Una cinta de casi dos horas y media que
trata de hablarnos de la conexión vivida con el paso de los años y de los genes familiares, que pese a estar o no, siempre hay lazos que acaban por fluir aunque uno no quiera.
El comienzo de
Cruce de Caminos nos presenta un plano de la espalda de
Ryan Gosling como Luke, un tipo tatuado con la única pasión aparente de ir en moto. Recorre toda una feria hasta llegar a su sitio, mientras la cámara no deja de seguirlo. Vemos a lo que se dedica, y seguidamente, todo su mundo se rompe cuando se vuelve a encontrar con su antigua novia (o lo que fue la pasión de una noche).
La personalidad del personaje de Gosling es muy inestable, sobretodo cuando se entera que tiene un niño, y decide cortar por lo sano con su trayectoria circense para cuidarlo. Pero no piensa en las consecuencias y descubre que Romina tiene otro hombre. Sin importarle mucho ésto, Luke decide buscar dinero para cuidar a su hijo, aunque tenga que aliarse con un pordiosero que le indica el camino hacia el robo masivo, por lo que Luke, sin personalidad ninguna, decide robar una y otra vez.
Hasta aquí la historia podría desmigarse en lo que bien podría ser la trama de un hombre amargado consigo mismo, que no ha tenido suerte en la vida, pero que se desvive por algo que ha sido fruto suyo, su hijo. No obstante,
los planes de Cianfrance no van centrados en el personaje de Gosling. Él es solo una mera herramienta para éste "tocho" peliculero. Su idea es la conexión que va a tener con su hijo, cuando pasen unos años. Para ello necesita entrar en escena el personaje de
Bradley Cooper, Avery, un policía que en plena persecución, comete un acto que le traerá consecuencias, buenas y malas. No desvelaremos que ocurre pues ésto pasa en mitad de la película. Pero si omitiésemos el tercer acto, veríamos en la parte de
Cooper una mezcla entre
Serpico, un agente que se siente mal cuando participa en actos que no están bien y que acaban por hacerle rectificar y donde nuevamente veríamos a
Ray Liotta en un papel que le viene como anillo al dedo pues no es la primera vez que ejerce de policía corrupto.
Efectivamente,
Cruce de Caminos se podría dividir en tres actos (material para dos películas y un corto). El primero, lo vivido por Luke, un personaje amargado con la esperanza de recuperar a su chica y tener a su hijo. El segundo acto es la historia de Avery, un policía herido cuyo homenaje y victoria en forma de medalla de heroicidad lo acaban torturando en ese mundo de corrupción donde vive ahogado y necesita salir. El tercer acto ocurre quince años después de estos hechos, cuando los bebés de Luke y Avery son adolescentes y por fuerzas del destino se unen para fumar y delinquir. El hijo de Avery es un drogadicto, agresivo, que vive a su modo y manera por que su padre es un alto cargo. El hijo de Luke es un joven tímido que vive bajo la ternura de su lecho familiar pero que necesita averiguar su verdadero origen. Es entonces cuando esa mezcla estallará al descubrir ambos quienes son.
Ciafrance propone con su historia, mostrarnos la conexión de los genes, de una forma que acaba por dejarnos con un sabor agridulce.
Agridulce su sabor, porque
sus casi dos horas y media se convierten en un quiero y no puedo por contarnos una historia que podía haber sido mas de lo que fue, intentando profundizar en demasía en cosas que caen por su propio peso y donde el director ha tratado de unir de forma casi forzosa para su explicación final. De hecho,
Cianfrance, se aleja del estilo independiente en
Blue Valentine para realizar una mezcla de films y directores que a veces desencaja. De la misma forma que mencionaba
Serpico, hay alguna reminiscencias con sabor a
Terrence Malick con el uso de la música fúnebre, clásica y algunos toques de cámara que nos recuerdan a obras del creador de
El Árbol de La Vida (guardando las distancias, lógicamente), incluso me atrevería a decir que tiene algo del
Animal Kingdom de
David Michôd.
A mi personalmente no me ha parecido una mala película, pero es cierto que me la esperaba mejor. Termina por aburrir en ocasiones y resulta rebuscada, lo cual no quita que me haya entretenido.
Soundtrack.
Mike Patton realiza un score fantastico que es lo que magnifica en gran medida la calidad del film. Si bien éste punto no hubiese resultado acertado, probablemente la cinta hubiese llegado al suspenso, pero
Patton ha reforzado la trama con una variedad muy tristona, solitaria y a la vez hermosa. Hace uso de coros en momentos claves, al igual que la orquesta y los sintentizadores y conjuga con dos obras clásicas al dedillo como la rusa
Miserere Mei e incluso se atreve a usar a
Ennio Morricone con
Ninna Nanna Per Adulteri. En resumidas, un soundtrack que es de lo mejor del 2013. Una joya. Mi pieza favorita, la última,
The Snow Angel
Bromance
Evergreen
The Snow Angel
Lo Mejor: El Soundtrack de Mike Patton. Buenas interpretaciones
Lo Peor: Mas larga que un día sin pan. Muy forzada.
Calificación:
5.5/10
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.