Tras el fabuloso episodio anterior toca una nueva entrega en la que se comienzan a explorar consecuencias a un ritmo de vértigo. Evitando tiempos muertos y desplegando secretos que comienzan a revelarse (y otros a formarse) incidiendo sobre todo en los misteriosos planes de Hive y en la creciente duda de Gideon Malick.
Gran exploración de personajes, alguna sorpresa siempre bajo la manga y emocionantes escenas de acción en lo que sigue siendo una de las series más divertidas del actual panorama televisivo.
Vamos a tener varios cursos de acción diferenciados a lo largo del capítulo.
El detonante es la revelación al equipo de Coulson de que Ward ha vuelto de entre los muertos, poseído por Hive, la todopoderosa entidad inhumana que finalmente consiguió escapar de Maveth. Las implicaciones sobre el propio Coulson vendrán por un lado con el consiguiente remordimiento por el asesinato de Ward. ¿Tal vez si no hubiera dado rienda suelta a su sed de venganza Hive no hubiera conseguido adueñarse del cuerpo del traidor y escapar del planeta solitario? Por otra parte,
es hora de acelerar las acciones para averiguar los planes de sus adversarios e intentar detenerlos. La tecnología robada en el episodio anterior los pone sobre la pista del siguiente paso de sus enemigos. Esto les da una ventaja y un objetivo:
atrapar a Giyera, principal activo inhumano de Malick, para sonsacarle información. Tarea nada fácil dado el gran poder telequinético y la fiereza del soldado. Esta caza y captura nos ofrecerá un brillante plan para conseguir anular el poder de su enemigo
ofreciendo en bandeja un apasionante y brutal combate cuerpo a cuerpo entre Giyera y May, demostrando que Mark Dacascos sigue repartiendo estopa a base de bien, aunque Ming-Na Wen no le va a la zaga en absoluto. Un disfrute para los amantes de la acción. Finalmente, May resulta vencedora y Giyera ocupa su posición en una de las celdas contenedoras de SHIELD.
Por otra parte, se intenta profundizar en el tortuoso pasado de Lincoln para ir construyendo un personaje más allá de la
cara bonita que está siendo hasta el momento. Una pista sobre el pasado de Hive pondrá en marcha a Daisy y Lincoln. Se trata de un antiguo residente de Afterlife bastante quemado por no haber
florecido como inhumano que robó información valiosa del despacho de Jiaying que podría ser fundamental para ahondar en los orígenes y motivaciones de Hive. De momento,
del encuentro se saca un artefacto Kree relacionado con el villano y algunos apuntes sobre su pasado como arma diseñada por los Kree para comandar un ejército que se acabó revelando contra sus amos, forzando una alianza con los terrestres para exiliarlo. La cosa pinta bien. De forma algo más convencional también se presenta a Lincoln como un bala perdida que arrastra sobre su conciencia la muerte de su novia en un accidente de tráfico del que fue culpable, siguiendo un camino a la redención desde entonces.
La parte más apasionante del episodio se centra en el pasado de Gideon Malick y las razones de su actual malestar casi depresivo, dando evidentes muertes de nerviosismo. La causa principal es el
"toque" inhumano que le permitió contemplar su futura muerte... a manos del mismísimo Hive. Éste ha congregado por su cuenta y riesgo a la cúpula de la facción de HYDRA que trabajó durante siglos para el retorno a la Tierra del inhumano.
La duda sobre si dicha reunión no será sino el marco donde Hive haga una demostración de fuerza que acabe en su muerte se une a los pecados del pasado de Malick que comienzan a salir a la luz de forma magnífica a base de interesantísimos de Flashbacks. En él jugará un papel fundamental un ejemplar del clásico
"Paraíso perdido" de Milton donde, como suele ser habitual en las siempre estimulantes dobles lecturas de la serie, la caída en desgracia de Lucifer, Adán y Eva no es sino una metáfora del pecado que acompaña a la estirpe Malick. Un pecado en forma de trampa y cobardía que se desvela tras la muerte del padre de Gideon gracias al cameo del maquiavélico Daniel Whitehall.
Los huérfanos Nathaniel y Gideon Malick descubren que su padre era un cobarde que utilizaba una piedra trucada para ser favorecido siempre en el "sorteo" que llevaba a un fiel a las fauces de Maveth vía monolito. Esta
bonita tradición familiar será perpetuada por el joven (que no tonto) Gideon, siendo capaz incluso de traicionar a su hermano pequeño. La venganza se sirve fría, y la capacidad de Hive para conservar los recuerdos de todos aquellos a los que asimila será el detonante para que Nathaniel acabe dándole una lección sobre la pérdida y el sacrificio a su hermano.
Aunque contra todo pronóstico, la víctima del inmortal no será el propio Malick, sino su hija Stephanie. El (forzoso) sacrificio supremo de un padre ya nos dice mucho de la suprema crueldad de ese misterioso ser que promete darnos más de una sorpresa. Tanto como ese final en el que Giyera logra escapar y someter a todo el equipo de Coulson. Los Guerreros Secretos por fin han de entrar en acción de forma oficial en un misión suicida de rescate.