¿De qué va?
En Maryland, el 4 de Julio de 2009 ocurrió un suceso que el gobierno no solo desmintió sino que hizo todo lo posible porque no viera la luz. Algo comenzó a suceder en la bahía de Chepseake cuando la gente comenzó a morir de forma muy extraña y grotesca. Una periodista narra el caso a través de una plataforma interactiva esclareciendo todo lo ocurrido.
Actores.
Kether Donohue (Dando la Nota) es Donna Thompson
Kristen Conolly (House of Cards, Cabin in the Woods) es Stephanie
Impresiones.
Barry Levinson, director de
Sleepers, La Cortina de Humo o
No Conoces a Jack? cambia de género para ofrecernos una road-movie cámara en mano en la que con el uso de diferentes grabaciones, ya sean teléfonos móviles o cámaras de seguridad compone una historia que sobretodo conlleva realismo. No es el primero en hacer uso de éstos medios para impactar con el espectador. Recordemos que ya había anteriores cintas de terror que hicieron uso de ésto para hacer mas verídico el impacto. Ejemplos como los de
El Proyecto de la Bruja de Blair o
Paranormal Activity, son algunos casos. Pero
The Bay es una cinta que no quiere hacer uso del terror como género en sí. Mas bien trata de hablarnos y mostrarnos algo que podría en cierto modo ocurrir si no nos andamos con ojo con lo que hacemos y sobretodo con lo que comemos.
The Bay es una historia que nos habla sobre el mal uso de las feromonas, hormonas y otros medios químicos con los que se trata a las granjas avícolas. En el caso de Chepseake, una región marítima que goza de prestigio por sus granjas de pollos, nos hacen una muestra de como esos productos químicos hacen crecer a un pollo en seis días cuando su medio natural de hacerlo son cuarenta y cinco. Sin destripar nada de la película, os aseguro que la cadena que se va formando hará que mas de uno deje de comer carne, pero sobretodo, al igual que pasó en su día con Tiburón, la gente empiece a cogerle pánico y respeto al agua. ¿Porqué? Bueno, para eso tenéis que ver la película u os acabaré destrozando el final.
Bien podría ser tratada finalmente como una película de terror por la consecuencia producida, como siempre, en el ser humano y la actuación de los mismos, pero las epidemias son así. Ya lo hemos visto en otras películas como
Right at Your Door donde el pánico ante un virus produce una subida adrenalina que vuelve loco a cualquiera. No obstante, su género roza mas el suspense por la atención creada y la expectativa al ver ese montaje que mezcla imágenes del suceso de ese día y las grabaciones de dos científicos que surcan el mar, analizando algunos peces muertos. Todo esto, junto a las grabaciones de la periodista y la que rodea a Stephanie, interpretada por
Kristen Conolly, actriz de la serie
House of Cards, y su familia, terminan por sobrecoger a mas de uno.
¿La finalidad? Probablemente, que pensemos en la actuación de las autoridades mayores ante tal epidemia. La poca importancia que se le puede dar a un informe o grabación y sobretodo el no encontrar una solución rápida. Esos elementos hacen que
The Bay sea una cinta curiosa y entretenida. Sin embargo, tiene algunas carencias, algunos errores que son inadmisibles, empezando con la propia periodista, bebiendo de una fuente y salir intacta del asunto (luego se nos aclara que a algunas personas no les pasó nada). El resultado final no es tan impactante ni efectista como se esperaba, pero lo dicho, entretiene.
Soundtrack.
Marcelo Zarvos realiza un score muy pobre que a veces suena en el film, dejando paso al suspense y haciendo uso de un grave de fondo que se repite cada vez que va a ocurrir algo. El uso en este caso ha sido todo electrónico. No es su mejor trabajo, teniendo sobretodo proyectos tan buenos y cercanos como el de
The Words.
Lo Mejor: Es interesante y está bien montada.
Lo Peor: Esto ya lo hemos visto antes. No es tan impactante.
Calificación:
6/10
Por Dante Martín
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.