Si hubiese que definir
The Walking Dead dentro de un género sería obviamente el de la aventura gráfica. Lo que el cómic hizo por los zombis; este título lo hace por un tipo de juegos que encumbró en su momento a obras como
Monkey Iskland, pero que ya llevaba años sin ofrecer nada con demasiada calidad.
Para ello,
Telltale games transforma las prioridades de la aventura gráfica. Desaparece el puzle para llevar el reto a otros ámbitos: el de las relaciones sociales. Si
Terminal Reality no supo captar ni una de las virtudes del cómic de
Robert Kirkman en
The Walking Dead: Survival Instinct, Telltale tiene muy claro cómo trasladar la propuesta de un medio a otro. La potencia de la experiencia no está tanto en matar zombis, sino en saber lidiar con los supervivientes en un mundo repleto de muertos vivientes.
Así, nos metemos en la piel de Lee Everett, un condenado a cárcel que acaba por no llegar a ella porque el apocalipsis zombi le encuentra por el camino. Desde ese instante, las decisiones de Lee son todas responsabilidad nuestra e influenciarán en cómo el resto de personas nos ven. Pese a que la historia sigue un hilo diferenciado que no podemos cambiar, el cómo vivimos esa historia supondrá una experiencia completamente distinta para un jugador u otro.
Nuestra relación con los personajes dependerá de lo que digamos y hagamos. Pocos juegos han explorado la responsabilidad moral como éste. No es fácil estar contentos con todo aquello que decidimos hacer; en The Walking Dead no hay respuestas blancas y negras, sino muchos muchos grises. Los momentos de gran tensión son provocados más por respuestas difíciles que por arduas batallas con zombis. Cada vez que debemos decidir entre varias opciones, el juego te obliga a pensar rápido, con un tiempo muy limitado; en caso de que se nos agote el tiempo callaremos, y eso será otra respuesta. Pese a que el peso de nuestra conciencia ya es suficiente para que pensemos muy bien todo aquello que hacemos, Everett consigue reforzarlo con una intensidad increíble.
Entre todo el caos zombi, debemos ocuparnos de una niña, la dulce e inocente Clementine. Lejos de atenerse al estereotipo de infante irritante, Clem crea un fuerte vínculo con cualquiera que tenga un mínimo de corazón. Los guionistas se aprovechan de esto y crean una historia que se mueve muy cerca de ese tema: la paternidad en el apocalipsis, la responsabilidad, la posibilidad de perder a aquel que nos importa… Y funciona, funciona a todos los niveles. El guion de The Walking Dead se compone de un acierto tras otro y lo único que realmente lo perjudica es que el jugador se percate de que muchas de sus decisiones acaban por no influir en él.
El tronco principal de la historia de The Walking Dead se mantiene inmune a nuestras decisiones pero, como ya hemos mencionado, no ocurre así con nuestras vivencias. Ningún personaje será al final el mismo que al principio de nuestra partida y todo dependerá de cómo la hayamos jugado. Acabamos sintiendo esa historia como nuestra. Por tanto, a nivel narrativo consigue que nos convirtamos en el protagonista. Y curiosamente, esa inevitabilidad que envuelve a la forma en que se devuelven los hechos es parte del espíritu de la franquicia: un espíritu en el que sus personajes intentan sobreponerse a los hechos pero éstos acaban sobreponiéndose a ellos.
Se trata de un juego imprescindible. Una experiencia que no solo los seguidores del cómic o la serie de televisión deberían probar.
Soundtrack
El compositor Jared Nathaniel Emerson-Johnson, habitual de Telltale games, firma la banda sonora de The Walking Dead. Su música no suele convertirse en protagonista de la acción, pero funciona a la perfección. En numerosas ocasiones es únicamente ambiental, pero su melancolía complementa la ambientación del mundo en que se ve obligado a subsistir Lee Everett.
Alive Inside
En cierto momento del Episodio 5 se desmarca con un tema más épico, sin abandonar el estilo que le otorga al resto de temas que suenan hasta ese momento. La sobriedad con la que
Emerson-Johnson se mantiene durante los otros 4 episodios le da una mayor potencia a la escena en la que se puede escuchar
Armed with death.
Armed with Dead
Lo mejor: Uno de los mejores guiones de la historia del videojuego.
Lo peor: Habrá a quien no le convenza la forma en que los hechos se acaban imponiendo sobre nuestras decisiones.
Calificación:
9/10
Por Jesús Márquez
Plataformas: Xbox 360, PS3, PC, MAC, iOS
Versión analizada: PC
Amante del séptimo arte y en especial de la ciencia ficción. Fan incondicional de Stanley Kubrick y Terrence Malick, pero con todo y con eso, soy capaz de disfrutar en colorines de cintas de dudosa reputación. Cantante en mis tiempos libres y apasionado del mundo del cómic. Eso si, siempre con una birra cerca.